Las emisiones se aceleran ante el alza de tipos y auguran un mes de enero récord
Emisores públicos y privados vendieron ayer 18.930 millones
El mercado de capitales arranca el año con fuerza. Tradicionalmente enero suele ser un mes muy activo en emisiones, en que la liquidez de los inversores se pone en marcha y Gobiernos y empresas inician sus programas de financiación. Pero este año enero apunta a ser un mes récord, como demostró la jornada de ayer. Según señalan fuentes financieras, los emisores han visto claro que hay que aprovechar que el coste de financiación continúa en mínimos históricos, una tendencia que se romperá a medida que los bancos centrales endurezcan sus políticas. Con los tambores de la normalización monetaria sonando y el optimismo de que la pandemia se transforme en una endemia, los emisores van a exprimir la primera ventana del ejercicio para acelerar las operaciones de financiación previstas para el año.
Aunque en este año la apertura del mercado se ha visto retrasada por el festivo del día 3 en Londres, en los dos días siguientes se ha recuperado el ritmo de emisión con creces, según apunta Jesús Sáez, responsable del mercado de capitales de deuda de Natixis. El sector financiero está siendo el gran protagonista: solo en la jornada de ayer un puñado de entidades, entre ellas BBVA, colocó deuda sénior no preferente por 4.000 millones de euros. A este importe se suman los 3.250 millones lanzados la víspera por BNP Paribas y el francés BPCE de este tipo de deuda. Las entidades financieras no tienen apuros de liquidez pero sí deben cumplir con los requisitos regulatorios por los que se les exige construir un colchón de deuda con capacidad de absorber pérdidas, una categoría en la que entra la sénior no preferente.
“Esperamos y aconsejamos a nuestros clientes que si tienen un plan de emisión de deuda para este año aprovechen el primer trimestre mientras el BCE sigue comprando deuda al ritmo esperado y existe algo de visibilidad en cuanto a tipos. Este 2022 será un año más difícil de programar”.señala Francisco Chambel, jefe de mercado de capitales para Iberia de UniCredit.
BBVA fue una de las entidades que ayer se puso manos a la obra. Encomendó a Intesa Sanpaolo, Natixis, NatWest Markets, Nomura y SG la venta de 1.000 millones en deuda sénior no preferente a siete años con opción de amortización anticipada al sexto. El apetito de los inversores permitió a la entidad rebajar el coste en 23 puntos básicos. La operación se cerró con una demanda que superó los 1.900 millones y un diferencial de 82 puntos básicos sobre midswap (tipo de interés libre de riesgo). Con nuevas emisiones como esta, el banco diversifica vencimientos de deuda y se prepara para reemplazar los instrumentos emitidos que entran este año en su último año de vida.
Además de BBVA, ayer emitieron deuda sénior no preferente Crédit Agricole y Barclays. La entidad gala colocó 1.750 millones en una operación de doble tramo mientras el británico adjudicó 1.250 millones de euros a seis años con opción de compra al quinto. Commerzbank colocó otros 1.000 millones en deuda garantizada a 10 años y BNP Paribas anunció que ha dado mandato para lanzar deuda contingente convertible (cocos en la jerga) con un cupón del 4,75%. Se trata de la deuda más cara para un banco.
La aseguradora Axa vendió otros 1.250 millones en deuda subordinada a 20 años. Entre los bancos y la aseguradora, los emisores financieros colocaron ayer 6.250 millones. Y el importe sube a los 18.930,42 millones si se añaden las operaciones de Italia, con la primera sindicada soberana del año, y la subasta del Tesoro español.
El mercado de capitales recibió ayer nuevo papel en abundancia, aunque la perspectiva de rentabilidades más altas también puede ser un factor que incida en la demanda en el más corto plazo. “Aunque las nuevas emisiones vengan a satisfacer mayores retornos por el efecto de tipos, favoreciendo el interés del inversor, también lo es que, si se espera que este movimiento se extienda en el tiempo, habrá otros inversores que prefieran esperar antes de apostar tan pronto por incorporar activos a sus carteras”, afirma Jesús Sáez.
Italia inaugura las emisiones sindicadas
Deuda. Italia se ha dado prisa en lanzar la primera emisión sindicada entre los soberanos europeos de 2022, un año en que el BCE rebajará de forma notable sus compras de deuda y en que el país va a ver cuestionada la calma financiera que le ha dado el gobierno de Mario Draghi con la celebración de elecciones presidenciales. Italia vendió ayer 7.000 millones en deuda a 30 años. La demanda alcanzó los 55.000 millones, menos de dos tercios a la registrada en la emisión al mismo plazo de octubre 2020, una señal inequívoca de que la demanda de deuda se ha desvanecido en comparación al apogeo que experimentó tras la puesta en marcha de las medidas de estímulo de los bancos centrales para mantener bajo control los costes de emisión.
Tesoro español. En la primera emisión de 2022, el Tesoro colocó en subasta 5.680 millones en bonos y obligaciones, consiguiendo mantener las rentabilidades negativas para la deuda a tres años años (-0,383%) y pagando más por la referencia a 15 años (1,047%).
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