Goldman Sachs pagará 215 millones de dólares para zanjar un pleito de discriminación salarial contra sus empleadas
Casi 3.000 mujeres acusaron a la entidad bancaria de un trato injusto
Goldman Sachs ha acordado pagar 215 millones de dólares (195 millones de euros) para resolver una demanda colectiva por discriminación de género. Alrededor de 2.800 mujeres, principalmente de la división de banca de inversión y valores, acusaron a la entidad de pagarles sistemáticamente menos que a sus compañeros hombres. El acuerdo alcanzado por los abogados de ambas partes evita que el gigante de Wall Street vaya a juicio el próximo mes.
Como parte del acuerdo, Goldman Sachs también se ha comprometido a contratar a un experto independiente “para realizar un análisis adicional sobre los procesos de evaluación de desempeño” en el banco, así como realizar “estudios de equidad salarial”, según un comunicado de prensa publicado por ambas partes. Los demandantes originales presentaron la primera querella en 2010 y consiguieron presentar una demanda colectiva por discriminación sexual en 2018. Se espera que alrededor de un tercio de los ingresos se destine a los honorarios de los abogados de los demandantes, según a dicho al Financial Times una persona familiarizada con el caso.
Las casi 3.000 mujeres demandantes aseguran que el banco tiene prácticas empresariales que fomentan mejores salarios y perspectivas de promoción para sus empleados masculinos. Además, han alegado que el proceso de revisión del banco permitió a los gerentes, en su mayoría hombres, favorecer sus evaluaciones. De haberse llevado a cabo el juicio en Nueva York, se habrían hecho público un gran número de testimonios que ahondarían en la desigualdad que se vive en la industria financiera. Ejemplo de ello es que solo uno de los seis bancos más grandes en Estados Unidos ha sido dirigido por una mujer.
El caso ha sido seguido de cerca por las mujeres del sector, que durante mucho tiempo se han quejado de un trato injusto. “Mi objetivo en este caso siempre ha sido apoyar a las mujeres en Wall Street”, ha dicho Allison Gamba, una de las demandantes, después de que se diera a conocer el acuerdo. “Estoy orgullosa de que el resultado que logramos aquí promueva la equidad de género”.
La demanda contra Goldman fue presentada por primera vez por Cristina Chen-Oster, una graduada del Instituto de Tecnología de Massachusetts que se unió en 1997 y vendió bonos convertibles. Ella presentó una queja por discriminación en julio de 2005 ante la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo de Estados Unidos y cinco años después puso la demanda. Desde ese entonces el banco intento llevar el caso en secreto con acuerdos de no divulgación, una práctica que se ha utilizado durante años en Wall Street.
El acuerdo es mayor que la suma que pagó Smith Barney hace décadas (más de 100 millones de dólares) para poner fin a la demanda conocida como Boom-Boom Room, que acusaba a la firma de acoso y discriminación.
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