La desaparición de los préstamos entre pares tiene moraleja
Zopa o LendingClub dejan de intermediar entre particulares y pymes o consumidores
Zopa, apoyada por SoftBank, y LendingClub, que cotiza en 3.000 millones de dólares, son algunas de las firmas que permiten a los particulares prestar directamente a pymes o consumidores. Al prescindir de las caras sucursales bancarias, esperaban ofrecer a los inversores tipos más altos, al tiempo que daban a los prestatarios créditos rápidos y a precios competitivos. Los particulares vertieron más de 1.000 millones al año en la plataforma de LendingClub en 2015-17. Pero tras comprar un banco en 2020, el grupo de EE UU ya no acepta dinero minorista entre particulares. La compañía británica Zopa también va a centrarse en la banca.
Aunque la pandemia no ayudó, los institucionales ya habían empezado a desplazar al dinero minorista en algunas plataformas. Atraer a los particulares requiere publicidad cara, y los clientes solo pueden invertir unos miles de dólares cada vez. Hedge funds y aseguradoras firman a menudo acuerdos de préstamo multimillonarios.
Luego están los reguladores. Tras la compra de un banco por parte de LendingClub, dijeron que debía reservar capital contra los préstamos P2P (entre pares) incluso tras pasar la exposición a los inversores. Eso acabó con la rentabilidad. Los prestamistas de Zopa tuvieron que hacer test de conocimientos, y pocos los pasaron. La lección para las fintech, sobre todo las de criptodivisas, es que los reguladores pueden dificultar la vida de las empresas que intentan crear una nueva clase de activos.
También recuerda que vencer a los bancos es difícil. Los pioneros del P2P teorizaban que acabarían igualando sus costes de financiación. Eso siempre iba a ser difícil. Dado que los bancos financian la mayor parte de sus balances con depósitos, sus costes totales son muy bajos. En cambio, los prestamistas de Zopa cobraban un 4%. Eso importa a firmas como Affirm y Afterpay, que dependen de la financiación mayorista. Cuando los tipos suben, estos costes tienden a subir más rápido que los tipos de depósito, lo cual permite a los tradicionales contraatacar con sus propios créditos a plazos. Hacer webs elegantes es posible; otra cosa es que los préstamos sean más baratos.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías