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Confianza para que la crisis bancaria no desemboque en otra financiera

La quiebra del Silicon Valley Bank ha propagado una desconfianza que se ha traducido en el hundimiento de otros dos bancos estadounidenses y del suizo Credit Suisse, finalmente absorbido por UBS.

La tempestad en los mercados financieros se desata por la desconfianza. Pasó con la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) en Estados Unidos (EE UU) y con la caída de Credit Suisse (Suiza), ya en continente europeo, este último salvado (y absorbido) por UBS. Todo explotó en apenas una semana y sacó a relucir lo que sostiene Pablo Gil, analista jefe de XTB: “vivimos en un mundo financiero que es fraccionario. Solo hay un respaldo ridículamente bajo de dinero real que sustenta lo que nosotros vemos en nuestras cuentas corrientes, por tanto la confianza lo es todo”.

El economista compartió mesa el pasado miércoles con otros tres expertos durante la celebración de un desayuno informativo organizado por CincoDías y el bróker financiero XTB que estuvo moderado por el subdirector del periódico, Nuño Rodrigo.

Para la socia directora de Economía de Analistas Financieros Internacionales (Afi), María Romero Paniagua, no cabe duda de que “el germen” es la confianza y que implica vigilarla para que no se desmorone “todo el castillo de naipes” que supondría el colapso del sistema financiero. Sin ir más lejos, recuerda que la crisis en EEUU nació de la concentración de “unos depósitos inestables” que desembocaron en la actual situación.

La volatilidad, de alguna manera, ya ha salpicado al otro lado del Atlántico: sin llegar al extremo de lo sucedido en el país helvético, observa una “probabilidad reducida” de que el modelo estadounidense se dé en la zona euro, caracterizada por unas carteras de deuda de renta fija “muy nutridas” en los balances bancarios europeos de todos los países miembros, con un perfil “minorista y más distribuido” de depositante que hace que el riesgo sea “un poco menor”.

A pesar de ello, el Banco Central Europeo (BCE) volvió a incrementar el pasado jueves los tipos de interés en medio punto más hasta fijarlos en el 3,5%, tal y como esperaban los expertos de Afi y Funcas. El director de Coyuntura y Economía Internacional de este think tank, Raymond Torres, augura que esta crisis “va a cambiar el escenario y no solamente en EE UU”, abocando a las autoridades a establecer una política monetaria “mucho más prudente” que influirá en un cambio, a su vez, de la política de las propias entidades bancarias. Estas ya se muestran muy prudentes a la hora de conceder préstamos. Se aprecia desde hace meses en el endurecimiento de los criterios para pedir uno. Tendencia que, cree, seguirá como consecuencia del contexto de incertidumbre global.

La regulación que controla al sector bancario creo que deja mucho que desear, y lleva pasando desde hace mucho tiempo
Pablo Gil, analista jefe de XTB

Torres tampoco se olvida de que el impacto tras el endurecimiento de la política financiera del BCE, con el ajuste “más abrupto desde que existe el euro” (los tipos de interés encadenan seis subidas consecutivas desde julio) pasando de un -0,5% al actual 3,5%, acabará repercutiendo en el crecimiento más tarde o más temprano. Según las previsiones de Funcas, para España estaba previsto en el 1,8% este año, aunque advierte de que la posibilidad “sea menor” debido a las decisiones en política monetaria y las consecuencias que está teniendo y tendrá en 2024.

Europa registró, a falta de las cifras de Irlanda, un decrecimiento en su economía tanto en el último trimestre de 2022, como en el primero de este año, lo que considera por el momento una “recesión técnica”. En cualquier caso, considera fundamental “evitar a toda costa una crisis financiera” cuya recuperación es un proceso “largo, penoso y traumático”, como se vio en la de 2008.

Inflación

El bueno, el feo y el malo. Así describió XTB los tres escenarios en los que se podría mover la inflación en un informe presentado el año pasado y que Gil desgrana. El más propicio (el bueno) contempla una “desaceleración económica a cambio de una política monetaria” sin crisis financiera derivada; el segundo (el feo) pone en evidencia las tesis que defienden que la inflación retornaría a niveles prepandemia por una sólida razón: “hemos abandonado en buena parte el factor globalización” y se ha revalorizado la producción local en detrimento de la deslocalizada, más barata pero menos segura en términos de independencia económica.

Así, la crisis financiera protagonizaría el peor escenario posible (el malo), que ya se dejó entrever a finales del año pasado con la crisis de los planes de pensiones en el Reino Unido que el Banco de Inglaterra tuvo que aderezar con un flujo ilimitado de liquidez durante al menos 15 días para contener el “problemón” en el mercado de renta fija. Algo similar a lo que ocurre estos días en la superpotencia mundial, con el colapso de tres entidades que han requerido de la intervención de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés).

Esta serie de batacazos son, para el economista, un reflejo de un dilema mayor: “la regulación que controla al sector [bancario] creo que deja mucho que desear. Lleva pasando desde hace mucho tiempo”. Y es en situaciones de estés financiero cuando salen a la luz posibles malas praxis, agrega Torres, que recuerda que el BCE ya advirtió el pasado otoño respecto al aumento de la banca en la sombra.

Mientras, la institución europea mantiene su ortodoxia financiera con unas subidas de tipos que Romero cree que tienen aún “recorrido al alza”. Principalmente para lograr el objetivo de que la inflación no permanezca en el medio plazo, ya que las previsiones de crecimiento que ahora manejan los expertos podrían no ser “tan favorables” de cara a finales de este año y principios de 2024.

