Entorno endiablado para las carteras
La composición de los 'portfolios' tradicionales, donde una parte se invierte en renta variable y otra en renta fija, está sufriendo fuertes pérdidas por la estanflación
Este año los inversores se enfrentan a un entorno endiablado para sus carteras. La composición de los portfolios tradicionales, donde una parte se invierte en renta variable y otra en renta fija, está sufriendo fuertes pérdidas por ambos lados. Y es que la situación económica a la que nos enfrentamos hoy no se vivía desde hacía muchas décadas: estanflación.
Al calor de las intervenciones masivas de los bancos centrales, los inversores llegamos a creer, erróneamente, que se podían justificar valoraciones cada vez más altas, aunque no estuviesen sustentadas en mayores beneficios empresariales, sino en la percepción de ausencia de riesgo que proporcionaba el apoyo incondicional de la política monetaria, mientras llevaba al mundo a un endeudamiento crónico, pero que hasta ahora no se percibía como un problema, gracias al entorno de tipos reales negativos de los últimos años.
Esa falta de respeto por el riesgo caló hasta el tuétano en los mercados financieros especialmente desde el año 2020, dando lugar a movimientos explosivos y revalorizaciones injustificables en activos que carecían de fundamentos económicos, como los meme stocks, muchas SPAC, bonos basura y la mayoría de las criptomonedas.
Para comprar bitcóin y ethereum esperaremos a caídas del 80%
Durante la primera ola de liquidaciones, estos activos han sido los primeros en sufrir el cambio de sentimiento de los inversores, y ya registran caídas desde máximos que van del 50% al 80%. Pero poco a poco el castigo se extiende y alcanza a otras partes del mercado que, si bien tienen un modelo de negocio contrastado y solvente, cotizaban con primas históricamente elevadas.
Si miramos el mundo hoy, y lo comparamos con lo que ha sido durante las últimas tres décadas, podemos decir que algo está cambiando. Llevamos años pasando de un proceso de globalización, sobre el que se sustentaba la ausencia de presiones inflacionistas, a un proteccionismo multilateral. Podríamos decir que este cambio se inició en 2018 con la guerra comercial entre Estados Unidos y China, luego se aceleró con la pandemia y ahora se ha cimentado con la guerra en Ucrania.
No cabe duda de que la desaceleración económica que provocarán las subidas de tipos de interés acabará por reducir las cotas de inflación actuales, pero probablemente no volvamos a ver niveles estructurales tan bajos como los que se experimentaron durante los últimos 30 años.
Es probable que la Bolsa acabe por corregir entre un 40% y un 60% desde máximos
Estamos al comienzo de un cambio de paradigma económico, donde habrá que asumir tasas de crecimiento del PIB cada vez más bajas y un nivel de inflación superior al que se ha experimentado a lo largo de las últimas dos décadas. En ese entorno, es probable que la mejor opción para protegernos de la depreciación de nuestro patrimonio y ahorros sean los activos reales:
- El mercado inmobiliario. En algunos países los precios de venta recuerdan a burbujas pasadas, pero la oferta disponible esta vez es muy inferior a la que había antes de la crisis inmobiliaria de 2008, y el coste de financiación sigue cerca de mínimos históricos, por lo que puede ser un mercado que siga revaluándose en este contexto de mayor inflación.
- El oro es uno de los activos que mejor comportamiento muestra en entornos de elevada inflación y que también ha demostrado su valía como activo refugio en otras crisis financieras. Y estamos en lo que parece ser un cambio de tendencia en las Bolsas y criptomonedas, aunque a lo largo del próximo año eso puede ser una gran oportunidad de inversión.
- Bitcóin y ethereum son las dos criptodivisas con mayor capitalización e historia a sus espaldas. Esperaría a correcciones del 80% para comprarlas. Es algo que ya hemos vivido antes y desde ahí se ha retomado su tendencia alcista.
- Bolsa. Dado el panorama económico que se nos presenta, es probable que la renta variable acabe por corregir entre un 40% y un 60% desde máximos. En el caso de ser así, representaría una oportunidad histórica para volver a cargar nuestras carteras de cara a los próximos años.
Pablo Gil es estratega de mercados de XTB.