Bruno Patain (Eurizon): “No vemos una vuelta, con mayúsculas, de la inflación”
El alza de precios en Estados Unidos no le preocupa, ya que considera que es temporal. Se muestra positivo sobre todo en mercados emergentes, pero cree que EE UU y Europa seguirán aprovechando las ayudas. Incluso prevé la vuelta del interés por Japón
Lleva como responsable de Eurizon para España y Portugal desde que a finales de 2018 la gestora del grupo financiero italiano Intesa Sanpaolo abriera oficina en Madrid. Bruno Patain se muestra optimista sobre la marcha de la economía y sigue apostando por buscar rentabilidad en activos poco explotados, como la renta fija china y los bonos verdes de emergentes.
- R. Eurizon no es una gestora muy conocida en España, pero es fuerte en Europa. ¿Cuáles son sus puntos diferenciales respecto a otras entidades?
- R. Cuando comenzamos la andadura en España, hace dos años y medio, contábamos con una amplia gama de productos, pero había que ofrecer un valor diferencial frente al resto de competidores, que ya llevaban más tiempo en este mercado y, por lo tanto, con una presencia consolidada. En ese sentido, uno de los activos en los que nos enfocamos fue en la renta fija china, un tipo de inversión en la que fuimos pioneros aquí.
- R. ¿Ha despertado interés la renta fija china entre los inversores españoles?
- R. Sí, porque fuimos precursores en dar una solución al problema de los bajos tipos de interés, buscando rendimientos a través de este tipo de activos, en concreto en deuda pública y semipública en divisa local, el renminbi.
- R. ¿En qué otras propuestas se consideran fuertes?
- R. También hemos impulsado los fondos de inversión en bonos verdes. Es cierto que este es un activo más popular, pero nuestro valor diferencial radica en la estrategia, ya que cuenta con un enfoque flexible y global al invertir en mercados emergentes, y concretamente en China. Esto ha posibilitado que nuestro fondo sea el mayor de Europa de deuda soberana china, con 3.300 millones de euros de activos bajo gestión, y que el de bonos verdes cuente con 2.100 millones de euros. Por otra parte, también hemos impulsado nuestro vehículo de retorno absoluto de baja volatilidad. A diferencia de otros, se centra en hacerlo bien en todos los entornos de mercado, sobre todo en momentos de alta volatilidad, como los inversores han podido comprobar en 2018 o durante la crisis de la Covid.
- R. ¿Qué importancia tiene para ustedes la sostenibilidad?
- R. Eurizon fue la primera entidad en Italia en lanzar un fondo ético en 1996, lo que nos sitúa también como una de las primeras de Europa. Asimismo, fue uno de los miembros fundadores del comité de los principios de inversión responsable (PRI) de las Naciones Unidas. Es decir, la sostenibilidad está en el ADN de la gestora desde hace muchos años. Somos un caballero corporativo verde de la inversión, aunque es cierto que quizá no lo comuniquemos tanto como otras firmas. Prueba de ello es que de los más de 70 fondos de gestión activa que Eurizon tiene registrados en la CNMV, el 80% son artículo 8 o 9, según el Reglamento sobre Divulgación de Finanzas Sostenible (SFDR, por sus siglas en inglés).
- R. ¿Cree que interesa en España la inversión sostenible?
- R. La demanda es elevada, pero los flujos no lo son todavía. Algunos inversores, aunque les parece un muy buen instrumento, aún siguen primando la rentabilidad e intentan conseguir retornos más elevados. Este tipo de activo tiene mucha más demanda, por ejemplo, en los países nórdicos, donde están mucho más concienciados con la sostenibilidad, aunque en el resto de Europa cada vez es mayor también.
- R. Venden mucho China en renta fija y emisiones verdes, pero ¿tienen la misma convicción como mercado?
- R. La tenemos porque representa una auténtica historia de crecimiento. Según las previsiones, pese a que siempre hay que tener en cuenta que pueden variar, en 10 años China adelantará en términos de PIB al conjunto de la Unión Europea, y en 20 años a Estados Unidos. Hace tiempo China estaba enfocada en crecer por crecer y las exportaciones eran uno de los principales impulsores. Ahora está cambiando el modelo y abogan por otro que aproveche los 1.400 millones de potenciales consumidores, y en el que la demanda interna tenga más peso. China llama a esta nueva estrategia la circulación dual, que implica tratar el mercado interno como pilar principal, al tiempo que permite que los mercados internos y externos se impulsen mutuamente.
- R. ¿Es mejor capturar este potencial a través de la renta fija que de la renta variable?
- R. La importancia de China en las carteras es minúscula comparada con su peso en la economía mundial. Y para nosotros, en el momento en el que estamos, es más atractiva la renta fija. Para que nos hagamos una idea, hay que recordar que el Fondo Monetario Internacional recomienda la inversión en renminbi y los bancos centrales son los principales inversores en este activo. Además, la divisa china está muy poco utilizada en los intercambios comerciales y esto debería evolucionar. Sobre todo si se toma en cuenta la audacia de China, manifestada con la firma en noviembre de 2020 del RCEP, un acuerdo de libre comercio con 14 países de Asia Pacífico; o con la Nueva Ruta de la Seda, su gran plan estratégico enfocado en una ambiciosa red de infraestructuras.
No hay que olvidar que en Europa tenemos unos tipos de interés muy bajos y un contexto de envejecimiento de la población, pero sin embargo aspiramos a contar con pensiones y ahorro para la jubilación. Esto supone un desafío para los grandes inversores institucionales, que en el actual entorno de tipos bajos tienen que lograr rendimientos sin demasiado riesgo, y creemos que lo van a tener que buscar, y encontrar, en las zonas emergentes.
- R. ¿Son positivos en algún otro mercado?
- R. Hay que mirar país por país y ser selectivo, pero estamos más positivos con los emergentes, sobre todo en los países asiáticos. Por ejemplo, la India, pese a que las tasas de Covid son elevadas.
- R. ¿Y en cuanto a los desarrollados?
- R. También somos positivos en Europa y en Estados Unidos, ya que pensamos que los paquetes de ayudas de Gobiernos y bancos centrales seguirán impulsando el crecimiento. Incluso somos positivos en Japón, que recientemente ha anunciado que quiere dar más importancia a la sostenibilidad y eso puede provocar que aumente el interés hacia la región.
- R. ¿Les preocupa el alza de precios en Estados Unidos?
- R. No vemos la inflación como algo estructural, sino temporal, por lo que a día de hoy no lo consideramos como un problema. En Estados Unidos el consumo es muy elevado y además normalmente se consume a crédito. Durante el confinamiento, aunque un porcentaje se invirtió y puede explicar en parte los flujos a activos como las criptodivisas, el grueso se ahorró. Ahora ese dinero se está gastando, así que pensamos que se trata de algo temporal y no de una vuelta, con mayúscula, de la inflación. No obstante, monitorizaremos su evolución de cerca porque puede cambiar la situación.
- R. ¿Qué riesgos podrían ensombrecer la recuperación?
- R. No vemos grandes riesgos, aunque sí es cierto que a raíz del rally de los mercados se puede producir una recogida de beneficios y generar algo de volatilidad, pero ese dinero se volvería a reinvertir aprovechando el descenso de los precios. No hay grandes obstáculos, pero hay que prestar atención a la variante delta. Lo cierto es que a medio plazo esperamos que sea una economía bipolar, entre EE UU y China, o tripolar, si Europa juega bien sus cartas.