Las comisiones de los fondos han caído en un tercio en diez años por los ETF y los nuevos jugadores
Las comisiones de nuevos productos de inversión pasan del 1,55% a menos del 1,1%
Los fondos de inversión cada vez son más baratos. Gracias en buena medida al empuje comercial de los fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés) y de la llegada de nuevos jugadores con un perfil eminentemente digital. De acuerdo con un estudio publicado por ESMA, el regulador europeo de los mercados financieros, de 2012 a 2021 los costes medios de los nuevos fondos se han reducido un tercio, al pasar del 1,55% anual a poco más del 1,1%.
El principal coste que afrontan quienes invierten en fondos de inversión es la comisión de gestión, que es lo que cobra la gestora por comprar y vender activos financieros para los partícipes del fondo. Pero no es el único. También hay comisiones de depósito y custodia, comisiones de suscripción o de reembolso anticipado, comisiones de éxito, además de gastos propios de la operativa de compraventa de acciones, bonos y derivados. Todos esos gastos los afronta el fondo. Es decir, que corren por cuenta de los clientes. Cuantos más gastos, menos rentabilidad.
La buena noticia es que cada vez se reducen más estos costes internos. De acuerdo con el informe de ESMA, un fondo de inversión europeo tenían unos gastos anuales medios del 1,57%, al cierre de 2021, el momento que se toma de referencia para recabar los datos. “Este porcentaje supone una caída del 9% respecto a los datos que había en 2017”, explican los autores del estudio.
Aunque las diferencias pueden parecer pequeñas, hay que recordar que estos costes y comisiones están calculadas para cada año, y se pagan en relación al total al dinero invertido. Así, para una persona que invirtiera 10.000 euros en un fondo que combinara acciones y bonos (los más frecuentes), habría logrado 10 años después tener acumulados 18.500 euros. Sin embargo, tendría que descontar de esa cantidad 3.000 euros correspondiente al pago de gastos.
Si se computara en términos reales (descontando la inflación), habría que descontar otros 2.000 euros. Así que los 10.000 euros originales quedarían en solo 13.500 euros.
Una tecnología financiera innovadora
Liquidez. Los fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés) se crearon hace 30 años. Son un activo financiero mitad acción, mitad fondo de inversión. Por una parte, se pueden comprar y vender al momento en los mercados en que cotizan, como los títulos de renta variable. Pero, al a vez, permiten invertir en una cartera diversificada de acciones o bonos. A veces con más de 1.000 referencias por debajo.
Indexación. Hay ETF que replican la evolución del Nasdaq, del Ibex 35, del S&P 500... Pero también los hay que replican la evolución de índices de bonos. Al no haber un gestor que se dedique a seleccionar activos, los costes pueden ser mucho más baratos. En algunos casos de menos del 0,2% al año.
Fiscalidad. En España, los fondos de inversión permiten pasar el dinero de un producto a otro sin tener peaje fiscal, a diferencia de los ETF. Por eso, aquí se han desarrollado más los fondos de inversión indexados que los fondos cotizados.
Desde el supervisor europeo de los mercados se subraya que, aunque la tendencia a la baja de los costes es evidente, “las bajadas parece que cada vez están siendo más suaves”. Aún así, los gastos que afronta un inversor europeo siguen siendo mucho mayores que los de los inversores estadounidenses.
Gestión pasiva
La caída de costes se está produciendo por varios factores. Primero, el constante crecimiento de la industria, que puede beneficiarse de importantes economías de escala. Segundo, la irrupción de los ETF, que replican la evolución de índices financieros con comisiones muy baratas, porque no tienen que pagar a un gestor que se dedique analizar compañías o bonos, para invertir en ellos. Y, tercero, por la irrupción de nuevos jugadores, como les brókers digitales o los asesores automatizados.
El segundo y tercer punto están muy vinculados. El informe destaca el papel que están teniendo los llamados neobrókers, como Degiro, Trade Republic, Scalable Capital y eToro, a la hora de distribuir estos ETF de bajo coste. Y recuerda que a finales de 2021 ya sumaban más de dos millones de clientes en Reino Unido y otros 11 millones en el resto de Europa, cuando en 2017 no alcanzaban en el Viejo Continente ni los cuatro millones de usuarios.
Según recuerda el informe de ESMA, los costes vinculados a los fondos de inversión activos llegan a ser cuatro veces superiores a sus equivalentes en gestión pasiva. En los fondos de Bolsa activos, los gastos medios fueron en 2021 del 1,37% mientras que en los fondos pasivos de Bolsa se situó en el 0,36%.