El futuro del trabajo híbrido y flexible
La inversión en tecnología relacionada con la implantación del teletrabajo durante este año alcanzará los 332.000 millones de dólares
He sido jugador profesional de baloncesto y he estado durante muchos años en la élite del deporte, y por ello, seguramente, estoy acostumbrado a adaptarme a diferentes entornos, al alto rendimiento y a la orientación a resultados. Desde que me retiré como deportista, y tras formarme en programación, finanzas, y administración de empresas, descubrí que para triunfar tienes que tener capacidad de adaptación. En esta segunda etapa de mi carrera profesional, esta vez como emprendedor (fundé varias compañías y startups tecnológicas) y como asesor empresarial, ya visualicé la necesidad de optimizar la forma de acceder a los puestos de trabajo y cómo, organizando mejor el tiempo, podíamos ser más productivos, y con mejor bienestar personal al disponer de más horas de calidad, repercutiendo positivamente en nuestra compañía. Veía las tendencias en Silicon Valley, en cuanto a la forma de trabajar de sus empleados (Google, Twitter o Slack).
Ahora que regresamos a las oficinas y después de la experiencia del teletrabajo forzado por la pandemia, las compañías han entendido que esto, combinado con el trabajo presencial, debe ser la tendencia a medio y corto plazo. Como es lógico, se ha reabierto el debate de cómo debemos adaptarnos a esta nueva realidad. Afortunadamente, muchas organizaciones ya replanteaban su cultura empresarial antes, pero después de la experiencia vivida estos últimos dieciocho meses, donde hemos incrementado el tiempo delante del ordenador provocando un lógico cansancio digital, ya se está dando prioridad a la optimización de la productividad, adoptando a la implantación de modelos híbridos de trabajo.
Los que estamos acostumbrados a trabajar en remoto sabemos de la importancia de disponer de herramientas que faciliten la conectividad y monitorización de nuestros equipos, conociendo en tiempo real la disponibilidad de los desk en nuestras oficinas, y más cuando venimos del sector tecnológico o fintech. El resto de los sectores también avanza hacia este modelo. La irrupción del Covid-19 puso en alerta a los responsables de recursos humanos y dirección financiera, que trataron de diseñar planes de emergencia mientras analizaban los costes de los espacios físicos. Actualmente ya se están creando estrategias para flexibilizar el acceso físico a las oficinas y se desarrollan herramientas tecnológicas que permiten ahorrar costes (muchas no llegan ni al 50% de su capacidad de ocupación media). También se está invirtiendo en infraestructuras, espacio y tecnología, para unir de forma óptima el mundo físico y el digital. Se está democratizando el acceso al talento (ya no se busca necesariamente cerca de la ubicación física), y esto supone una oportunidad para que puedan acceder a ellos utilizando plataformas digitales y otros recursos. Las empresas tendrán mayores niveles de digitalización en sus procesos internos y en las cadenas de suministros (blockchain supondrá una gran disrupción en este apartado también), lo que permitirá a la tecnología pasar de ser un soporte clave del negocio a convertirse en el propio negocio.
Como afirma John David Lovelock, vicepresidente de investigación de Gartner, el mayor cambio de 2022 será cómo se financia la tecnología, no cuánta tecnología se financia. Según un estudio sobre las tendencias laborales (work trend index) de Microsoft, las compañías que tengan clara su visión respecto de estos cambios tendrán una mayor ventaja competitiva, y no me refiero únicamente a la modernización o la innovación en general, sino a la forma de fomentar la colaboración entre los empleados y el trabajo en equipo entre los distintos departamentos.
Estos estudios hablan de la conveniencia de mantener opciones flexibles de trabajo remoto. Como dato y tras las encuestas a más de 30.000 trabajadores de 32 países, casi el 73% querría trabajar a distancia al menos un 60 % de su tiempo, mientras que un 45% se plantea cambiar a trabajos que les permita alternar la presencialidad en las oficinas con el trabajo desde otros sitios, como coworking, o desde casa, otras oficinas etcétera.
Como conclusión, parece evidente que el talento está en todas partes en un escenario laboral distinto, y soluciones como las que propone, por ejemplo, la tecnológica DeWocracy, ayudan a las empresas a implementar estrategias híbridas de trabajo remoto y presencial, proporcionando el monitoreo en tiempo real del teletrabajo en la compañía, ofreciendo una aplicación para que los trabajadores decidan desde donde quieren trabajar, en que escritorio se quieren sentar y una plataforma web para que la empresa gestione su espacio físico de oficina de forma inteligente y proporcionando flexibilidad.
Es importante resaltar que cuando se despliegan soluciones tecnológicas para entornos del teletrabajo, debemos pensar en su usabilidad y en la adaptabilidad que va a suponer para los trabajadores, acostumbrados ya a utilizar sus smartphones para todo, y en las empresas, como herramienta de productividad y comunicación en entornos amigables. Para los empleados son herramientas que van mucho más allá de reserva de espacio de oficina y selección de mesas de trabajo de forma personalizada. Tener la opción de programar cuando y como se accederá a cada entorno ayudará a la creación de equipos remotos, obteniéndose datos históricos personales de reuniones, control del horario digitalizado y comunicación directa con la compañía.
Según Gartner, la inversión en tecnología relacionada con el teletrabajo va a llegar a los 332.000 millones de dólares en el año 2021, siendo las áreas de mayor crecimiento las de software, dispositivos hardware, ciberseguridad y servicios de telecomunicaciones. La pandemia también ha provocado la utilización de nuevos dispositivos de control (warables de medición de temperatura, higiene de las manos, filtros del aire, etcétera), que han impulsado un crecimiento estimado en tecnología para el 2022 superior al 6,2% (casi cuatro billones de dólares en todo el mundo).
Ferrán Martínez es Emprendedor y exdeportista de élite