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Imascono: el reto de sumergir a las empresas en el metaverso

Este estudio creativo construye mundos virtuales a medida para sus clientes

Los cofundadores de Imascono, Peter Lozano y Héctor Paz, caracterizados para el evento de su décimo aniversario (2021).
Los cofundadores de Imascono, Peter Lozano y Héctor Paz, caracterizados para el evento de su décimo aniversario (2021).

Imascono asemeja su negocio a una nave espacial, un lugar creado para descubrir nuevos mundos donde la imaginación no tiene límites, y así lo transmite su imagen de marca. Todo comenzó hace 11 años, cuando los fundadores de esta compañía zaragozana emprendieron un viaje que les llevó al metaverso, una dimensión virtual que está cambiando la forma en la que las empresas interactúan con sus clientes.

Este término ya se utilizaba en ciencia ficción y videojuegos, pero el año pasado copó titulares de la boca del fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, que señalaba lo que sería el futuro de internet: pasar de las pantallas planas a entornos virtuales 3D. Actualmente, el metaverso forma parte del producto estrella de Imascono, la startup que empezó vendiendo camisetas y ahora crea espacios digitales donde se pueden celebrar reuniones, eventos y actividades.

Factura más de 1,5 millones de euros con el desarrollo de la realidad extendida

“Hemos hecho desde una junta de accionistas con Iberdrola en el metaverso hasta el universo virtual de la Rafa Nadal Academy con Telefónica. Todos nuestros clientes se han subido al carro”, cuenta Héctor Paz, su consejero delegado y cofundador.

Inicios

Héctor tiene 34 años y es ingeniero en diseño industrial. Nada más acabar la carrera, su interés por la realidad aumentada le llevó a buscar oportunidades donde poder desarrollar esta tecnología. Una la encontró de la mano de Peter Lozano, cofundador de Imascono, quien cursando diseño de interiores lanzó un proyecto enfocado en la venta de camisetas exclusivas y limitadas.

A por el crecimiento internacional

Futuro. “Formamos parte de las empresas más importantes que desarrollan esta tecnología a nivel nacional. Estamos muy bien posicionados. Somos de las más jóvenes pero con más experiencia en este ámbito y queremos poder conquistar otros países”, anhela Héctor Paz. El objetivo a medio plazo es expandirse en Estados Unidos, donde ya tienen clientes.

Avances. Imascono confía en que en los próximos 10 años la innovación digital va a seguir el mismo camino que ellos han emprendido. “Internet avanza hacia la interacción entre los ordenadores y las personas, vamos a pasar de utilizar pantallas a estas tecnologías para relacionarnos con la informática. Va a ser la realidad de la siguiente ola tecnológica que cubra el mundo”, dice el CEO de la compañía.

En 2011 fusionan sus ideas y constituyen la empresa. Juntos, con 23 y 22 años, respectivamente, elaboraron camisetas que incorporaban códigos QR sobre los que aparecían elementos en 3D al apuntar con un dispositivo móvil. En ese momento fue algo totalmente revolucionario. Con una inversión de 20.000 euros de ahorros en común, consiguieron lanzar colecciones con ilustradores internacionales, aunque durante los dos primeros años el retorno económico no era suficiente y tuvieron que compaginarlo con otros trabajos.

Esta experiencia les llevó a alejarse del sector textil y centrarse en desarrollar la tecnología por la que ya se estaban interesando empresas de otros sectores. Chromville fue el juego educativo para niños, basado en dibujos que “cobraban vida” gracias a una app, que hizo crecer la empresa y llevarla al terreno internacional gracias a millones de descargas online.

Todo ello evolucionó bajo el paraguas de la plataforma Zaragoza Activa, primero en el semillero de ideas y después en el vivero de emprendedores, una etapa muy importante para Imascono, según los fundadores. En 2014 viajaron por toda Europa en busca de financiación y Héctor tuvo la oportunidad de recibir formación empresarial en Harvard y en Silicon Valley (Estados Unidos), aunque donde encontraron su oportunidad fue en su ciudad natal.

Trabajadora con gafas de realidad virtual.
Trabajadora con gafas de realidad virtual.

El salto

En 2015 ya eran cinco personas colaborando en el proyecto y, tras encontrar dos inversores privados, un préstamo y unas becas de emprendimiento, pudieron mudarse a un espacio independiente en el centro de Zaragoza que les ha llevado hasta el día de hoy.

La facturación de Imascono ha pasado de 100.000 euros en 2015 a más de 1,5 millones en la actualidad. La plantilla también se ha incrementado, hasta los 23 trabajadores, que junto a colaboradores y personas en prácticas conformarían unas 35 personas.

Tal y como explican los socios, de 2017 a 2018 la captación de clientes importantes como Disney o Adobe disparó su crecimiento hasta duplicar su facturación y consolidarse en la prestación de productos y servicios de realidad extendida.

“Una colaboración entre Disney, Telefónica y Ferran Adrià nos dio muchas alas y empezamos a desarrollar productos para otras compañías. Así, estandarizamos y replicamos los más interesantes”, recuerda Héctor Paz, enfocado en la innovación y el desarrollo del negocio.

De 2017 a 2018 duplicó sus ingresos tras captar proyectos internacionales

Hasta ahora, Imascono ha trabajado con unos 250 clientes nacionales e internacionales, de Europa a Corea del Sur, alcanzando los 300 proyectos realizados en 11 años.

El metaverso

Conociendo las posibilidades que tenía la virtualización de eventos o actividades, llegó el Covid-19 para reafirmar su apuesta. Justo en marzo de 2020, Imascono lanza un producto basado en espacios virtuales en 3D que permitía a las marcas seguir conectadas con los usuarios desde diversos dispositivos al margen de las restricciones impuestas por la crisis sanitaria. Fue todo un éxito.

Con esta tecnología, la firma aragonesa ha realizado unos 125 proyectos en dos años, entre los que destaca la ofrenda de flores de las fiestas del Pilar de Zaragoza, que se canceló por primera vez en su historia debido a la pandemia. “La ofrenda virtual fue un éxito internacional, con 240.000 usuarios únicos y 32 millones de impactos”, destaca Peter Lozano, encargado de la estrategia de ventas y la relación con los clientes de Imascono.

Así, el producto pasó a llamarse Business to Metaverse, con el objetivo de ayudar a las empresas a introducirse en esta área de negocio. Se crean desde eventos a showrooms, comercios virtuales o espacios de formación en 3D.

Proyecto de realidad aumentada
Proyecto de realidad aumentada

Realidad extendida, a la carta

Business to metaverse no es el único producto que triunfa en Imascono. ¿Alguna vez has entrado en una empresa y te ha recibido un avatar digital en lugar de una persona de carne y hueso? Esto es el futuro y, también, una realidad.

 

Eva es un asistente que permite automatizar la atención al cliente. “Es como Alexa, pero con un avatar virtual; le puedes hacer preguntas, le dices con quién necesitas hablar, y te lo gestiona”, explica Peter Lozano.

Asimismo, el cofundador de Imascono señala que, con el objetivo de gamificar la experiencia del comercio minorista, nace Kimchi, una plataforma de realidad aumentada con contenidos 3D para eventos, tiendas o escaparates. “El sector retail se ha visto atacado frente al comercio online y tiene que transformarse para atraer a los usuarios a través de vender experiencias”, señala.

Por otro lado, estas tecnologías han abierto un abanico de posibilidades para el mundo de la formación, sobre todo para la industria. Virtual training, de Imascono, desarrolla mundos a medida que permiten capacitarse profesionalmente en diversos sectores a través de unas gafas de realidad virtual.

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