WiZink cancela la venta de Aplazame y llevará la firma a Portugal
Las ofertas recibidas por la plataforma de pago flexible quedan lejos de las expectativas
WiZink, el banco online propiedad de Värde, se queda con la firma de pagos y financiación flexible Aplazame, después de sondear su venta desde finales del año pasado de la mano de Jefferies y no obtener propuestas lo suficientemente atractivas. Su siguiente movimiento ha sido integrarla en su estructura y se propone expandir su negocio a Portugal, según fuentes financieras.
La cantidad que WiZink pagó por Aplazame fue de unos 20 millones de euros en 2018, y en los últimos meses aspiraba a venderla después de varios acercamientos de interesados y ante el boom del sector. Sus expectativas superaban los 160 millones, lo que hubiera supuesto multiplicar por más de ocho su inversión. Con las ofertas finales encima del tapete y en un proceso coordinado por Jefferies, el banco ha decidido quedarse la firma, al no estar a la altura de las expectativas, y convertirla en uno de sus pilares de crecimiento.
La entidad online que pilota como consejero delegado Miguel Ángel Rodríguez Sola compró en hace cuatro años la fintech, creada en 2014 y que proporciona financiación aplazada directamente en el momento de la compra en el establecimiento bajo el esquema conocido como buy now, pay later (BNPL). Aplazame finalizó el año pasado con alianzas con 1.800 tiendas, un incremento del el 51% respecto al año anterior. Lidl, Deporvillage, Mundo Fitness y Gym Company están entre ellas.
El importe de compras financiadas por la firma aumentó el año pasado un 30% frente a 2020, hasta rozar los 170 millones de euros y duplicó sus ingresos. En todo caso, sus últimas cuentas de depositadas en el registro mercantil, correspondientes a 2020, revelan unas pérdidas de 12,9 millones de euros, lo que supone más que duplicar las del ejercicio previo, de 5,8 millones.
Portugal es el destino futuro para el crecimiento de Aplazame, donde WiZink ya es el líder en el negocio de tarjetas de crédito y aspira a serlo también en el segmento de BNPL. El objetivo es que la firma esté operativa allí antes de final de año. La hoja de ruta pasa por incluir la fintech en la estructura del grupo y lograr que su número de clientes crezca un 50% a lo largo de este ejercicio. La integración de la firma, que hasta ahora opera de manera independiente, en WiZink se acordó en mayo, pero después se planteó la posibilidad de desinvertir en ella con fuertes plusvalías, una opción que ha sido finalmente descartada.
El gran problema de WiZink fue la sentencia del Tribunal Supremo del 4 de marzo de 2020, que puso en solfa su modelo de negocio, centrado en las tarjetas revolving. El alto tribunal consideró “usuarios” los intereses que ofrecía el banco. La entidad se ha visto obligada a rebajar el precio de sus créditos en España –en Portugal ya estaban limitados por normativa– desde más del 25% hasta el 20% actual.
Así, comenzó un proceso para diversificar sus soluciones de financiación, transformar su negocio de tarjetas de crédito y potenciar Aplazame. La firma ya está integrada en el grupo, al igual que Lendrock, la fintech de financiación de vehículos de ocasión que adquirió en abril del año pasado. No obstante, se mantendrán ambas marcas.
Otras entidades están en pleno aterrizaje en la financiación flexible, con el lanzamiento por Banco Santander el pasado enero de Zinia, que ofrece financiación al consumo en el punto de venta a más de 19 millones de clientes a través de una red de más de 63.000 comercios adheridos. Bankinter, por su parte, ha lanzado el servicio Paga Cómodo, que permite financiar gratis y con cargo a la tarjeta de crédito del cliente cualquier pago o movimiento en cuenta realizado hasta tres meses atrás. La fórmula estructura no es exactamente la del buy now, pay later (que tiene lugar en el propio establecimiento), pero se le asemeja.
Reestructuración de los bonos
La cancelación de la venta de Aplazame se produce después de que WiZink haya recibido 250 millones de capital de los fondos Beach Point y Monarch. El capital de Mulhacen –la sociedad instrumental que financió la compra de Wizink– estará controlada en un 60% por el inversor original y en el restante 40% por los propietarios de la deuda, que cobrarán un interés anual del 8%, frente al rango previo del 6,5% al 7,25%, y cuyo vencimiento se amplía tres años, hasta diciembre de 2026.
Värde financió la compra de WiZink a través de una emisión de bonos por 515 millones lanzados en el verano de 2018 por Mulhacen, vehículo radicado en Singapur y, hasta el momento, propiedad en exclusiva de la firma con sede en Minneapolis. Estos bonos, colocados por Goldman Sachs y UBS, expiraban en agosto de 2023 y pagaban unos intereses elevados. La particularidad radica que Mulhacen está destinada exclusivamente a financiar a otra sociedad, también con nombre de pico, Aneto, que es 100% propiedad de Värde y dueña en última instancia de la entidad financiera.