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Javier del Pueyo: “Nosotros nunca hemos cerrado el servicio de caja en las oficinas”

“Jamás hemos cerrado una sucursal en pueblos donde somos la única entidad que queda. Tenemos presencia incluso en poblaciones de 600 habitantes”

Javier del Pueyo, director general y vicepresidente de Banca Pueyo.
Javier del Pueyo, director general y vicepresidente de Banca Pueyo.Juan Lázaro

La crisis financiera hizo estragos en el sector bancario español. Desaparecieron alrededor de medio centenar de entidades. Grandes y pequeñas. Pero algunas han resistido esa crisis y otras, pese a su pequeño tamaño. Sus familias, también con gran solera bancaria, siguen ahí. Son bancos familiares, que pasan de generación en generación. Este es el caso de Banca Pueyo, una pequeña entidad con sede en Badajoz que ahora, a contracorriente, ha decidido abrir oficinas en vez de cerrarlas, "e incluso hemos contratado a empleados que en otros bancos estarían en la lista de prejubilados. Hace unos días contratamos a un empleado con 58 años", dice orgulloso Javier del Pueyo, director general y vicepresidente de esta entidad con más de 130 años de historia. Él, de 43 años, es la cuarta generación de banqueros. "Banca March y nosotros somos los únicos bancos familiares que quedan en España", declara.

R. ¿Cómo ha podido Banca Pueyo resistir tantas crisis, seguir viva y gestionada por la misma familia que fundó la entidad hace 132 años?

Una entidad pequeña sabe de todo porque, al ser una estructura pequeña, las reuniones son con toda la dirección, y así todos aprendemos de todo, y tenemos claro que hay que cuidar al cliente. Estamos en todo momento con ellos. No puedes echar a un cliente que lleva 30 años contigo a patadas, subiéndole las comisiones porque es ahora menos rentable, o porque es mayor y no es digital. Conozco a gente que ha cerrado cuentas en grandes bancos porque, aun siendo digitales y jóvenes, han decidido cambiar de entidad por el trato que han dado a sus familiares más mayores. Nosotros somos como un banco personal, con trato directo. Es una de las ventajas de ser pequeño, y es todo un lujo en estos tiempos que en un banco te traten de forma personal y humana. Hemos sido así siempre; ahora en el sector forma parte de una campaña, que proporciona a Banca Pueyo la mayor oportunidad para crecer que ha tenido nunca.

R. Pero justo cuando empezaba la crisis financiera, en 2007, Pueyo decidió vender el 33,3% del capital del banco a la firma portuguesa Banif...
R. Sí, pero en 2018 la familia (somos ya seis generaciones los que llevamos controlando Banca Pueyo) decidió recuperar el 100% del capital, tras pasar Banif a manos públicas.
R. ¿Qué le parece lo que está pasando ahora en el sector, que ha tenido que comprometerse a seguir un protocolo para evitar la exclusión financiera de las personas mayores y de la España vaciada?
R. Para nosotros es toda una oportunidad. Es nuestra oportunidad, porque nunca, y digo nunca, hemos cerrado una oficina en pueblos donde nosotros somos la única entidad ya. Estamos en pueblos en los que solo hay 600 habitantes. Nosotros, además, no hemos cerrado el servicio de caja. Está abierto en horario de oficina. Damos un servicio como hace diez años, no hemos modificado nuestra estrategia ahora por la firma del protocolo. Y somos digitales. Puedes hacer todas las operaciones o contratar productos a través de nuestra plataforma o en la web. La tecnología está bien, pero es una opción, no una imposición.
R. Banca Pueyo es una entidad pequeña, con pocas oficinas, casi todas ubicadas en Extremadura. ¿Creen que tienen capacidad para crecer fuera de su región de origen y ser una alternativa u oportunidad para el cliente?
R. Claro. Es cierto que tenemos 122 oficinas, de las que 10 están en Madrid, 2 en Sevilla y el resto, 110, están en Extremadura, pero poco a poco seguimos abriendo sucursales. Ahora tenemos que reunirnos para ver dónde abriremos otras oficinas. Además, contamos con la ventaja de que el cliente puede sacar efectivo de cualquier cajero sin coste. Lo asumimos nosotros en casi todos los casos. Por cierto, durante la pandemia no hemos cerrado ninguna oficina. Seguimos prestando el mismo servicio.
R. ¿Por qué es una ventaja ser un banco familiar?
R. Porque tenemos experiencia de varias generaciones. Bueno, yo soy de la sexta generación, y tenemos una visión clara de empresa a largo plazo. Toda la familia seguimos apostando por el banco. Nosotros crecemos con nuestros clientes. Tenemos 141.500 clientes, y el 30% de ellos tienen menos de 30 años. Los mayores de 65 años representan un tercio de la clientela. También crecemos con nuestra plantilla. Nunca hemos echado a un empleado en una reestructuración. Hace 60 años, Emilio Botín (el abuelo de Ana Botín)llamó interesado para comprar el banco, ahora siguen llamando otras entidades para adquirirnos, pero nosotros tenemos vocación de permanencia.
Hace 60 años, Emilio Botín (abuelo de Ana Botín) quiso comprar el banco. Ahora seguimos recibiendo ofertas
R. ¿El Banco de España en alguna ocasión les ha dado alguna recomendación para que no crezcan más o, al contrario, para que se mantengan solo en su región?
R. El Banco de España está tranquilo con nosotros. Lo importante no es el tamaño, sino la solvencia y eficiencia, que salgan los números. Nuestros beneficios superan los 15 millones, la morosidad es inferior al 2%, el ratio de capital es mayor del 17% y el ROE es del 10%. Hacemos las cosas con sentido común. Ni en lo más duro de la crisis financiera llegamos al 4% de morosidad.
R. ¿Han subido las comisiones en los últimos tiempos?
R. Preferimos ganar un euro cada año con un cliente que ganar 10 euros en un año. Tenemos una política de comisiones muy razonable. Con una cuenta de ahorros con 2.500 euros ya no cobramos comisiones, y si eres pensionista la cifra baja a 1.000 euros. Y ofrecemos en el banco todo lo que puede necesitar un cliente. Tenemos acuerdos con terceros para varios productos, como seguros, fondos de inversión...
R. ¿Cómo se lleva vivir en un lugar pequeño siendo una familia de banqueros de tantas genera­ciones?
R. Llevar el apellido en la marca del banco pesa, sobre todo si vives en un sitio pequeño. Todos te conocen, y no puedes vender productos que no compres tú mismo. Nosotros nunca vendimos preferentes, por ejemplo. Eso sí, hacemos promociones como todos los bancos y patrocinios, pero en vez de patrocinar grandes equipos nosotros lo hacemos con productos de la tierra.
R. ¿Cuántos accionistas son?
R. Somos ocho, todos de la misma familia, aunque de diferentes generaciones. Mi padre es el presidente.
R. Ahora los clientes comenzarán a pagar sus créditos ICO. ¿Cree que les va a crecer la morosidad?
R. Conocemos al cliente al que le hemos dado una línea ICO. No creo que suba la morosidad, pero nosotros no hemos abandonado al cliente en la pandemia.

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