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A fondo
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Límites a los precios de la energía: ¿de qué estamos hablando?

Son medidas serias y que deben ser solo temporales. Pero las verdaderas soluciones son estructurales, como la reforma del mercado eléctrico

Una de las principales consecuencias económicas de la guerra de Rusia contra Ucrania está siendo la fuerte elevación de los precios de la energía. Esto supone un problema doble: por un lado, Rusia, uno de los principales exportadores mundiales de petróleo y gas, ve sus ingresos públicos aumentar, contando así con más recursos para financiar la guerra; por otro, los hogares e industrias de la UE se enfrentan a una insoportable elevación de sus facturas. Por ello, ha proliferado la adopción a nivel internacional, europeo y nacional de un conjunto de medidas, calificadas como topes a los precios de la energía. Pero, ¿de qué estamos hablando? ¿Sirven todas estas medidas los mismos propósitos? ¿Son todas eficaces y recomendables? Veámoslo.

Comenzando con el plano internacional, el pasado 5 de diciembre, el G7 y la UE acordaron la introducción de un tope a los precios del petróleo ruso transportado por mar en 60 dólares/barril. Pero para entonces, los países del G7 y de la UE habían prohibido ya la importación a sus territorios de petróleo ruso. Entonces, ¿qué sentido tiene este límite al precio? La mayor parte de los servicios financieros y de aseguramiento de transporte marítimo tienen sede en la UE o en Reino Unido. Sin estos servicios, no se puede llevar a cabo el transporte marítimo. Con el límite al precio, se prohíbe la prestación de estos servicios o el transporte del petróleo por un carguero de uno de estos países si la cotización del petróleo ruso excede de los 60 dólares/barril.

¿Está funcionando esta medida? Ese mismo 5 de diciembre, el precio spot del petróleo de los Urales cayó por debajo de los 60 dólares/barril y se mantiene así desde entonces. Según el Centre for Research on Energy and Clean Air, el límite al precio del petróleo, así como la prohibición de importación, supone un coste diario para Rusia de 160 millones de euros. No obstante, Rusia sigue obteniendo 640 millones de euros al día por la exportación de combustibles fósiles. Por ello, el 5 de febrero, entrará en funcionamiento otro límite al precio de los productos petrolíferos refinados. Asimismo, hay voces que abogan por reducir el límite al precio del petróleo por debajo de los 60 dólares/barril.

Pasemos ahora a la UE. Una de las principales referencias en términos de gas natural es la cotización del TTF, al que están referenciados muchos contratos a largo plazo. No obstante, como consecuencia de las tensiones vividas por la guerra, la cotización del TTF se disparó el año pasado, tocando máximos en agosto. Por ello, desde la UE, se han planteado dos medidas: por un lado, la búsqueda de un índice alternativo y más representativo; por otro, la fijación de un límite al precio del TTF. Precisamente, el pasado 19 de diciembre, se acordó el límite al precio del TTF, conocido legalmente como mecanismo de corrección de mercado, que entrará en vigor el próximo 15 de febrero.

Para activar el mecanismo, es necesario que, durante al menos tres días, el precio del TTF alcance los 180 euros/MWh y que esté 35 euros más caro que el gas natural licuado (GNL). Una vez activado, no se permitirán transacciones que superen la suma del precio del GNL y 35 euros. Cuando el precio del GNL sea inferior a 145 euros, el límite será de 180 euros. Una vez activado, el mecanismo se mantendrá durante 20 días. El mecanismo se aplicará a los derivados del TTF entre 1 mes y 1 año. No obstante, a instancias de países como Alemania y Holanda, poco convencidos con la intervención en precios que supondría, se introdujeron importantes cláusulas de desactivación.

¿Está funcionando esta medida? Si este mecanismo hubiera existido en 2022, se habría activado más de 40 días en los meses de agosto y septiembre. El pasado 23 de enero, la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) y la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER) publicaron sendos informes de valoración. En ellos, apuntan que el mecanismo no ha tenido por el momento ningún efecto positivo ni negativo, pero de activarse, podrían generarse inconvenientes. ESMA indica que la distorsión sobre la señal de precios podría llevar a inversores a evitarlo por distintas vías, generando problemas de liquidez, transparencia y estabilidad financiera. ACER apunta que las probabilidades de que el mecanismo se active en los dos próximos años son, en principio, reducidas, pero de llegar a hacerlo, habría riesgos en forma, por ejemplo, de posibles divergencias de precios entre mercados europeos de gas.

Y terminamos ya con el nivel nacional, en concreto, con el mecanismo ibérico. El mercado eléctrico es marginalista. Ello implica que, en cada tramo horario, el precio de la electricidad lo fija la tecnología más cara. Con las fuertes subidas del precio del gas, las tecnologías más caras son las que emplean el gas, por ejemplo, las centrales térmicas. Ello reporta grandes beneficios para el resto de tecnologías inframarginales, como las renovables, que con unos costes muy inferiores, cobran el mismo precio que las centrales térmicas. Pues bien, el mecanismo ibérico busca precisamente desmarginalizar parcialmente el mercado, limitando el precio del gas que utilizan las centrales térmicas y que es repercutido en las ofertas que terminan fijando el precio de la electricidad en el mercado mayorista. Durante los seis primeros meses de vigencia del mecanismo, el precio de referencia del gas será de 40 euros/MWh, aumentando 5 euros al mes hasta terminar en 70 euros/MWh. Las centrales térmicas son compensadas por los consumidores por la diferencia entre el precio de mercado del gas y el precio de referencia.

¿Está funcionando esta medida? Todo parece indicar que sí. Basta ver los precios diarios en los mercados mayoristas de electricidad de la UE. Según el Ministerio de Transición Ecológica, esta medida ha supuesto ya un ahorro superior a los 4.500 millones de euros. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la medida tiende a incentivar el consumo de gas, y va en sentido contrario a los esfuerzos de descarbonización, y las exportaciones de electricidad subvencionada por el consumidor español a otros países.

Los límites a los precios son una medida muy seria y que habitualmente salen mal, por distorsionar las señales del mercado. Bien está que se establezcan límites para evitar el enriquecimiento de Rusia o que se introduzcan mecanismos, como el ibérico, para limitar el impacto de situaciones anómalas del mercado. Pero esto ha de ser temporal. Es necesario promover medidas estructurales, como la reforma del mercado eléctrico. En este sentido, habrá que ver la propuesta que al respecto haga la Comisión Europea en este primer trimestre.

Judith Arnal es Técnico Comercial y Economista del Estado y Doctora en Economía. Colaboradora de Agenda Pública

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