La productividad en el trabajo híbrido (presencial y a distancia)
Siete de cada diez trabajadores están a favor de este modelo. Para las empresas, revivir la vieja normalidad no es prudente
Fue hace un año cuando los términos bloqueo, distanciamiento social, nueva normalidad y trabajar desde casa se convirtieron en elementos permanentes de nuestro vocabulario. Por aquel entonces, éramos lo suficientemente ingenuos como para pensar que pronto volveríamos a nuestra vida normal. En 2021, estos términos siguen siendo una parte importante de nuestras vidas, y todo el mundo que nos rodea parece haber sufrido un cambio de paradigma.
Uno de los efectos duraderos de la pandemia del Covid-19 ha sido el cambio en la forma en que percibimos el trabajo y los espacios de trabajo. Si el 2020 fue el año de las oficinas remotas, 2021 verá el amanecer de los lugares de trabajo híbridos. Aunque el trabajo a distancia no ha sido un camino de rosas, sería una tontería ignorar sus muchas ventajas. Entonces, ¿qué pasa ahora que la pandemia parece estar más controlada y se están aplicando las vacunas? ¿Volvemos a nuestras rutinas anteriores al Covid, o mantenemos alguna semblanza del trabajo a distancia? ¿Quieren los empleados volver a sus oficinas?
La respuesta está en un modelo de trabajo híbrido. A medida que las empresas reabren con cautela, muchas están considerando la posibilidad de implantar un modelo de trabajo híbrido, que es esencialmente una mezcla de trabajadores en la oficina y a distancia. Un lugar de trabajo híbrido reúne lo mejor de ambos mundos, combinando las ventajas del trabajo a distancia y dando a los empleados la opción de ir a la oficina para las tareas o proyectos que requieren una colaboración en persona. Este modelo cuenta con un amplio apoyo, ya que el 68% de los españoles se muestra a favor de un modelo híbrido entre teletrabajo y oficina según un estudio realizado por Cepsa y la Fundación Másfamilia
Vale la pena señalar que no son solo los empleados los que se benefician de este modelo. El modelo híbrido aportará muchas ventajas, desde la reducción de los costes de las oficinas hasta el acceso a una mayor reserva de talento.
Sin embargo, hay una pregunta que se plantea. ¿Afectará un lugar de trabajo híbrido a la productividad? Una cosa es que toda la organización trabaje desde la oficina o a distancia, pero ¿qué ocurre cuando la mitad de los empleados están en la oficina y la otra mitad trabaja desde casa? ¿Cómo pueden los líderes empresariales crear este nuevo lugar de trabajo que garantice que tanto los empleados como los empresarios estén contentos?
Para garantizar el éxito de un modelo de puesto de trabajo híbrido, las empresas deben comprender que un modelo híbrido va más allá de un mero cambio en el lugar de trabajo. Se trata de un cambio en la forma de trabajar de las personas, en cómo se percibe este trabajo y en cómo se gestiona. Hay una diferencia entre apoyar el trabajo a distancia y adoptar un enfoque que dé prioridad al trabajo a distancia. Las políticas que simplemente apoyan el trabajo a distancia permiten a los empleados trabajar desde casa, pero todo el ecosistema del lugar de trabajo está idealmente diseñado para beneficiar a los trabajadores de la oficina.
En cambio, un enfoque remote-first reconoce y aborda activamente las necesidades tanto de los trabajadores remotos como de los que trabajan desde la oficina. Esto puede significar cosas diferentes para las distintas organizaciones. Para empezar, los responsables de las empresas tendrán que conocer a fondo qué tareas pueden realizarse a distancia y cuáles deben llevarse a cabo in situ. Esto debe ir acompañado de políticas, procesos y herramientas que promuevan la paridad entre los empleados que trabajan desde la oficina y los que trabajan desde casa. La nueva normalidad ya no es tan nueva, y revivir la vieja normalidad no será prudente. Las empresas deben identificar cuál será la nueva normalidad y cómo pueden adaptarse a ella. Los lugares de trabajo híbridos del futuro se basarán en dos factores: la integración de la tecnología y las iniciativas de compromiso de los empleados. A medida que el entorno de trabajo se vuelve más fluido, las organizaciones tendrán que centrarse en la experiencia de los empleados. Este enfoque deberá tener en cuenta las necesidades digitales y sociales de los empleados.
Hay principalmente cuatro factores que definen la preparación de un lugar de trabajo híbrido desde una perspectiva digital: colaboración, estabilidad de la red, seguridad y preparación para la nube. Garantizar un entorno empresarial seguro ha sido una de las principales prioridades de las organizaciones desde que comenzó el trabajo a distancia; sin embargo, con un modelo híbrido, los riesgos de seguridad aumentan, ya que los empleados cambian constantemente de casa a la oficina. Por tanto, las organizaciones tendrán que aprovechar el poder de la tecnología para proporcionar un entorno seguro y productivo.
Desde el punto de vista social, los trabajadores necesitarán líderes con empatía. A medida que aumente la adopción de lugares de trabajo híbridos, la dirección de las organizaciones tendrá que mantener conversaciones abiertas con todos los empleados, no solo con sus subordinados inmediatos. Tendrán que comprobar con sus equipos con frecuencia, y empatizar con las situaciones personales de los empleados será más crítico que nunca. Para tener éxito en un mundo pos-pandémico, las empresas tendrán que dar prioridad a las conexiones humanas y promover un sentido de pertenencia. En un momento en el que el agotamiento es galopante, la adopción de la empatía como atributo clave de gestión no solo creará una plantilla más comprometida y satisfecha, sino que también reducirá significativamente la tasa de abandono de los empleados.
Priyanka Roy es experta empresarial de ManageEngine