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Shane Connolly: “En el arte de las flores no hay lugar para el ego”

El director creativo de las bodas de la familia real británica engalanará la Mezquita de Córdoba en el marco del festival Flora

Es el artífice de la icónica instalación botánica de la boda de los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, también el ramo y las flores del enlace del príncipe Carlos con Camila de Cornualles. Más allá de la familia real británica, en su lista de clientes aparecen nombres como el Victoria & Albert Museum o la Royal Academy of Arts de Londres, pero su próximo reto es también su favorito hasta el momento: la Mezquita de Córdoba. Shane Connolly (Belfast, Irlanda del Norte, 1963) será el encargado de engalanar el monumento en el marco del festival Flora, que se celebra del 11 al 21 de octubre en Córdoba.

R. ¿Qué le hizo dedicar su vida a las flores?
R. La pasión por la naturaleza y por ver crecer las cosas. Nunca pensé que haría una carrera de eso. De hecho, fui a la universidad y estudié Psicología. Los jardines eran mi pasión y buscando una forma de ser creativo, me pareció que las flores eran el mejor camino. Pero no fue una decisión consciente, me lo empezaron a pedir mis amigos y de pronto se convirtió en mi profesión. No hice un plan de negocio para cinco años ni nada de eso, pero llevo trabajando de esto 32, así que supongo que lo es.
R. Ha trabajado para la familia real británica. ¿Es la mejor tarjeta de visita?
R. He tenido mucha suerte de haber participado en las bodas de los dos próximos reyes, pero realmente no sentí ninguna presión hasta que se involucró la prensa. Me empezaron a preguntar que por qué hacía una cosa u otra, pero realmente no es una cosa que yo piense tanto, la parte más importante del diseño floral son las emociones y que sea lo que el cliente quiere. Si estás tratando de satisfacer a un cliente, no hay lugar para los egos. Por supuesto que acuden a ti, pero tu trabajo es hacerlos felices a ellos. Cuando hay tanta exposición pública es raro porque no estoy yo solo. No sé si es la mejor publicidad, solo creo que he tenido mucha suerte de tener clientes muy amables en todas las etapas de mi vida.
R. ¿Dónde encuentra inspiración?
R. En el arte, la escultura, las telas... No tanto de otros jardines porque acabaría haciendo siempre lo mismo. Una parte muy importante a la hora de diseñar sí que es la temporada, qué es lo que está creciendo en ese momento y luce mejor en los jardines. También busco no desperdiciar y priorizar la sostenibilidad.
R. ¿Cómo tiene en cuenta el impacto medioambiental en sus creaciones?
R. Las flores y la comida son la única conexión que tiene mucha gente con la naturaleza. Viven en ciudades, como mucho ven un árbol desde su piso. Las verduras, las flores y la comida es su contacto con el paso de las estaciones, así que es nuestro trabajo, como floristas, hacerles llegar el mensaje correcto para enseñarle qué es local, qué es de temporada, qué se ha cultivado en su mismo país... Para mí eso es lo más importante de las flores, conectan a las personas con la naturaleza y les enseñan que es algo frágil que hay que preservar.
R. Pero, después de un evento, las flores mueren, ¿qué hacen con ellas?
R. Claro, las flores, cuando se cortan, se mueren. Por eso también uso muchas plantas, que están creciendo, y pueden ser replantadas después, como los árboles de Westminster. Las flores, por su parte, van a hospicios, a hospitales o a albergues para gente sin hogar. Hay una organización en Londres llamada Floral Angels, ellos las recogen después de los eventos y las trasladan a estos lugares. La otra opción es asegurarse de que se usan para compost en lugar de tirarse directamente a la basura.
R. ¿Ha aumentado, a raíz de la pandemia, el valor que se le da a la naturaleza?
R. Sí, sobre todo me parece que la cuestión de las estaciones es la más importante. Si no conocemos las estaciones, no conocemos la naturaleza. Vivimos pensando que tenemos que tomar fresas en Navidad, sin pensar en lo que hacemos. Tenemos que pensar en el daño que le hacemos al planeta y saber que podemos hacer las cosas de una mejor manera. Como florista hay cosas que se pueden hacer para transmitir este mensaje, también en relación con la comida. Las importaciones tienen un impacto tremendo en el medioambiente y dejan huella de carbono.
R. Ahora va a decorar la Mezquita de Córdoba, en el marco del festival Flora. ¿Qué va a hacer allí?
R. Aún no puedo decirlo. Solo que estaré en el jardín de la Mezquita, que es el lugar más increíble en el que he estado nunca. Creo que para mí es muy importante tratarlo de manera muy suave, que no se note mi paso y que parezca que lo que haya ha estado allí siempre. Es alucinante tanto arquitectónica, como histórica y espiritualmente. Es tan bonito que no necesita realmente flores. En cualquier caso, todo lo que instale allí habrá sido cultivado en Andalucía.
R. Ha diseñado para muchos escenarios privilegiados, pero ¿cuál es su sueño pendiente?
R. He tenido tanta suerte... Cada vez que pienso que no podría tener nada mejor aparece algo aún más increíble. Siempre pasa algo que nunca pensaste que podría aparecer. Pero también me encanta hacer cenas a pequeña escala, es algo muy especial y muy íntimo. No tienes que pensar en algo dramático porque solo hay un grupo de amigos. Hicimos una boda este verano para solo 30 personas, por las restricciones del Covid, y creo que fue una de las más bonitas que he hecho. En el bosque, con una mesa y muchas plantas por todas partes. Esto es muy especial porque cada detalle cuenta. Cuando decoras un evento para 500 personas se convierte en una producción. A veces lo íntimo es más especial.

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