Cómo invertir para los próximos 10 años: más China y más activos alternativos
JP Morgan revisa sus recomendaciones de inversión para la próxima década
La gestora de fondos de JP Morgan ha hecho hoy pública sus previsiones a largo plazo para los mercados de capitales. El mayor banco de Estados Unidos revisa una vez al año cuáles cree que serán las rentabilidades para la próxima década de diferentes tipos de activos. De acuerdo con sus especialistas, los inversores que quieran tener el mejor binomio de rentabilidad-riesgo deberán incluir en sus carteras acciones y bonos de China, así como activos alternativos (fondos de capital riesgo que invierten en compañías no cotizadas, fondos de deuda privada no cotizada, infraestructuras, inmobiliario....).
A pesar de que la crisis del Covid-19 ha supuesto un fuerte revolcón para los mercados financieros, desde JP Morgan consideran que las principales estimaciones para el futuro tampoco han cambiado sustancialmente. Por ejemplo, para la Bolsa europea esperan un retorno medio anual del 6% para la próxima década, y para la deuda soberana del 1,1%.
"La clásica cartera que tenía un 60% de Bolsa y un 40% de bonos va a seguir ofreciendo una rentabilidad bastante inferior a la que tenía hace años", explica Karen Ward, jefa de estrategias de mercado de JP Morgan Asset Managment, para Europa, África y Oriente Medio.
Durante la pasada década, esa cartera clásica ha rentado de media algo más del 6% (gracias sobre todo al buen comportamiento de la renta variable). Sin embargo, la estimación del equipo de análisis de JP Morgan es que en los próximos años su retorno medio sea del 3%. ¿Cómo cubrir ese déficit de rentabilidad?
Desde el gran banco estadounidense proponen dos ideas muy claras. La primera, aumentar el peso en la cartera de los activos chinos. "China ya supone una quinta parte del PIB mundial, pero la inversión extranjera en el país es mínima", explica John Bilton, jefe global de multi activos de JP Morgan AM.
La firma recomienda amentar tanto el peso de la renta variable china como la de los bonos. "Hemos calculado que con una cartera de riesgo medio, se puede pasar de una rentabilidad esperada del 4,8% a una del 5,8%, incluyendo deuda y acciones chinas, sin que varíe nada el riesgo asumido".
Activos alternativos
El segundo factor para impulsar la rentabilidad de las carteras son los activos alternativos. "Durante los últimos años se ha visto perfectamente que incluir estos activos más ilíquidos permite diversificar la generación de rentas al tiempo que se reduce la volatilidad de las carteras", apunta Karen Ward.
Los retornos de fondos de capital riesgo en 2021 están siendo del 7%, con un nivel de riesgo muy controlado. Para 2022 se esperan rentabilidades ligeramente superiores, del 7,2%. En los fondos de deuda privada la rentabilidad este año ha sido del 6%.
El gran desafío para la industria de gestión de activos es acercar este tipo de inversiones a un público mayor. Este tipo de fondos tiene la peculiaridad de ser más ilíquidos. El dinero no se puede recuperar hasta que no pasan bastantes años. Esto hace que la normativa sea más estricta para comercializarlos. En España, el importe mínimo de inversión es de 100.000 euros.