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Tesla ha perdido su prima de fantasía

El mercado estima que en 2030 solo venderá la mitad de su objetivo, 20 millones de coches anuales

Gigafactoría de Tesla en Gruenheide, cerca de Berlín (Alemania).
Gigafactoría de Tesla en Gruenheide, cerca de Berlín (Alemania).ANNEGRET HILSE (REUTERS)

Antes Tesla se valoraba como una quimera; ahora se valora como una empresa automovilística. La capitalización bursátil del líder de los vehículos eléctricos ha caído de 1 billón de dólares a finales de 2021 a la mitad. Ello sugiere que los inversores no se centran en si el jefe Elon Musk puede crear taxis autoconducidos y robots humanoides, sino en cuántos coches puede poner en la carretera.

Las acciones de Tesla, que llegaron a valer casi tanto como las de sus 10 competidores más cercanos juntos, se han hundido un 55% este año. A principios de 2022, el descenso parecía ir más o menos al mismo ritmo que el de sus homólogos estadounidenses General Motors y Ford Motor. Últimamente, sin embargo, Tesla está obteniendo peores resultados que sus rivales mucho más antiguos y menos eléctricos.

Eso tiene cierto sentido. La valoración de Tesla siempre ha parecido difícil de cuadrar con su negocio principal, el suministro de automóviles. Y a medida que los bancos centrales han ido subiendo los tipos de interés, los inversores han perdido el gusto por los grandes planes futuristas. Las acciones de Alphabet (Google), por ejemplo, han caído un 34% en lo que va de año, el doble que el índice S&P 500.

Entonces, ¿qué da a entender el mercado sobre la empresa de Musk? Supongamos que el precio medio de venta de un coche de Tesla cae de los 55.000 dólares actuales a 45.000 a finales de la década, a medida que la competencia se intensifica y se introducen modelos más baratos. Si Musk logra su objetivo de 20 millones de coches al año para entonces, y el margen operativo de Tesla se mantiene en torno al 15%, obtendría unos 125.000 millones de dólares de beneficios antes de impuestos.

Pongámoslo en el mismo múltiplo de 13 veces al que cotiza Ford, y descontémoslo a un ritmo del 10% anual para tener en cuenta el valor temporal del dinero: las acciones de Tesla valdrían aproximadamente el doble de lo que valían el miércoles. En otras palabras, el mercado está diciendo que Musk entregará solo la mitad de los coches que espera, y que cualquier otro proyecto, como los robotaxis o los mayordomos androides, carece de valor.

Esa visión del Tesla futuro sigue siendo un gran éxito en la mayoría de los aspectos. La empresa de Musk entregó menos de un millón de coches el año pasado. Y suministrar 10 millones casi igualaría las cifras de ventas del actual líder mundial, Toyota Motor, en 2019, un año antes de que la pandemia hundiera su producción. Con esas cifras, Musk realmente escalaría a la cima de la industria. Pero para un empresario con ideas tan grandiosas, parece un paso atrás.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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