La Audiencia Nacional exige a la banca extremar el control de las operaciones con autocartera
Rechaza un recurso de Inversis por una infracción grave. La entidad no alertó de compras sospechosas con acciones propias por un cliente
La cruzada de la CNMV contra el abuso de mercado que puede derivarse de las operaciones con autocartera arrancó hace años. Ahora, el supervisor ha recibido el apoyo cerrado de la Audiencia Nacional, que ratifica una multa a Inversis por incumplir “la obligación de comunicar a la CNMV, como operaciones sospechosas de constituir manipulación de mercado, las realizadas por Cartera Industrial Rea, con acciones propias”. Estas transacciones son de riesgo.
Las operaciones con acciones propias de las empresas cotizadas son una caja de Pandora. Esta herramienta está casi siempre bajo sospecha de constituir abuso de mercado. El riesgo de una manipulación de precios casi siempre está ahí, y el empeño de la CNMV para evitarlo se remonta a los tiempos de Manuel Conthe, hace ya 17 años.
En enero del año pasado, el vigilante del mercado dejó por escrito un aviso a navegantes. La única forma en la que no habrá dudas de que una empresa esté cometiendo abuso de mercado –en sus dos vertientes, de manipulación de precios o de uso de información privilegiada– es que las operaciones con acciones propias cuenten con el certificado previo de la CNMV. Y para obtener ese salvoconducto existen solo dos fórmulas: un programa de recompra de acciones comunicado a los inversores o un contrato de liquidez. En caso contrario, la CNMV tiene potestad para vigilar todas las compraventas con acciones propias por si estas incumplen la normativa.
La Audiencia Nacional, en una sentencia del pasado 11 de mayo, compra los argumentos de la CNMV y desestima un recurso de Banco Inversis que solicitaba la anulación de una sanción de 40.000 euros por una infracción grave.
El supervisor que ahora dirige Rodrigo Buenaventura multó en abril de 2018 a Cartera Rea con 80.000 euros por una infracción muy grave por la realización de prácticas de manipulación de mercado con acciones propias en 15 sesiones bursátiles de 2015. El negocio de la firma era adquirir posiciones en cotizadas. Salvando todas las distancias, su modus operandi era similar al de Corporación Financiara Alba, si bien, a inicios del año pasado, Cartera Rea fue excluida de negociación.
El intermediario a través del que se hicieron las operaciones castigadas por la CNMV fue Inversis. Y, por no haber avisado al vigilante tras haber cursado operaciones sospechosas, también recibió su castigo. Pero la entidad se rebeló. Primero protestó ante el Ministerio de Asuntos Económicos, que rechazó sus argumentos, y después recurrió a la Audiencia Nacional, que también ha decidido dar la razón a la CNMV.
El artículo de la ley del mercado que invoca la CNMV especifica que “las entidades que efectúen operaciones con instrumentos financieros deberán avisar a la CNMV, con la mayor celeridad posible, cuando consideren que existen indicios razonables para sospechar que una operación utiliza información privilegiada o constituye una práctica que falsea la libre formación de los precios”.
Que la manipulación de precios se llevara a cabo mediante operaciones con la autocartera es clave para el tribunal. Inversis aduce en su recurso que los hechos que pudieran haber determinado la existencia de indicios de una operación sospechosa no hubieran podido ser detectados por la entidad, al margen de que hubiera aplicado o no herramientas informáticas y otros medios para analizar la operativa de autocartera de Rea.
Los jueces rebaten este argumento, al asegurar que Inversis estaba “en condiciones de conocer que las operaciones de autocartera de Rea, a sabiendas de tal naturaleza, representaban un elevado porcentaje (de dominio y cuasi monopolista) sobre la negociación de las acciones”. La sentencia añade también que Inversis estaba en disposición de detectar el significativo impacto que suponía la compra de acciones propias de Rea sobre los precios de referencia del valor.
Retrasos en la comunicación
El año del Covid. El número de operaciones sospechosas reportadas a la CNMV en 2020 fue de 280, lo que supone un descenso del 18% respecto a las de 2019, según el informe anual del supervisor publicado la semana pasada. El 68% de ellas se refería al potencial uso o intento de uso de información privilegiada, y el restante 32%, a posibles manipulaciones de mercado. La CNMV destaca que en el ejercicio se apreció “un ligero retraso en la comunicación debido principalmente a la pandemia”.
La obligación de monitorizar. En su sentencia, la Audiencia Nacional reitera que la obligación de Inversis, en el caso de Cartera Rea, estaba en “perfecta disposición de haber monitorizado las operaciones como era su obligación, de identificar los indicios de manipulación concurrentes y haber comunicado a la CNMV, como era su deber, las operaciones de autocartera de Rea como sospechosas de constituir tal manipulación”. El tribunal avisa de que la raíz del incumplimiento estuvo en que en ningún momento analizó las operaciones de autocartera de Rea.