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Informe de la OIT

Perspectivas mundiales del mercado laboral en 2023: menos empleos y peor pagados

El organismo internacional prevé un escaso aumento de la ocupación del 1% y que no se recuperen los puestos perdidos por la pandemia de Covid hasta 2025

Trabajadores de origen marroquí recogen lechugas iceberg en un campo de Murcia para ser vendidas al Reino Unido.
Trabajadores de origen marroquí recogen lechugas iceberg en un campo de Murcia para ser vendidas al Reino Unido.EFE
Raquel Pascual Cortés

El empleo en el mundo crecerá un escaso 1% este año, menos de la mitad del aumento registrado en 2022, según prevé la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su último informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo: tendencias 2023, donde también se alerta de que la actual desaceleración económica mundial "obligará a más trabajadores a aceptar empleos de menor calidad, mal pagados y carentes de seguridad y protección social". Esto, según advierten los economistas de este organismo, acentuará las desigualdades generadas por la crisis del Covid-19.

Junto a esta clara desaceleración de los mercados laborales prevista por la OIT, en 2023 también se interrumpirá la tendencia a la baja del desempleo mundial registrada en 2021 y 2022. De hecho, este año se registrarán unos tres millones de parados más en todo el mundo, hasta alcanzar 208 millones de desocupados, lo que es equiparable a una tasa de paro mundial del 5,8%. Con esta interrupción de la tendencia a la baja del paro, 2023 podría cerrar con 16 millones de personas desempleadas más que en 2019, antes de la crisis sanitaria.

Además, este moderado aumento del paro mundial en tres millones de personas será culpa, sobre todo, "de la escasa oferta de trabajo en los países de altos ingresos", entre los que podría ubicarse España. En términos generales, el empeoramiento de la situación de los mercados mundiales de trabajo obedecen principalmente, según estos expertos, "a nuevas tensiones geopolíticas y al conflicto de Ucrania, así como a la dispar recuperación tras la pandemia y a las frecuentes interrupciones de las cadenas de suministro a escala mundial".

A estas causas suman que la crisis de los precios está mermando progresivamente el poder adquisitivo de la renta disponible de los hogares y reduce la demanda agregada. Junto a ello, el endurecimiento de la política monetaria de los Bancos Centrales no solo restringe las condiciones de financiación de las economías avanzadas, sino que sus efectos indirectos repercuten también en las economías emergentes y en desarrollo.

Todo esto, advierten, ha dado lugar a una situación de estanflación, muy común entre los Estados, y que se produce cuando se conjugan simultáneamente una inflación elevada y un crecimiento económico insuficiente. Esto no ocurría de forma tan generalizada desde la década de los años 70. En esta situación, caracterizada por una "policrisis", el crecimiento del PIB mundial podría situarse por debajo del 2%, "lo que acarrearía graves consecuencias para la creación de empleo", advierten.

Es en este escenario es en el que, además del desempleo, "la calidad del empleo sigue constituyendo una de las principales inquietudes" de este organismo. Al hecho de que muchos trabajadores se vean obligados a aceptar empleos de peor calidad, peor remunerados y en ocasiones de menos horas de las deseadas, la OIT alerta sobre un aumento de las personas en situación de pobreza laboral, debido a la pérdida de poder adquisitivo que se está produciendo debido a que los precios aumentan a un ritmo más rápido que los ingresos nominales por trabajo.

Debido a todas estas circunstancias, el director del Departamento de Investigadores de la OIT y coordinador de este informe, Richard Samans, aseguró que "el menor ritmo de aumento del empleo a escala mundial significa que las pérdidas ocasionadas durante la crisis del Covid-19 probablemente se compensen antes de 2025".

Diferencias territoriales

No obstante, existen importantes diferencias regionales en estas previsiones. Mientras que en África y en los Estados árabes registrarán aumentos del empleo del 3% como mínimo, pese a lo cual sus abultadas poblaciones en edad de trabajar harán que sus tasas de desempleos solo disminuyan algunas décimas (del 7,4% al 7,3% en los Estados africanos y del 8,5% al 8,2% en los países árabes).

En Europa y Asia central se producirá el efecto opuesto. Estos países se verán particularmente afectados por los efectos económicos del conflicto de Ucrania. Pero aunque esto provocará destrucción de empleo en 2023, la OIT prevé que la tasa de paro se eleve solo levemente debido al insuficiente aumento de la población en edad y disposición de trabajar (población activa).

Por su parte, en Asia y el Pacífico, así como en América Latina y el Caribe, se prevé que el aumento anual del empleo se sitúe, como la media mundial, en el 1% y se producirá también un aumento del desempleo.

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Sobre la firma

Raquel Pascual Cortés
Es periodista de la sección de Economía, especializada en información sobre empleo, Seguridad Social, pensiones y relaciones laborales. Licenciada en C.C. de la Información por la U. Complutense, empezó a trabajar en Cinco Días en 2000 y antes pasó por las secciones de política y economía de la agencia Europa Press y por el diario Soria 7 Días.

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