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Hacer lo mínimo indispensable: la ‘Gran Dimisión’ a la española

El porcentaje de trabajadores quemados y desmotivados aumenta en España, según el último informe de Hays

Casi la mitad de los trabajadores españoles lleva mas de seis años en su puesto de trabajo
Infografía: Belén Trincado
Pepe García

Son las 9.00 de la mañana. Una trabajadora llega a su puesto de trabajo, se pertrecha con unos auriculares con micrófono y revisa los objetivos diarios: "¿500 llamadas?". La chica se parte de risa. "Vamos a hacer 50", dice. Esta es la recreación de una tiktoker estadounidense del fenómeno llamado quiet quitting –renuncia silenciosa–, una tendencia que algunos medios como el New York Times o el Wall Street Journal han catalogado como uno de los nuevos síndromes laborales que afecta a las generaciones jóvenes. Sin embargo, en España la actitud pasiva frente al desempeño del empleo no tiene nada de novedosa.

La tendencia se encuentra al alza. El 61% de los trabajadores españoles afirma sentirse desmotivado con su trabajo y el 45% muestra síndrome del trabajador quemado –comúnmente llamado burnout–. En 2022, la falta de motivación subió 14% y el burnout un 7%, según la consultora de selección de personal Hays. Las empresas, por su parte, no perciben tal hartazgo de sus empleados: el 78% considera que sus trabajadores están motivados.

Los motivos del hastío son, en parte, emocionales. "La gente habla mucho más de buscar un trabajo con propósito. Tiene más interés en su impacto en la sociedad, sobre su familia y su salud mental. En España hay reflexiones, pero la reflexión en ningún caso es 'dejo de trabajar' sino 'cómo lo encajo en el resto de mi vida", afirma Christopher Dottie, director de Hays en el sur de Europa.

Pero, también son económicos. Cuando se les pregunta a los trabajadores sobre cómo afrontar su desmotivación tienen la respuesta clara: dinero. El 65% de los empleados españoles afirma que un incremento salarial les devolvería el espíritu de trabajar, mientras que aumentar el reconocimiento o la flexibilidad laboral tan solo solucionaría el 35% y el 24%, respectivamente, del problema del trabajador quemado, consideran.

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¿Por qué no renunciar?

El mercado laboral español es rígido, debido al alto desempleo, que ronda el 13%, y a la segunda tasa de temporalidad más alta de Europa. Trinidad Vega, Directora de Operaciones del Grupo Adecco explica que, culturalmente, a los españoles les cuesta asumir el riesgo que supone cambiar de empleo, ya que "genera mucha incertidumbre, seguimos teniendo una mentalidad del trabajo para toda la vida", cuenta.

De hecho, los datos del INE indican que el porcentaje de trabajadores que lleva trabajando más de seis años en su puesto de trabajo no ha hecho más que aumentar. Desde 2007 supera la barrera del 40% de la población activa y en 2022 alcanzó el 46%. Aunque estos trabajadores estén quemados, Dottie afirma que evitan buscar alternativas laborales porque "el modelo laboral es tan rígido que no van a renunciar a los 10 o 20 años de indemnización que les correspondería".

Por otro lado, en muchas ocasiones, las oportunidades laborales implican movilidad geográfica y, en España, muy pocos profesionales están dispuestos a mover su residencia para incorporarse a un nuevo puesto de trabajo. "Incluso a nivel nacional los españoles buscamos empleos cerca de donde vivimos, aunque esta tendencia esté también cambiando", afirma Vega.

¿Sin gran renuncia?

La gran renuncia ha sido un fenómeno ampliamente estudiado en EE UU. "Tras la pandemia [los trabajadores] han hecho porfolio, buscado nuevas oportunidades, han querido cambiar de estilo de vida...", explica Dottie. Merced a estas reflexiones vitales, casi 50 millones de estadounidenses abandonaron el mercado laboral entre 2020 y 2022, según la oficina de estadísticas laborales estadounidense.

La Gran Recesión no se produjo en España. Según explica la experta de Adecco, el mercado laboral español y el estadounidense son muy diferentes. Mientras el nuestro es todavía muy rígido, el estadounidense es dinámico. Además, es relativamente sencillo encontrar oportunidades de empleo. En España dejar el trabajo genera mucha más incertidumbre y aventurarse a incorporarse a uno nuevo se afronta con miedo a la temporalidad.

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Sobre la firma

Pepe García
Redactor de la sección de Economía de Cinco Días. Estudió Ciencias Políticas y Sociología en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y cursó el Máster de periodismo UAM - EL PAÍS.

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