La actriz ingeniera, el rockero astrofísico y otros artistas científicos
El proyecto de divulgación Cytcerones propone talleres, clubes de lectura y exposiciones para acercar la ciencia a los barrios de forma lúdica y con humor
¿Quién es más listo? ¿Un físico o un músico? ¿Una ingeniera o una artista? Hedy Lamarr, la mítica actriz de Hollywood que interpretó a Dalila en 1949, fue también ingeniera de telecomunicaciones, inventora de la primera técnica de transmisión del espectro ensanchado, precursor del wifi. Brian May, guitarrista de Queen, es astrofísico. La supermodelo Cindy Crawford consiguió una beca para estudiar Ingeniería Química y el actor Ashton Kutcher cursó Ingeniería Bioquímica.
Son casos de éxito de personas que se atrevieron a romper la barrera entre la ciencia y el arte, gente que se negó a ser solo de ciencias o solo de letras. “Muchas veces a la ciencia se le tiene miedo”, explica Beatriz Sandiás, impulsora del proyecto de divulgación científica Cytcerones. “La ciencia y la tecnología forman parte de nuestra vida, de nuestra cultura. No se trata de ser solo de ciencias o solo de letras”, añade.
La idea de fondo de Cytcerones es precisamente desterrar mitos como que los de ciencias no tienen creatividad o que los de letras se asustan con las matemáticas y la física. Un proyecto que propone actividades “que se integren en el ocio de la gente, que no sea necesario recorrer la ciudad para participar”, explica Sandiás. Sacar la ciencia de las facultades o de los laboratorios y acercarla a los barrios.
¿Es Plutón un planeta? Para abordar el debate de si Plutón debe ser considerado o no un planeta, Cytcerones ha editado un vídeo donde salen a escena las partes interesadas. Con el formato de las batallas entre raperos, Plutón aparece dolido por haber sido degradado y se enfrenta a la asociación de astrónomos causante de la ofensa, la Unión Astronómica Internacional.
“Intentamos atraer al público tocando muchos temas”, cuenta Sandiás, geofísica de formación, con experiencia profesional en ingeniería de sistemas, y máster en Comunicación de Ciencia y Tecnología. Junto a Sandiás, le acompañan en el proyecto profesionales de áreas muy variadas, desde ciencias, ingeniería y matemáticas, hasta comunicación y artes escénicas.
“Cuando la temática es muy específica, contactamos con expertos en determinadas materias para apoyar las actividades”, señala. Por ejemplo, un taller sobre ciberseguridad y otro sobre bulos en la alimentación fueron impartidos por colaboradores especializados.
Caminos
Cytcerones ha impulsado talleres de matemagias para animar a niños a estudiar matemáticas, jornadas de teatro para conocer a personajes científicos, yincanas sobre la tabla periódica... Las actividades se llevan a cabo en bibliotecas públicas, centros de barrio y en museos.
El objetivo es “verle lo bonito a una ecuación, la elegancia de un algoritmo o de la tabla periódica (que la tienen)”.
En ese acercamiento entre humanidades y ciencia, uno de los problemas que han detectado en las actividades con familias es que los niños y niñas se ven obligados a elegir entre un camino u otro muy pronto, cuando apenas tienen recursos o una cultura básica. Y además una vez elegida una vía, la científica o la humanística, parece que está mal visto cambiar hacia otro lado. Es por ello que desde Cytcerones destacan las excepciones. Hay artistas que usan las últimas tecnologías en sus creaciones, periodistas científicos, historiadores con inquietudes tecnológicas. “Los dos mundos no están tan distanciados. Algunos nos permitimos dar un salto de uno a otro, pero no siempre es así”, señala Sandiás.
Como Lamarr, nacida en Austria en 1914. Durante la Segunda Guerra Mundial trabajó junto al compositor George Antheil en la patente de un sistema de guía por radio para torpedos aliados que utilizaba el espectro ensanchado y cómo evitar las interferencias. Aunque se usó por primera vez en 1962, fue una de las bases del desarrollo del wifi.
El papel de la mujer en la ciencia es otro pilar de divulgación de Cytcerones. La colección de viñetas titulada De niña a científica es un homenaje a las mujeres que han dedicado su vida a la ciencia y la tecnología. Para recordar que esa “curiosidad innata no entiende de sesgos de género”.