Reino Unido se distancia de la UE e inevitablemente entrará en recesión
Los expertos aseguran que el país se enfrenta a la escasez de mano de obra y a problemas comerciales relacionados con el Brexit
Reino Unido marcha a contracorriente del resto de Europa. Mientras la economía del bloque parece librar los embates de la guerra, la inglesa no hace más que empeorar. Su producción ha caído en enero al ritmo más rápido desde el comienzo de la pandemia y el déficit presupuestario del gobierno se ha ampliado a nivel récord, lo que agudiza las posibilidades de que el país caiga en recesión. El índice de producción compuesto de S&P Global ha caído hasta los 47,8 puntos frente a los 49 puntos de diciembre, lo que lo coloca muy por debajo del umbral neutral por sexto mes consecutivo.
El panorama inglés se contrapone al de la eurozona, que ha crecido en enero por primera vez en seis meses, según el índice PMI. Chris Williamson, economista jefe S&P Global ha precisado que esta estabilización de la economía aumenta la posibilidad de que la región escape de la recesión, si bien aún no está fuera de peligro. Por contra, los analistas de la corporación considera que el declive en Reino Unido se ha agudizado por los conflictos laborales, la escasez de personal, las pérdidas de exportaciones, el aumento del costo de vida y las tasas de interés más altas.
Las cifras devoran las esperanzas de que el Reino Unido pueda evitar un frenazo económico en 2023 y aumenta la presión sobre el primer ministro Rishi Sunak para que diseñe un plan que impulse al país y resuelva las disputas laborales que tienen paralizado a algunos sectores como el de salud. Tras su llegada al gobierno, en octubre del año pasado, el primer ministro elevó las tasas impositivas a su nivel más alto desde la Segunda Guerra Mundial con el objetivo de financiar los subsidios a la energía. No obstante, esta medida está menguando el dinero de los consumidores mientras los ingresos del Tesoro aumentan (crecieron un 11% en el ejercicio económico, hasta diciembre).
Los problemas son a corto y largo plazo, pues según S&P Global, el país enfrenta "un daño continuo por problemas estructurales como la escasez de mano de obra y los problemas comerciales relacionados con el Brexit". Con todo, hay algunos aspectos positivos, el más importante: las ligeras mejoras en la tasa de inflación. El IPC en diciembre fue del 10,5%, dos décimas menos que el mes anterior. Los analistas de Bloomberg señalan que esta caída, unida a la última encuesta de S&P Global, respaldan la idea de que el Banco de Inglaterra dejará de subir tipos en breve. En concreto, auguran un aumento de 50 puntos básicos en febrero y otro de 25 puntos en marzo, tras el cual habrá una pausa.