Cómo podemos ayudar los gestores de activos a la próxima generación de inversores
Los mileniales, especialmente cuando sean receptores de la riqueza intergeneracional, invertirá con un propósito
A nivel mundial, esta generación de mileniales es la más numerosa de la historia y pienso en estos jóvenes con mucho optimismo. Realmente necesitamos a esta generación, ya que tiene una visión más ilustrada sobre el futuro y posee la voluntad de considerar diferentes formas de vida para que podamos asegurar que haya un mañana para la humanidad. Todavía no estamos en el camino para alcanzar el objetivo de cero neto, pero ha habido un enorme crecimiento en la inversión de impacto, incluso el año pasado durante la pandemia. La oportunidad para que los inversores den forma al futuro está aquí y ahora, y es enorme.
Es hora de adoptar la forma de pensar de esta generación, de abrazar la economía compartida, la economía circular o el enfoque airbnb de compartir y no poseer. En el viejo mundo, solíamos pensar que teníamos que ser dueños de la fabricación, la distribución, de los edificios, el hardware y el software. Pero estamos descubriendo que es mucho más eficiente no poseer todo eso.
Esta generación, especialmente cuando se convierta en receptora de la riqueza intergeneracional, invertirá con un propósito. Nuestro trabajo es asegurarnos de que hemos identificado las inversiones que son adecuadas para el futuro, de modo que el capital de los mileniales pueda ponerse a trabajar de una manera que vaya a crear resultados diferentes para el planeta. Ahora mismo, sabemos que las instituciones pueden invertir en capital riesgo, en capital privado y en capital paciente, pero nuestro reto es: ¿cómo hacemos que sea seguro y adecuado para que un grupo más amplio de participantes pueda acceder a esas inversiones a largo plazo? Es un verdadero reto técnico, pero es algo que estamos estudiando con detenimiento porque esta transferencia de riqueza se está produciendo con gran rapidez.
Nuestro trabajo consiste también en garantizar que, para cada inversión que hacemos, hemos analizado los factores medioambientales, sociales y de gobernanza de esa inversión. Cuando pensamos en nuestros futuros inversores, lo primero que van a querer saber es: “¿qué hay aquí?” Me gusta pensar en ello como en el etiquetado de los alimentos. Si coges un producto alimenticio puedes ver y confiar en el contenido de sal, azúcar, carbohidratos y proteínas. Del mismo modo, los inversores de hoy quieren saber: “¿qué contiene mi inversión?
En primer lugar, antes de invertir, examinamos las inversiones a través de nuestra infraestructura de datos y nuestras lentes de sostenibilidad, esa es la base, pero luego tenemos que ser capaces de demostrar que podemos identificar las empresas que van a prosperar mañana. Queremos identificar los patrones y las tendencias de consumo, las cadenas de suministro y los metales preciosos que se beneficiarán del camino hacia el cero neto, porque es entonces estamos permitiendo a la gente hacer mejores inversiones, así que esa es la forma en la que estamos pensando ahora.
Esta transferencia de riqueza se está produciendo rápidamente; de aquí a finales de 2030, habrá una gran cantidad de dinero en manos de distintos responsables de la toma de decisiones y es importante presentar las opciones adecuadas, para que puedan invertir y hacer del mundo un lugar mejor. La esencia de la inversión activa es la anticipación del cambio, y un cambio de valor en aquello en lo que se invierte. Ahora se basa en un conjunto de datos aún más amplio y profundo, y al extraer esos datos en tiempo real, tomamos mejores decisiones de inversión. Así que, en primer lugar, la infraestructura de datos se integra en todas las decisiones de inversión, por lo que hay una total transparencia en lo que se decide invertir y, a continuación, el siguiente paso es identificar a los ganadores del siglo XXI. ¿Quién va a prosperar en este siglo? ¿Qué empresas van a prosperar en el camino hacia el cero neto?
Según los datos que manejamos sobre el sentimiento de los inversores, el 33% afirma estar más preocupado por su futuro como consecuencia de la Covid-19. Un futuro mejor no es un futuro en el que tengas que preocuparte constantemente: “¿estoy en buen camino para conseguir alcanzar mi pensión y para la vida que quiero llevar en el futuro?”. Estamos en un negocio en el que hay guiar a la gente a la hora de hacer inversiones; ayudar a las aseguradoras y a los fondos de pensiones a invertir para cumplir con sus obligaciones en el futuro. Ese es un propósito muy importante.
Si podemos aplicar el espíritu de humildad y curiosidad, y construir una cultura en torno a ello, estaremos ante un reto verdaderamente emocionante. Creo que atraeremos al talento, a los científicos del clima, a los expertos en toma de decisiones y eso cambiará el funcionamiento corporativo. Esa es la gran esperanza. En los próximos 20 años eso es lo que realmente tenemos que hacer juntos.
Se trata de un esfuerzo multigeneracional y no vamos a llegar al cero neto a menos que cada uno de nosotros se involucre. Tenemos que hacer frente esa responsabilidad y transmitir a la siguiente generación algo que valga la pena a partir de nuestras experiencias y de los errores de los que nuestra generación ha aprendido.
Stephen Bird es CEO de Aberdeen Standard Investments