Europa prohibirá los productos que contribuyan a la deforestación
Entre los productos que se regularán están materias primas como la soja, la carne de vacuno, el aceite de palma, la madera, el cacao y el café, y de algunos de sus productos derivados
La Comisión Europea ha propuesto hoy una nueva regulación para prohibir las importaciones que contribuyan a la deforestación. Según la comisión, las normas propuestas regularán los productos que los ciudadanos de la UE “compren, utilicen y consuman en el mercado de la UE”, para que estos no contribuyan a la expansión de las tierras agrícolas y, como consecuencia, a la destrucción de los bosques. Entre los productos que se regularán están materias primas como la soja, la carne de vacuno, el aceite de palma, la madera, el cacao y el café, y de algunos de sus productos derivados.
La iniciativa presentada, que se da a una semana del compromiso de los países para reducir la deforestación en la COP26, pretende dar instrumentos a los 27 para “elevar los estándares medioambientales” y “proteger la naturaleza”. Frans Timmermans, vicepresidente ejecutivo responsable del Pacto Verde Europeo, ha declarado: “Para tener éxito en la lucha mundial contra las crisis climática y de biodiversidad debemos asumir la responsabilidad de actuar tanto en el interior como en el extranjero. Nuestro Reglamento sobre deforestación responde a las peticiones de los ciudadanos de minimizar la contribución europea a la deforestación y promover el consumo sostenible”. La comisión prevé un presupuesto total de 16.519.000 euros para la creación y aplicación del reglamento durante los primeros cinco años de funcionamiento.
La Comisión asegura que se establecerán normas obligatorias de diligencia debida para las empresas que deseen comercializar estas materias primas. Para esto, se utilizará un sistema de evaluación comparativa que evaluará a los países y su “nivel de riesgo de deforestación y degradación forestal derivado de las materias primas contempladas en el Reglamento”. Entre los datos que se solicitarán, están la geolocalización del lugar de donde provienen los productos, los datos del productor y documentación legal que acredite los estándares ambientales.
La legislación contempla también el papel de los “operadores” que posicionan los productos en la Unión Europea, el de los comercializadores y el de los exportadores. En este sentido, la ley no regula únicamente a la importación y comercialización de los productos nombrados, sino de sus derivados que se produzcan en el territorio europeo. Por otra parte, cada Estado miembro deberá asegurarse de que los controles anuales cubran al menos el 5% de los operadores que comercializan o exportan las mercancías pertinentes en su mercado, así como del 5% de la cantidad de cada uno de los productos básicos.
Entre las sanciones previstas, se incluyen la confiscación de las mercancías y productos, la confiscación de los ingresos obtenidos por el operador o comerciante de una transacción con las materias primas y productos, y la exclusión temporal de los procesos de contratación pública. Asimismo, se podrán imponer multas “proporcionales al daño medioambiental y al valor de las mercancías”, que según la comisión implicarán “al menos el 4% del volumen de negocios anual de los operadores o comerciantes en el estado miembro”.