El Banco de España autoriza a Monei una prueba piloto para la primera emisión de ‘euros digitales’
Se trata de un proyecto nacido en el marco del sandbox Busca ser el embrión del euro digital que estudia el BCE
El euro digital está más cerca de hacerse realidad. El Banco de España ha autorizado a la fintech Monei a emitir sus euros digitales. Se trata de un proyecto desarrollado en el marco del sandbox financiero que arranca hoy su prueba piloto y que pretende ser el embrión del euro digital que está diseñando el Banco Central Europeo (BCE).
Esta fase de pruebas estará cerrada a un reducido grupo de personas para testar la aplicación. De momento, solo estará disponible para operaciones dentro de España. Para conseguir los euros digitales, el usuario tiene que introducir su número de teléfono, cotejar su identidad mediante identificación por vídeo, y cargar el monedero con euros reales a través de Bizum.
De forma automática, la aplicación crea tantos euros digitales como euros reales ha depositado el usuario y los podrá enviar al resto de particulares o empresas registradas. El dinero estará custodiado en dos cuentas de salvaguarda de BBVA y CaixaBank y se podrá canjear por euros físicos en cualquier momento. La compañía detalla que siempre existirá el mismo número de euros digitales que euros que los respaldan.
Tras la fase de pruebas se elaborarán los informes y una vez recabada la información, el Banco de España deberá decidir si autoriza a Monei a abrir el servicio al público en general. Aunque estos euros digitales no serán los que emita el BCE, la intención de la compañía es que sirva de proyecto inicial y que se pueda extender a otros países europeos.
“Son proyectos diferentes, pero es muy probable que haya confluencias en el camino. Hemos sido los primeros en Europa en poner en funcionamiento un proyecto de este calado. De momento, el Banco de España ha decidido que haya un ente privado que sea el que lo lidere. Podría ser una prueba piloto para el BCE. El Banco de España ha sido el más rápido e innovador, y puede que se siente con el BCE y diga que tenemos el producto, que está regulado y supervisado y a partir de ahí se le dé forma”, explica Álex Saiz Verdaguer, consejero delegado y fundador de Monei.
Por su parte, fuentes del Banco de España detallan que negociará el protocolo de pruebas con el promotor, es decir, analizará los detalles del proyecto, los participantes, los plazos para las pruebas y las garantías presentadas que se formalizarán en un protocolo de pruebas que aún no está firmado y que es imprescindible para poder comenzar la fase de pruebas.
"El proyecto de Monei presenta una solución que usa la tecnología blockchain para realizar operaciones de pago por medio de un token digital estable frente al euro y vinculado potencialmente a bonos del Tesoro verdes. Este proyecto no tiene nada que ver con el euro digital. No se trata de un prototipo ni de una prueba piloto para el euro digital. De hecho, no se puede llamar euro digital a la moneda que emitan en las pruebas. El resultado de las pruebas de Monei no tendrá ninguna relación ni ninguna repercusión en el desarrollo del euro digital que está estudiando el Eurosistema", señalan portavoces del supervisor.
Aplicaciones prácticas
El proyecto del euro digital es uno de los grandes desafíos del supervisor para los próximos años. Aunque los bancos ya ofrecen la posibilidad de realizar transferencias, pagos y envíos de dinero online, la creación de un euro digital abre un gran abanico de posibilidades en cuanto a pagos programables que con los sistemas tecnológicos actuales no son posibles.
De esta forma, se permitirá programar el envío de dinero siempre que se cumplan ciertas reglas. Por ejemplo, ofrecerá la posibilidad de enviar desde cientos de euros a fracciones de céntimos cada cierto intervalo de tiempo, según detalle Saiz Verdaguer.
En las domiciliaciones de pagos, se podrá programar que si la cuenta tiene poco saldo el cargo se ejecute unos días después cuando haya aumentado el dinero disponible. También, permitirá que un empleado decida cómo prefiere cobrar su nómina: cada día, cada semana, o cada 15 días. Igualmente, prorratear un pago mensual en pagos diarios para poder hacer frente a algún coste que el usuario no pueda abonar en ese momento.
En el caso de los comercios, podrán digitalizar y programar el pago diario a sus proveedores según el consumo que haya habido ese día.
El BCE anunció en julio de 2021 había puesto en marcha el proyecto del euro digital en dos fases. En una primera, que finalizará en 2023, se realizará una investigación que abordará cuestiones clave relacionadas con el diseño y la distribución de la divisa. Tras esa fase, arrancará un periodo de implementación, que se alargará posiblemente hasta 2026, por lo que el euro digital no se lanzaría como pronto hasta entonces.
El BCE aseguró entonces que en el diseño del euro digital se trabajará para garantizar que la divisa sea un medio de pago, y no una forma de inversión, para preservar la estabilidad financiera de la zona euro. La institución apuntó que el futuro euro digital “debe poder satisfacer las necesidades de los europeos y, al mismo tiempo, ayudar a prevenir las actividades ilícitas y evitar cualquier impacto indeseable en la estabilidad financiera y la política monetaria”.
El supervisor también ha puntualizado que si se llegara a emitir un euro digital, este no sustituiría al efectivo ni a otros medios de pago existentes, sino que los complementaría, convirtiéndose en una opción más para realizar pagos, lo que contribuiría a la accesibilidad y a la inclusión financiera
A finales de septiembre, el BCE seleccionó a CaixaBank, Worldline, EPI, Nexi y Amazon para colaborar en el desarrollo del prototipo del euro digital.