Más y mejores sistemas de saneamiento para salvar las aguas subterráneas
Agbar proporciona soluciones avanzadas para la regeneración y reutilización de aguas residuales
Cada año, desde 2013, el 19 de noviembre, se celebra el Día Mundial del Saneamiento o del Retrete. Una conmemoración con la que Naciones Unidas quiere llamar la atención sobre la importancia de los sistemas de saneamiento seguros, un salvavidas que evita la transmisión de enfermedades y facilita la salubridad de los espacios, pero del que carecen casi la mitad (47,7%) de la población mundial, unos 3.600 millones de personas.
Esta finalidad se enmarca en el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6 de la ONU, Agua y saneamiento para todos de aquí a 2030.
Un gesto tan cotidiano −en muchos países del mundo− y tan importante como ir al baño, se vuelve invisible en el momento que tiramos de la cadena de nuestro retrete. ¿Dónde van nuestros desechos?
De ahí el empeño de Naciones Unidad de Hacer visible lo invisible, –el lema de 2022–, y de poner el foco en cómo los sistemas de saneamiento inadecuados dañan el medio ambiente esparciendo los desechos humanos en ríos, lagos y suelos, contaminando los recursos hídricos subterráneos.
Casi la mitad de la población del mundo carece de sistemas de saneamiento adecuados
Anticipando el futuro y con una gran capacidad de actuación, Agbar, del grupo Veolia, ofrece soluciones innovadoras en torno a la gestión sostenible del agua y los recursos naturales para las ciudades, la agricultura y la industria, en línea con la hoja de ruta de la Agenda 2030 y los ODS de Naciones Unidas.
Agbar, como hub de conocimiento del agua, refuerza la actividad de Veolia en esta área, que actúa también en ámbitos de energía y valorización de los residuos. De esta manera, Veolia se posiciona como referente mundial de la transformación ecológica en los cinco continentes, con 220.000 colaboradores.
Con la innovación, la digitalización y el impulso de las alianzas, como base de sus actuaciones, el grupo actúa en primera línea en la lucha contra el cambio climático y la preservación de los recursos naturales.
En este sentido, pone especial foco en la preservación de todas las fuentes de agua, incluidas las aguas subterráneas, gracias a una gestión hídrica diversificada y avanzada. En lo que se refiere a las aguas subterráneas, Agbar se basa en la optimización de la extracción de recursos. Además, supervisa el riesgo de sobreexplotación y promueve la recarga de los acuíferos, lo que permite aliviar la presión sobre los ecosistemas hídricos.
De las palabras a la acción
En la estrategia de desarrollo sostenible del grupo, la apuesta por la economía circular, con soluciones de residuo cero, es clave. Agbar fomenta el cambio a un modelo que recicla y valoriza los bienes.
Uno de sus proyectos fundamentales es la transformación de las plantas de tratamiento de agua en ecofactorías, un nuevo modelo de gestión integral de las depuradoras basado en 4 pilares: descarbonización energética; reutilización de agua; valorización de los recursos y exigencias de calidad. De esta manera, Agbar contribuye a la transformación ecológica de las ciudades.
Este modelo de metamorfosis de las depuradoras ha sido reconocido por Naciones Unidas en la lucha contra el cambio climático, gracias a la iniciativa de la empresa chilena del grupo, Aguas Andinas, pionera en aplicar la economía circular. Actualmente, se emplea también en diferentes puntos de España, como la ecofactoría Bio Sur de Granada o la del Baix Llobregat, en Barcelona, una de las mayores y más modernas plantas de saneamiento de aguas residuales de Europa.
Reutilización urgente y necesaria
En un contexto como el actual de escasez hídrica y creciente demanda de agua por parte de las ciudades, la industria y la agricultura, es imprescindible apostar por su regeneración para reutilizarla en riego de calles, de zonas verdes, de producción agrícola, en procesos industriales o para la recarga de acuíferos, entre otros usos.
Uno de los proyectos más destacables de Agbar en el ámbito de la depuración de aguas subterráneas está en Barcelona donde el agua regenerada se utiliza para evitar la intrusión salina.
Los acuíferos del delta del río Llobregat son considerados una de las fuentes más importantes y estratégicas de agua subterránea de la ciudad condal. Su uso intensivo, desde mediados del siglo XX para el consumo humano y fines industriales, provocó una degradación general del sistema acuífero cuyos efectos principales fueron el descenso de la capacidad de almacenamiento y la entrada de agua marina, poniendo en riesgo el suministro a la zona.
Para revertir esta situación, se construyó, en el acuífero principal del delta del Llobregat, una línea de pozos para inyectar agua regenerada procedente del tratamiento avanzado de la ecofactoría del Baix Llobregat, es decir aquellas aguas residuales depuradas que han sido sometidas a un proceso de tratamiento adicional para adecuar su calidad a este uso. La inyección de agua actúa como barrera contra la intrusión salina y mejora la calidad del acuífero. En 2021, Aigües de Barcelona inyectó en los pozos 679.105 m3 de agua regenerada, equivalente a 200 piscinas olímpicas.
Hacer visible lo invisible
El agua subterránea es la fuente de agua dulce más abundante del mundo. Su papel es clave ya que suministra una gran proporción del preciado líquido que utilizamos para consumo, saneamiento, producción de alimentos y procesos industriales.
Las aguas subterráneas son decisivas para el buen funcionamiento de los ecosistemas naturales, alimentando los manantiales, ríos, lagos y humedales. Su principal fuente de recarga es la lluvia y la nieve que se infiltran en el suelo.
Los datos de un vistazo
Saneamiento. Una de cada tres personas en el mundo carece de instalaciones básicas para lavarse las manos en casa.
Acciones. Agbar presta servicio de agua a 37 millones de personas, en más de 1.200 municipios de España y Latinoamérica.
Servicio de depuración. El grupo Agbar es líder en España en la gestión del servicio de depuración, con más del 25% de agua residual tratada en nuestro país, lo que representa operar más de 650 estaciones depuradoras, con un volumen de 1.020 hm3 de agua purificada al año −el equivalente a tratar el agua de más de 340.000 piscinas olímpicas−.
Residuos. La compañía consigue valorizar el 71,2% de los residuos generados en las depuradoras.
Reciclaje. Agbar reutiliza 128,7 hm3 de agua regenerada al año, de los cuales el 53% se destina a usos agrícolas.