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España deshoja la planta de marihuana al valorar su regulación

Una subcomisión del Congreso estudia desde ayer su uso medicinal Unos 300.000 pacientes se beneficiarían de un fármaco legal

Según se investiga, las aplicaciones del cannabis se amplían. Además del uso cosmético también sirve como sustituto de la madera, del corcho o del cemento.
Según se investiga, las aplicaciones del cannabis se amplían. Además del uso cosmético también sirve como sustituto de la madera, del corcho o del cemento.Getty Images

Cannabis sí, cannabis no... El debate sobre su legalización ha llegado con fuerza a España, el país europeo que, junto con Francia, más lo consume. Según la Encuesta sobre alcohol y otras drogas en España (Edades) del Ministerio de Sanidad, unos 3,2 millones de españoles de entre 15 y 74 años recurren a este producto con frecuencia (al menos 20 días al mes).

¿Hablamos de uso medicinal o recreativo? Aquí surge el primer gran escollo de la discusión tanto social como política que, a su vez, implica otras divergencias: ¿regularlo por ley o reglamento?; de los dos cannabinoides principales, ¿qué porcentajes permitir? ¿El tetrahidrocannabidol (THC, el componente psicoactivo) o el cannabidiol (CBD, más antipsicótico y antiinflamatorio)? Matices que confunden si no se conoce bien la letra pequeña.

Este segundo elemento es el que encontramos en Epidyolex, medicamento para tratar la epilepsia que ya se comercializa en las farmacias españolas desde la aprobación de su financiación por parte del Sistema Nacional de Salud el pasado mes de septiembre.

Sativex es el otro fármaco con extracto de cannabis cuya venta se permite “para mitigar los síntomas en pacientes adultos con espasticidad moderada o grave debida a la esclerosis múltiple. Fue aprobado tras aportar datos positivos de múltiples estudios y ensayos clínicos”, explican fuentes de la farmacéutica Almirall.

El 49,7% de los españoles está a favor de legalizar el uso recreativo, según el CIS

En ambos casos el fabricante es GW Pharmaceuticals, empresa de capital británico. Reino Unido aprobó en 2018 una ley para prescribir medicinas derivadas de la marihuana en tres tratamientos concretos, entre estos los dos mencionados. Sin embargo, hay más países en los que, de forma controlada y con receta, desde 2010 se han emprendido procesos de legalización, sobre todo con fines médicos. Muy por delante del debate que la Comisión de Estupefacientes de la ONU abrió en 2020.

En España, donde la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) tiene registradas 19 autorizaciones tanto para investigación como para producción-fabricación de derivados del cannabis, 2021 ha sido un año decisivo.

El pasado abril, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) volvió a recoger la opinión sobre la legalización de la marihuana. En la encuesta, un 49,7% de la población se mostró a favor de permitir su venta con control, un porcentaje que subía hasta el 90,1% si se planteaba el uso médico.

“El consenso social es evidente y debe traducirse en impulso. Eso sí, distinguiendo muy bien entre utilizar la marihuana por placer o hacerlo por pura necesidad, cuando otras soluciones médicas ya no funcionan, como es mi caso y el de más de 300.000 pacientes ahora mismo”, detalla Carola Pérez, presidenta del Observatorio Español de Cannabis Medicinal (OECM). A la presidenta del OECM no le vale “la manida excusa” de que no hay evidencias científicas para regularizar su uso. “Hay 47 países que lo han hecho y la ONU reconoció su utilidad en 2020”.

La ONU reconoció en el año 2020 la utilidad medicinal del cannabis

Después, en otoño, hubo un brote regulatorio en el Congreso. En la misma semana llegaban las propuestas de Más País y de ERC y se anunciaba la de Unidas Podemos. Ya antes, de la mano del PNV, se había aprobado en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados la creación de una subcomisión para estudiar la experiencia de otros países con el cannabis medicinal y plantear que este se regule en España. “Ayer mismo arrancó su actividad”, asegura el diputado socialista Daniel Viondi, insistiendo en “la necesidad de no mezclar los dos debates paralelos que se dan, pues por mucho que se dulcifique el consumo lúdico nada tiene que ver con el medicinal, que es el que nos ocupa”.

Desde el Observatorio Europeo de Consumo y de Cultivo de Cannabis defienden legislar ambos aspectos. Hugo Madera, su presidente, sostiene que “hacer un reglamento, como parece que se plantea, sobre una ley anticuada solo beneficiará a las farmas”. De momento, emprendedores, fondos de inversión, Torreal, y firmas como Uriach y Almirall ya protagonizan el movimiento para conquistar el nuevo mercado de este producto a explotar.

Además de porro (también) es innovación e industria

Cannabis Hub. El primero de Europa es una iniciativa conjunta de la Universidad Politécnica de Cataluña, Barcelona Tech (UPC) y la empresa Valenveras, “para unir a los agentes de toda la cadena de valor del sector del cannabis, una planta históricamente underground, pero con un potencial enorme en la industria si la unimos a la tecnología del siglo XXI”, explica Joan Simó, coordinador del ámbito agroalimentario de dicha universidad.

Empresas. Desde su presentación, en marzo de 2021, ya se han incorporado 46 compañías.

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