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China capitula con sus cotizadas en EE UU, pero todos salen ganando

Pekín concede un acceso “sin precedentes” al supervisor estadounidense para comprobar las auditorías de las empresas del país que se negocian en Nueva York

Bolsa de Nueva York.
Bolsa de Nueva York.BRENDAN MCDERMID (REUTERS)

El jueves, el Consejo de Supervisión Contable de Empresas Cotizadas de EE UU anunció que había conseguido una rara victoria ante Pekín, que le había concedido un acceso “sin precedentes” para comprobar las auditorías de las firmas chinas que cotizan en Nueva York. La batalla dura más de una década.

El organismo advirtió de que el avance “no debe malinterpretarse en modo alguno como un visto bueno” para Alibaba y compatriotas. Aun así, cualquier signo de descongelación es bienvenido para los inversores. Cuando los legisladores de EE UU aprobaron la Ley de Responsabilidad de Empresas Extranjeras de 2020, que puede excluir de Bolsa a firmas con auditores que denieguen el acceso al Consejo, muchos asumieron que 2023 daría lugar a una purga de tickers chinos. Algunos gigantes estatales, como la refinería Sinopec, se retiraron voluntariamente, mientras que su homóloga CNOOC fue expulsada por otra orden gubernamental.

Llama la atención que EE UU no haya concedido nada a cambio. Sugiere que Pekín llegó a la sensata conclusión de que era una batalla que merecía la pena perder, tras casos como el fraude de Luckin Coffee. Los reguladores del mercado chino quieren que los ahorradores del país reasignen más de sus 17 billones de dólares de depósitos a la renta variable. Los escándalos en el extranjero no ayudan: muchos inversores chinos tenían participaciones en Luckin. Pese a todo su desdén por EE UU, China sigue necesitando el capital neoyorquino, sobre todo por la flojera de sus mercados locales. Hay 900 firmas haciendo cola para cotizar en las Bolsas chinas, en medio de signos de aceleración de la fuga de capitales.

El chovinismo podría haber ganado si Washington no se hubiera mostrado dispuesto a sacrificar las comisiones de Wall Street para proteger a los accionistas. Y los reguladores chinos endurecieron las revisiones de ciberseguridad de las firmas cotizadas fuera, aliviando el temor de las autoridades hacia las intenciones de EE UU.

El Nasdaq Golden Dragon ha subido un 50% desde finales de octubre. Pekín puede consolarse pensando que, aunque haya perdido esta ronda, todo el mundo se ha llevado un buen chollo.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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