La desaceleración de la zona euro no será tan intensa como se preveía, según De Guindos
El vicepresidente del BCE prevé que en la reunión de diciembre se volverán a subir los tipos
muchos organismos internacionales apuntan en esa dirección.
No obstante, y a pesar de la incertidumbre geopolítica, hay "una nota positiva", según el economista, ya que en noviembre los indicadores de confianza y los indicadores adelantados apuntan a que esa desaceleración "no va a ser tan intensa" y se puede hablar de "cierta moderación del pesimismo".
El vicepresidenta del BCE también se ha referido a la inflación, actualmente en el 10%, un nivel donde se va a mantener en los próximos tres o cuatro meses para sufrir una "desaceleración clara" en el segundo semestre de 2023 y situarse en torno al 7% a mitad de año.
Esa cifra está muy por encima del objetivo de estabilidad de precios del banco central, que se sitúa en el 2%, y por ello ha avisado de que en la próxima reunión de diciembre el BCE sin duda volverá a subir los tipos, aunque no sabe cuánto, porque ello dependerá de las proyecciones macroeconómicas y de la evolución de otras variables.
Además, ha anunciado que en esa "importante" reunión van a decidir cómo empezar a reducir su balance —el mayor de todos los bancos centrales en el mundo—, una "operación delicada" porque no se tiene experiencia y no se sabe el efecto que tendrá en el mercado.
Sobre la situación de los bancos, están en una "posición adecuada" y están teniendo "una mejora importante de su rentabilidad", pero hay que tener en cuenta "el deterioro de solvencia de empresas y familias" ello antes o después se reflejará en la necesidad de provisiones adicionales.
Por ello, les ha recomendado que aprovechen esta mejora de la rentabilidad, que se cubran ante lo que pueda ocurrir a futuro porque es mejor "prevenir que curar", ha subrayado el exministro.
A su juicio, en esta "coyuntura compleja y difícil" se debe intentar "evitar errores" desde el punto de vista del diagnóstico y también "de política económica", y por ello ha apostado por una política fiscal "prudente, temporal" y centrada en "la defensa de los colectivos más vulnerables para que su renta real disponible no se vea muy afectada".