Ir al contenido
_
_
_
_

La dependencia en España: retos y desafíos en la era de la longevidad

¿Pensamos en nuestro futuro y cómo prepararnos financieramente ante él? Anticiparse ante una posible dependencia es fundamental

Hoy en día, España se sitúa como la cuarta nación más longeva del mundo. Las razones que hay detrás, entre otras muchas, son la dieta mediterránea, las condiciones climatológicas o el sistema sanitario. Y, aunque vivir más años es una noticia a priori positiva, ¿qué implicaciones conlleva a medio y largo plazo? ¿Es una situación tan viable y sostenible para nuestra sociedad como cabría pensar?

La realidad es más compleja de lo que parece, puesto que la población española es la que envejece con mayor rapidez (4,3 años), tan solo superada por Portugal, con 4,7 años en esta última década, según datos de Eurostat.

Una situación que no es casual. La generación del baby boom tiene ahora entre 60 y 75 años, lo que está provocando que el número de personas mayores se esté incrementando y, junto con las bajas tasas de natalidad y el previsible aumento de los años de esperanza de vida hace patente un problema demográfico que urge tratar. Según un informe elaborado por el Institute for Health Metrics and Evaluation, España alcanzaría la esperanza de vida más alta en el mundo en 2040, con una cifra de 85,8 años de media, superando incluso a Japón.

Una consecuencia directa de esta evolución demográfica es la dependencia. El Consejo de Europa definió en 1998 el estado de dependencia como “situación de personas quienes, por razones ligadas a la falta o a la pérdida de capacidad física, psíquica o intelectual tienen necesidad de una asistencia y/o ayuda importante para la realización de las actividades de la vida diaria”. Y, aunque llegamos a edades más avanzadas con buena salud, también es una realidad que las generaciones más mayores precisan cada vez en mayor medida de una atención y unos cuidados adecuados a sus circunstancias.

La dependencia consta de distintos grados y niveles. En concreto, en España, hay tres: dependencia moderada, severa y gran dependencia.

Las causas más frecuentes suelen estar directamente relacionadas con factores tanto físicos como cognitivos. Pero, independientemente del grado y de la causa, una dependencia conlleva, inevitablemente, una serie de gastos que debemos tener en cuenta a la hora de pensar en nuestro futuro para estar preparados y ganar tranquilidad. Por eso, es tan importante contar con el asesoramiento adecuado que nos ayude a plantear diferentes escenarios y a tiempo.

Ayudas a la dependencia: lista de esperas y cuantías

Llegados a este punto, conviene preguntarse: ¿cómo se aborda este problema en España? ¿Qué alcance tiene? ¿Cómo se traduce la situación en números?

“Somos el primer país por dependencia y el segundo por longevidad, y esta última no va siempre acompañada con salud. Por ello, la dependencia es una situación que nos puede afectar a todos en algún punto de nuestra vida”, señala Belén Alarcón, socia y directora de Asesoramiento patrimonial de Abante.

Según datos ofrecidos por la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales (ADYGSS), hay “35.000 personas que están pendientes de una plaza residencial y que son grandes dependientes o dependientes severos". Y en total, la cantidad de personas que están en la lista de la dependencia que esperan algún tipo de trámite roza las 400.000.

Entre 2021 y 2022, fallecieron 45.360 personas que se encontraban en las listas de espera, de las que más del 40 % estaban pendientes de que conocer qué grado de dependencia se les había valorado, mientras que el resto falleció sin la resolución de la prestación, según datos del XXIII Dictamen del Observatorio Estatal de la Dependencia de la asociación.

En cuanto a las listas de espera que existen en España, la normativa establece un plazo de 6 meses para resolver las valoraciones. Los datos analizados demuestran que las únicas comunidades que cumplen el periodo estipulado son Castilla y León y País Vasco. Y, de hecho, en algunas comunidades el plazo supera el año.

En esos casos, solo existe sanción si se lleva por la vía judicial. Todas estas cifras ponen de relieve la complejidad de un problema demográfico que es necesario conocer y abordar para encontrar las soluciones más adecuadas.

Cuantías de las ayudas

Este julio de 2023, el Gobierno sacó un decreto con el que elevan las cuantías de las ayudas a la dependencia y las horas de asistencia a domicilio. Con esta medida se está tratando de mejorar el sistema vigente de ayudas a la dependencia.

Actualmente, las cantidades que se otorgan dependen de las comunidades autónomas, que deciden el importe final. Se establecen unos máximos estatales y cada comunidad decide cómo aplicar rebajas para decidir la suma definitiva que reciben las personas dependientes. El decreto recientemente publicado especifica, que para rebajar una ayuda máxima hay que tener en cuenta los ingresos.

Las nuevas cuantías entraron en vigor el pasado 1 de agosto. Para las personas valoradas como dependientes de grado I, la cantidad mínima se ha establecido en 100 euros mensuales. En el caso de las personas grado II, la ayuda mínima asciende a 150 euros y, para los de grado III, a 200 euros.

Protegerme ante una situación de dependencia

Como vemos, a medida que la población envejece, la probabilidad de que se desarrollen situaciones de dependencia se incrementa y las ayudas no siempre cubren todos los gastos que esta puede ocasionar. En este escenario, analizar y conocer las opciones que tenemos para ganar tranquilidad respecto al futuro, sabiendo que podríamos afrontar las necesidades que nos surgieran y contar con las herramientas adecuadas para tomar las mejores decisiones es fundamental.

Para trazar nuestro plan de futuro, incluyendo la planificación de la previsión, para estar preparados ante posibles contingencias o imprevistos, es necesario contar con un asesoramiento adecuado y profesional.

Más información
¿Quieres protegrte ante una situación de dependencia?

Más información

Archivado En

_
_