Ibercaja analiza salir a Bolsa en otoño con una valoración de hasta 2.100 millones
El consejo de la entidad aragonesa analizó el viernes la recomendación de los bancos de inversión, que animan a llevar a cabo la operación
Ibercaja cada vez está más convencida de que ahora vuelven a darse las circunstancias para retomar su proyecto para salir a Bolsa, que retrasó al inicio de la pandemia en marzo de 2020. Los bancos de inversión contratados por la firma aragonesa están convencido de que ahora es un buen momento, lo mismo que parece que opinan los miembros del consejo de administración de Ibercaja.
El viernes, 27 de agosto, el consejo de la entidad que preside José Luis Aguirre llevó a cabo su primera reunión tras las vacaciones y tras la presentación de resultados del grupo correspondientes al primer semestre del año. Sobre la mesa estaban los análisis que habían realizado los bancos de inversión sobre la cuenta de resultados de la antigua caja de ahorros y su opinión sobre su posible salida a Bolsa entre octubre y noviembre, primeras ventanas del semestre para llevar a cabo el salto al parqué.
La conclusión coincidía. Es el momento de que Ibercaja comience a cotizar, pese a que su valoración esté ya lejos de las primeras que se llevaron a cabo y que daban al banco un valor de unos 4.000 millones de euros. Ahora, su valoración se encuentra entre los 1.000 millones de euros y los 2.100 millones, tomando como referencia a CaixaBank en la parte alta de la horquilla, y de Unicaja en la parte baja. Y es que los analistas e inversores han tomado como referente de precios lo mismo que los asesores, a estas dos también antiguas cajas de ahorros, con descuentos en su cotización del 0,70 sobre su valor en libros para el caso de la entidad malagueña, y del 0,30 para CaixaBank.
Estas dos entidades tienen un modelo de negocio y composición muy similar al de Ibercaja. Incluso cuentan con fundaciones como principales accionistas. No hay que olvidar que estos tres bancos tienen sus orígenes en las antiguas cajas de ahorros, y han sido las supervivientes de la debacle del sector de ahorro durante la crisis financiera de la última década.
Ibercaja suma unos recursos propios de de 3.252 millones de euros, cifra que está ligeramente por encima de lo registrado seis meses antes. Así, al cierre de 2020 sus fondos propios ascendían a 3.160,6 millones de euros.
La entidad aragonesa ha contratado a Rothschild como asesor independiente, a Morgan Stanley y JP Morgan como coordinadores globales de la oferta y a Bank of America y UBS como entidades colocadoras. La opinión de estos bancos de inversión es que Ibercaja siga adelante con su proyecto de cotizar este otoño y no lo retrase más. Creen que no es conveniente que agote los plazos.
Ibercaja debe salir a Bolsa como operación estratégica para que la Fundación bancaria reduzca su participación en el banco por debajo del 50%, incluso del 40% (aunque esto podría suceder en una segunda fase) antes de 2023, tal y como marca la Ley de Cajas, tras prorrogar el Gobierno el periodo para llevar a cabo esta operación como consecuencia de la pandemia.
Actualmente, el primer accionista, la Fundación Ibercaja, que preside Amado Franco (expresidente de Ibercaja), controla un 87,8% de los títulos del banco, por lo que la posición mínima de la entidad de la que tendría que desprenderse rondaría el 40%.
Será en el consejo de finales de septiembre cuando Ibercaja adopte la decisión definitiva, si no hay novedades negativas en la economía. De momento, ya ha reactivado todo el proceso, incluidas las negociaciones con los supervisores, bancos de inversión y asesores. Incluso, ha redactado un nuevo folleto para llevar a cabo esta operación, y que incluye las cuentas de junio de 2021. En este periodo ganó 94,1 millones de euros, más del doble que en igual fecha del año anterior. El hecho de que la banca pueda volver a repartir dividendo también juega a favor de la operación corporativa.