La SEPI analiza el plan de Duro Felguera y la repercusión sobre la investigada conexión chavista
La compañía hace semanas que remitió su renovado plan al Estado y a la banca El Estado quiere cubrirse ante la investigación de la Audiencia
El rescate de Duro Felguera por la SEPI se ha convertido en un culebrón en el que, a las dificultades económicas de la compañía asturiana acrecentadas por el Covid, y que le llevó a pedir un rescate estatal de 120 millones de euros, se le une la investigación de la Audiencia Nacional sobre posibles pagos de la firma al Gobierno de Venezuela, iniciada en 2015 a partir de un informe del Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales (Sepblac) y que llevó a la Fiscalía Anticorrupción a querellarse contra el grupo empresarial. Ahora, cuando el grupo ha cambiado accionistas y directivos, e incluso su plan estratégico, y justo cuando la SEPI iba a hacer frente al segundo pago del rescate de 80 millones, la investigación y medidas de la Audiencia Nacional ante posibles pagos por Duro Felguera a altos cargos venezolanos a cambio de contratos se ha cruzado en su camino, pese a que el rescate y las investigaciones judiciales siguen caminos paralelos.
Fuentes conocedoras de las negociaciones entre la SEPI, Duro Felguera y la banca para salvar a la firma aseguran que en esta ocasión el caso abierto en la Audiencia ha influido en el aplazamiento en dos meses que ha aprobado el Estado para la inyección del segundo tramo del rescate, y llevó a la ingeniería a solicitar dos meses más de plazo para recibir el dinero público. Estas fuentes mantienen que el Estado no quiere más sorpresas y busca que la investigación de la Audiencia no salpique el rescate ni la búsqueda de un socio que más tarde pueda echarse atrás ante las pesquisas judiciales.
La compañía ha actualizado su plan de viabilidad, que estudia la SEPI y la banca desde hace semanas. Pero el Fondo de Apoyo a las Empresas ha incluido un análisis sobre el caso de Venezuela. Fuentes de la SEPI afirman que el plazo del rescate se ha ampliado ante la modificación del plan de viabilidad, que es “de calado”, pero añaden que sobre los contenidos no pueden descender porque son datos reservados.
Para llevar a cabo este análisis la SEPI ha vuelto a recurrir a Mazars y a Gómez-Acebo, que son los encargados de estudiar el nuevo plan de viabilidad y las consecuencias de las investigaciones judiciales. El objetivo es descartar por completo, como parece, que el caso de Venezuela no tendrá consecuencias en la compañía.
Sin presión para buscar socio
Duro Felguera cuenta ya con varios interesados para convertirse en su socio industrial, según varias fuentes, pese a que la SEPI no exige para la segunda fase del rescate de la firma, que se eleva a 80 millones de euros, que la compañía cuenta para entonces con un inversor estratégico.