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El material rodante se sube al ecodiseño

Fabricantes como Talgo, CAF, Alstom, Stadler o Ilsa invierten en I+D para diseñar trenes más silenciosos y reciclables

Tren de pasajeros impulsado con hidrógeno de Alstom en Alemania.
Tren de pasajeros impulsado con hidrógeno de Alstom en Alemania.

El sector de la movilidad, en general, tiene un papel clave en la lucha contra el cambio climático: representa el 25% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2). Según datos de la Unión Internacional de Ferrocarriles (UIC), el tren mueve al 8% de los pasajeros y al 10% de las mercancías del mundo, pero solo representa el 3% de la energía consumida por el transporte. Además, requiere 12 veces menos energía y emite entre 7 y 11 veces menos gases de efecto invernadero por pasajero y kilómetro que los vehículos privados y los aviones.

“El ferrocarril es así el medio de transporte más sostenible, gracias a la eficiencia intrínseca del transporte ferroviario y las ventajas de la tracción eléctrica. El desarrollo de fuentes energéticas limpias y renovables, junto con las nuevas tecnologías de tracción para líneas no electrificadas y los avances en eficiencia energética, marcará el futuro del sector”, afirma Leopoldo Maestu, presidente de Alstom España y Portugal.

La compañía comenzó hace una década a introducir criterios de ecodiseño en sus procesos de ingeniería con el objetivo de reducir la huella ambiental de sus soluciones. En la actualidad, más de 100 expertos, entre ecodiseñadores, expertos en acústica y materiales, e ingenieros energéticos, entre otros, están dedicados a garantizar las mejores prestaciones medioambientales de cada solución.

El peso, por ejemplo, se ha visto reducido gracias al rediseño de piezas y la utilización de nuevos materiales compuestos. Además, desarrollan componentes que tienen una vida útil más prolongada. Es el caso del tranvía Citadis X05 fabricado en Barcelona, cuyos nuevos bogies (las bases amortiguadas sobre las que reposan los coches) han aumentado la vida útil de sus ruedas hasta en un 30%. Alstom también ha avanzado en incrementar el reciclaje de sus equipos al final de su vida útil. Así, el diseño hace que sus trenes sean reciclables en un 95%, frente al 87% de hace 10 años, y recuperables en un 97%, un 4% más que hace una década.

La industria ha conseguido que sus trenes sean reciclables en un 95% frente al 87% de hace una década, y recuperables en un 97%

En cuanto al sonido, el sistema de frenado eléctrico hasta la detención completa de sus trenes Metrópolis, como los que se están fabricando para Metro de Barcelona, permite la recuperación plena de la energía de frenado y menores emisiones de polvo y de ruido. Con ello, el subterráneo de Barcelona reducirá hasta en ocho decibelios su nivel de ruido interior. Además, cuenta con iluminación 100% led y un peso reducido debido a su caja de aluminio y al rediseño de sus componentes.

Recuperación casi al 100%

Pero Alstom no es el único fabricante de trenes que trabaja en pro de la sostenibilidad. En sus fases de diseño, Stadler ha estudiado y optimizado la capacidad de desmontaje de los equipos para conseguir un 97% de recuperación. Además, en determinadas aplicaciones, desde la compañía afirman que utilizan soluciones como ruedas elásticas, sistemas de control variable inteligente sobre las principales fuentes de ruidos, soluciones avanzadas de cerramientos y aislamientos, y cálculos avanzados de vibroacústica para reducir las fuentes de vibración y ruido.

En CAF calculan que entre el 30% y el 40% del material empleado en sus trenes proviene de material reciclado. Sus cómputos derivan de que “el 80% del material utilizado en sus trenes es metálico, siendo el acero y el aluminio los metales más utilizados. La tasa de material reciclado depende del productor, pero se estima que, mundialmente, en torno al 43% del acero y el 32,5% del aluminio provienen de material reciclado”, explican desde CAF.

Por otro lado, los trenes de CAF presentan una elevada tasa de reciclamiento y recuperación. Según las declaraciones ambientales de producto realizadas y verificadas según la norma ISO 14025 para las tipologías de vehículos más representativos de los que suministra la compañía, la tasa de reciclamiento oscila entre el 90,8% y 93,6% y la de recuperación entre el 97,5% y 98,7%.

En el grupo cuentan con una línea de desarrollo de tecnologías y soluciones para que sus trenes sean más silenciosos y circulen con menores niveles de vibraciones. “El conocimiento y las metodologías desarrolladas en I+D se aplican como soluciones prácticas en el diseño de proyectos de trenes que llevamos a cabo. A ello se une que las exigencias normativas respecto a los niveles aceptables de ruido y vibraciones van en aumento, de modo que nuestros trenes van evolucionando hacia modelos más silenciosos, algo imprescindible para poder ser competitivos en un mercado cada vez más exigente”, aseguran.

Desde CAF confían en las nuevas metodologías, ya que permiten aplicar la innovación y abordar nuevos modelos de cálculo, en este caso de ruido, cada vez más avanzados y precisos, con procesos de homologación en entornos virtuales aprovechando las oportunidades de los avances de la transformación digital.

En esta misma línea, la compañía Ilsa ha trabajado con Hitachi Rail y Grupo Alstom para la fabricación de su modelo Iryo. Con esta apuesta han logrado la flota más silenciosa del parque europeo ferroviario, ayudando así a reducir el ruido tanto dentro, con mejoras sustanciales en el aislamiento para el viajero, como fuera del tren. “Cada detalle, desde las aleaciones ligeras que lo componen hasta los nuevos motores eléctricos que lo impulsan, ha sido diseñado para minimizar el consumo energético”, resaltan. Según sus datos, han logrado reducir hasta un 30% el ruido con respecto a su anterior modelo, Frecciarossa.

Enfoque en el reciclaje

Precisamente, el enfoque en el reciclaje de los materiales que componen el Frecciarossa 1000 fue un foco para la compañía desde su etapa de diseño. Este tren es el primero de alta velocidad del mundo en obtener la certificación de impacto ambiental al lograr contener las emisiones de CO2 por pasajero-kilómetro en 28 gramos. Más del 20% de los materiales que lo componen son materias primas recicladas. Además, el impacto medioambiental limitado continúa más allá del final de su ciclo de vida, ya que los materiales utilizados para su construcción son reciclables en un 95%. Por otra parte, la compañía cuenta con el proyecto Residuo 0 para la recogida, procesamiento y reciclado de los residuos generados por Iryo.

En cuanto a Talgo, sus nuevos proyectos están planteados con objetivos de tasas de reciclamiento y recuperación de materiales, lo que condiciona su selección. Para ello actúa desde las primeras fases del diseño de sus trenes, minimizando la generación de residuos en origen. Sus piezas son seleccionadas para minimizar el peso, utilizar materiales reciclados o de origen natural y con el fin de reutilizar piezas y reciclar. El último ejemplo de este enfoque es su modelo Avril, el nuevo tren de alta velocidad que Talgo fabrica para Renfe y que, además de mejorar todos los parámetros de consumo, incrementa el número de plazas reduciendo aún más la huella de carbono por viajero transportado. También es el caso del AVE de la serie 107, construido con material reciclado de los Trenhotel retirados de circulación por Renfe.

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