Tenemos que evitar a toda costa una crisis financiera porque sabemos que recuperarse de una es muy largo, penoso y traumático
Raymond Torres, director de Coyuntura y Economía Internacional de Funcas

El tono “beligerante” del BCE es otro aspecto que preocupa a Torres: “para evitar ese escenario, la política monetaria tiene que cambiar el discurso”, que lo único que hace es intensificar la incertidumbre al tomarse decisiones en función de cómo evolucionan indicadores como la economía o el crédito.

Al mismo tiempo, las autoridades han de hacer equilibrios para optar por el menos malo de los escenarios. “Entre la estabilidad financiera y el control de precios, la Reserva Federal lo tiene claro. Estabilidad financiera a toda costa”, sentencia Romero.

Asimetría europea

Si hoy centran toda la atención los tipos de interés, hasta hace poco el foco estaba puesto sobre la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania, precedida a su vez por el parón a nivel mundial causado por la pandemia de Covid-19. Ambos “choques estructurales”, detalla Víctor Ausín, director general de Análisis Macroeconómico del Gobierno de España, comparten su carácter “asimétrico” en el impacto que han tenido en los países miembros.

La dependencia del gas ruso es mayor en zonas como el este de Europa o en potencias como Alemania o Italia, lo que derivó en caídas de las cuotas de mercado de las exportaciones. Un nicho en el que España ha mostrado músculo gracias, valora, al “pacto de rentas implícito entre empresarios y trabajadores”.

Para Torres “son impresionantes” los datos del sector exportador español, creciendo por encima del 20% y siendo el país europeo con un flujo de inversión extranjera directa (IED) estable. Mientras en la zona euro el batacazo ha sido considerable (pasando del 24% en IED antes de la pandemia al 13% en la actualidad), en nuestro país “el descenso es apenas de dos o tres décimas” (del 2,5% al 2,1%, aproximadamente).

El mercado laboral siguió comportándose no bien, sino mejor en el segundo semestre de 2022 porque la afiliación demuestra que se está acelerando la creación de empleo
Víctor Ausín, director general de Análisis Macroeconómico del Gobierno de España

No obstante, cree que el momento es idóneo para “acelerar la unión bancaria”, en línea con lo expresado el pasado jueves por la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, que confió en que esta situación “sirva para completar” esta integración de sistemas bancarios “dando los pasos necesarios para implementar el pilar que falta” como es el fondo de garantía de depósitos europeo (EDIS en inglés), según expresó durante un encuentro organizado por PwC.

Mercado laboral

Entretanto, se mira de reojo al mercado laboral y la afiliación. Este último es, en opinión de Ausín, una señal “muy potente y contemporánea” sobre la situación económica, al contrario que el desempleo, cuyos efectos se manifiestan con un efecto mucho más retardado, coinciden los expertos.

Desde el Gobierno se aprecia cómo “el mercado laboral sigue comportándose no bien, sino mejor en el segundo semestre del año pasado porque la afiliación demuestra que se está acelerando la creación de empleo”. Un indicador que “parece resistir” y el cual, reflexiona Torres, puede verse propiciado por un consumo que aún no se ha visto frenado, quizá porque hay “algo de sobreahorro” en la ciudadanía derivado de la pandemia.

Aunque la guerra de Ucrania finalice, el conflicto en la esfera económica está latente y más vivo que nunca
María Romero Paniagua, socia directora de Economía de Análisis Financieros Internacionales (Afi)

En total, Ausín data dicha bolsa de ahorro acumulada desde marzo de 2020 y hasta el segundo o tercer trimestre del año pasado en unos 50.000 millones de euros. Según las previsiones que maneja el Ministerio de Economía, podría dar “para crecer este año y mitigar la pérdida de poder adquisitivo de muchas familias” por la inflación.

Adiós a la lógica de mercados globalizados

Renovables. La Unión Europea, señala Ausín, ha invertido en la transición hacia las renovables una cifra cercana equivalente al Producto Interior Bruto (PIB) español. En el caso de que el conflicto entre Rusia y Ucrania finalizase, podría darse un “exceso de energía” positivo por su abaratamiento. Romero es más cauta: la dependencia energética actual también se verá “en el futuro” con las renovables debido a la necesidad de ciertos componentes imprescindibles para acometer esta transición que “eminentemente” están en el gigante asiático.

China. Qué va a pasar con esta superpotencia es lo que se pregunta Ausín. “Cuando China despierte otra vez y vea que ha perdido cuota de mercado, seguramente intente luchar por recuperarla” por la vía de los precios, analiza. Para Afi preocupa el factor geopolítico, no ya por el conflicto bélico, sino más bien por un “conflicto en la esfera económica latente y más vivo que nunca. Entre Rusia y China es donde se va a batir, sobre todo, la esfera de las nuevas relaciones comerciales”, opina Romero.

Depósitos. Los analistas están atentos igualmente a la coyuntura derivada de los depósitos financieros. Si estos se empezasen a retirar de las entidades bancarias, se volvería a vivir algo similar a la crisis financiera de 2008, cuando los bancos tuvieron que pagar por estos entre el 3,5% y hasta el 4%. “Son escenarios que nos parecen imposibles de volver a revivir y yo creo que no están tan lejos”, avisa Gil. Por su parte, Torres agrega que las pérdidas en depósitos en EE UU podrían haber alcanzado ya los 620.000 millones de dólares, según el FDIC. Unas “pérdidas latentes” sobre las que hay que actuar para evitar que se conviertan “en reales” y provoquen las temidas fugas de depósitos. Por esta razón, desde Funcas se apuesta por un fortalecimiento de los cortafuegos financieros y una mayor vigilancia.

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