El metaverso: una inversión empresarial de alto rendimiento
Según McKinsey, en 2022 se han destinado ya 120 billones de dólares a desarrollar este entorno, y la cifra sigue creciendo
El metaverso es una inmensa oportunidad de negocio. Por eso, las grandes empresas tecnológicas estadounidenses están invirtiendo billones en su desarrollo. Ejemplo conocido es Meta (Facebook), que ya ha invertido 10 billones de dólares. Según McKinsey, en 2022 se han invertido ya 120 billones en poner pilares, conectividad e infraestructura tecnológica del metaverso. Y toda inversión requiere retorno: McKinsey estima que, en 2030, ese ROI alcanzará 5 trillones de dólares, lo que supone “demasiado valor para que las empresas lo ignoren”. Las empresas no lo ignoran.
En abril pasado, Epic Games anunció una ronda de financiación para construir y desarrollar su metaverso, con visión, propuesta de valor y posicionamiento. Epic Games levantó 2 billones de dólares: uno, de Sony Corporation; otro, de Kirkbi, holding inversor familiar propietario de Lego Group. Epic es dueña de Fortnite, popular videojuego que generó 5,8 billones de dólares en 2021 y cuenta con 83,3 millones de jugadores. La casa matriz de Epic Games es el mayor conglomerado empresarial chino, Tencent, que, en mayo de 2021, definió su metaverso como realidad hiperdigital. Otros gigantes tecnológicos chinos (Alibaba y Byte-Dance, dueña de TikTok) también formularon su visión sobre el Metaverso, pero el Pekín reaccionó prohibiendo a esas empresas continuar con sus planes.
Otras muchas empresas y plataformas digitales han seguido adelante: Unity, Roblox, Decentraland, Sandbox…, empresas y marcas conocidas que es necesario nombrar, porque la inversión en el metaverso es real, tiene nombres y apellidos que esperan un alto ROI.
Microsoft trabaja actualmente en dos ámbitos. Por un lado, el empresarial, embebiendo sus servicios Cloud (Azure) en el metaverso. Satya Nadela, CEO de Microsoft, explica la idea: “llevar la computación al mundo físico y llevar el mundo físico a la computación”. Microsoft tiene una sólida base instalada con Windows y otros negocios, que denomina Metaverse Solutions: aplicaciones (Teams y Dynamics 365), realidad mixta (Hololens) y con su Cloud, Azure: IA, bigdata, conectividad (IoT), modelización, etc. El otro ámbito es el consumo. La compañía ya era líder en el negocio de videojuegos, con Xbox o Mojang, creadores del videojuego Minecraft, que acumuló 141 millones de jugadores en 2021. El gran salto adelante lo dio al comprar Activision-Blizzard por 70 billones de dólares: la adquisición más cara del mercado de videojuegos y del sector tecnológico, superando la compra de EMC por Dell en 2016, valorada en 67.000 millones de dólares.
Hablamos de videojuegos, porque ya es un lugar común que “los videojuegos son la mejor puerta de entrada al metaverso”, como escribe Matthew Ball en su libro The Metaverse and how it will revolutionize everything (julio 2022). Ball, que es autor prolífico, empresario y una autoridad sobre el metaverso, ha ofrecido la definición más completa sobre este, al que define como el sucesor de internet tal y como lo conocemos: “El metaverso es un mundo virtual en 3D, una red de experiencias y dispositivos, herramientas e infraestructuras interconectados, que van más allá de la realidad virtual. Internet no estará solamente al alcance de la mano: rodeará nuestras vidas, trabajo y ocio, que pasarán a tener lugar dentro del metaverso”.
Según está definición, nuestras vidas tendrán lugar en el metaverso. No literalmente, pero sí de la forma inmersiva que la realidad virtual, la realidad aumentada y el 3D incoan en los videojuegos. Más allá de la presentación de Zuckerberg en octubre de 2021, para desplegar su visión de 360 grados sobre este entorno y cambiar la marca de Facebook por Meta, la realidad es que, Meta, hoy, gana mucho dinero con sus gafas Meta Quest 2, para acceder a la RV, RA. Igualmente, Microsoft con Hololens, el headseat de realidad mixta más avanzada.
Porque, el metaverso va de eso: de hacer caja, negocio. Nvidia, líder en GPU (chips para ordenadores de videojuegos, que necesitan mucha potencia de computación) presentó su visión del metaverso por boca de su CEO y fundador, Jensen Huang: su posicionamiento en el metaverso se denomina omniverso y, mientras vende millones de GPU, desarrolla una proposición de valor basada en producción y construcción (fábricas y ciudades, respectivamente) en realidad inmersiva mediante digital twins. También, Cristiano Amos, CEO de Qualcomm, que vende microprocesadores para móviles, dice tener disponibles 50 dispositivos de hardware en la plataforma snapdragon para hacer realidad el metaverso.
¿Qué hizo Telefónica Tech en la presentación de su propuesta de valor en el metaverso el pasado 29 de septiembre? Como integrador de tecnologías digitales de nueva generación, hizo lo que hacen los integradores: integrar y paquetizar las ofertas de Meta, Microsoft, Qualcomm, Imascono, Unity, Niantic y otras empresas que trabajan en el desarrollo del metaverso y hubiera citado de tener más espacio.
Dos últimas reflexiones: ¿alguien piensa que Apple, Alphabet-Google, Amazon y el propio Pentágono no están desarrollando sus versiones del metaverso? ¿Cuál será el ROI de lo invertido por las empresas tecnológicas, de videojuegos, ecosistemas de creadores, desarrolladores, conectividad, etc? En julio de 2021, Bloomberg Intelligence y Matthew Ball otorgaron valor al metaverso en un informe: 800.000 millones de dólares en 2024. El volumen es muy grande, porque este nuevo entorno todavía está siendo desplegado –aun pedestremente–, por muchos sectores de actividad, especialmente en la moda y el mundo del lujo, con marcas famosas alojando sus metaversos en videjuegos, como Burberry, Balenciaga, Gucci, Louis Vuitton, Karl Lagerfeld, Nike, Dolce&Gabanna, etc.
Matthew Ball escribe que, “en 15 a 20 años, la economía del metaverso valdrá 20 trillones de dólares”: el PIB mundial alcanzó 96 trillones de dólares en 2021, según datos del FMI y el Banco Mundial.
Veremos si la inflación, la guerra, la recesión y la pandemia lo permiten.
Jorge Díaz Cardiel es Socio director de Advice Strategic Consultants