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La banca deberá avisar de que los fondos con rentabilidad objetivo pueden dar pérdidas

La CNMV exigirá a las gestoras que informen de las trabas a la liquidez de estos productos

Una persona sale del edificio de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en Madrid.
Una persona sale del edificio de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en Madrid.Pablo Monge
Miguel Moreno Mendieta

Los fondos de inversión con objetivo de rentabilidad han sido el producto más vendido en España en 2022. Son un producto que tiene por debajo una cartera de bonos soberanos y en la que la gestora comunica al cliente qué rendimiento calcula que pueden tener hasta su vencimiento. Pero la CNMV cree que los bancos tienen que ofrecer mayor transparencia en estos productos y exigirá que se informe al cliente de que puede sufrir pérdidas.

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha sometido a consulta pública una guía técnica sobre los fondos que tienen una estrategia de comprar y mantener fondos de renta fija. El año pasado se registraron 32 fondos de inversión con ese perfil y 41 con objetivo concreto de rentabilidad.

Uno de los últimos lanzamientos es el Fondo Naranja Rentabilidad 2025 IV, un fondo de renta fija con un objetivo de rentabilidad estimado no garantizado del 2% TAE. Otros ejemplos son el  BBVA Bonos 2025, el Kutxabank Horizonte 17, el Caixabank Deuda Publica España Italia 2025... Las cifras de captaciones son mareantes. Los fondos de renta fija a largo plazo han captado 16.000 millones de euros. Y los fondos de rentabilidad objetivo otros 5.200 millones. Eso, en un ejercicio en el que los fondos de renta fija han registrado las mayores pérdidas de su historia, con desplomes medios del 8%.

La subida de los tipos de interés que por un lado provocaron la depreciación de los fondos de inversión de bonos, también han propiciado que todas las gestoras, sobre todo las bancarias, hayan renovado su oferta con este tipo de productos, con rentabilidades más atractivas.

¿Cómo funciona esta inversión?

 

Cesta. La gestora del fondo compra una cartera de bonos, para un plazo determinado. Puede ser deuda pública española que vence en 2025 o 2026. Esos títulos ofrecen una rentabilidad media de, pongamos, un 2,95%. Tras descontar sus comisiones de gestión, la firma comunica al cliente que con este fondo puede tener un retorno del 2,2%. Siempre que España no quiebre, claro.

Vencimiento. La clave para lograr la rentabilidad que la gestora ha calculado es mantener la inversión durante el plazo previsto. Si se hace, el fondo recuperará el dinero invertido en los bonos y el partícipe obtendrá el rendimiento previsto.

Liquidez. El problema viene cuando la persona quiere recuperar su dinero antes de que se alcance la fecha de vencimiento. Los bonos que están en la cartera se negocian en mercados secundarios y pueden perder valor, lo que hace que descienda el valor liquidativo del fondo. Para tratar de limitar las salidas, las gestoras exigen en esos rescates anticipados que el cliente pague una comisión extra de reembolso.

 

De acuerdo con la guía que pretende aprobar la CNMV, los bancos que vendan estos fondos deberán avisar a los clientes de que "las inversiones en renta fija realizadas por el fondo tendrían pérdidas si los tipos de interés suben, por lo que los reembolsos realizados antes del vencimiento de su horizonte temporal pueden suponer minusvalías para el inversor".

Un ejemplo. Si un fondo está invertido en bonos españoles e italianos a tres años con cupones del 2%, pero los tipos suben más y las nuevas emisiones de España e Italia para esos plazos superaran el 4%, la cartera del fondo se devaluaría. Los inversores podrían conseguir mejores retornos con las nuevas emisiones. Eso provocaría que el valor liquidativo del fondo cayera. En el plazo fijado de objetivo de rentabilidad lo normal es que el cliente consiga el rendimiento objetivo, pero por el camino puede haber curvas.

Un asesor financiero que trabaja en Sevilla bromea con la apelación para este tipo de productos. "Les llamamos los fondos 'ya si eso', como el antiguo compañero con el que te cruzas y hablas de 'ya si eso quedamos a cenar'. Aquí es lo mismo, 'ya si eso tendrás un 3% de rentabilidad', pero pueden pasar muchas cosas por el camino".

La CNMV también quiere que los vendedores de fondos dejen muy claro al cliente cómo funcionan las ventanas de liquidez. Tendrán que informar de que "los reembolsos realizados con anterioridad a la fecha de vencimiento soportarán una comisión de reebombolso excepto si se ordenan en las ventanas previstas".

Este tipo de fondos, al tratarse de carteras bastante rígidas, tratan de limitar al máximo las posibles salidas de dinero por parte de los clientes. Y lo hacen imponiendo comisiones extra si se saca el dinero antes de tiempo.

El supervisor de los mercados también quiere que se mencione expresamente que este tipo de productos "puede tener una rentabilidad inferior a la inflación, por lo que la rentabilidad real puede ser negativa".

También es muy importante que la gestora avise de que las rentabilidades no están garantizadas. Algo que ya venían haciendo. Cuando se lanzan fondos garantizados, la firma tiene que contratar coberturas para cubrir el riesgo de impago en los productos que hay en cartera. Ese gasto hace que la rentabilidad del fondo sea menor.

Sobre la firma

Miguel Moreno Mendieta
(Madrid, 1979) es licenciado en Derecho y Economía por la Universidad Carlos III. También cursó el Máster de Periodismo de El País. Se incorporó al periódico Cinco Días en 2006, tras pasar por la web de El País y Mi cartera de Inversión. Escribe sobre el sector financiero, con un foco especial en fondos de inversión y los seguros.

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