Así es la Torre IE: el campus más moderno, y vertical, de Europa
IE University acogerá a 6.000 alumnos de grado en su nueva torre, de 180 metros de altura y 50.000 metros de superficie
Probablemente sea uno de los campus más modernos del mundo. Lo que sí que es, es el tercero más alto del planeta, después del edificio Mavin, con 240 metros de altura, que acoge a la Moscow State Universit, en Moscú (Rusia), y de la torre Mode Gakuen Cocoon, con 204 metros y 50 plantas que acogen a alumnos de tres escuelas de formación profesional, moda, tecnología y medicina. Sobre el skyline de Madrid se alza, dentro del complejo Cuatro Torres Business Area (CTBA) del Paseo de la Castellana de Madrid, la quinta torre, denominada hasta ahora Caleido y propiedad de la inmobiliaria Espacio y del grupo Emperador Properties, cuya obra firman los estudios de arquitectura Fenwick Iribarren y Serrano-Suñer Arquitectura.
Dentro, sobre una superficie de 50.000 metros cuadrados, en una torre de 180 metros de altura, repartidos en 35 plantas, irá el campus del IE University, que acogerá a partir del mes de septiembre a 6.000 alumnos de grado de las disciplinas de Arquitectura y Creatividad, Emprendimiento e Innovación, Humanidades y Arte, y Tecnología, procedentes de 140 países. El objetivo, señaló este viernes, durante una visita al rascacielos, el presidente del Centro de Emprendimiento e Innovación y vicepresidente de asuntos económicos de IE University, Juan José Güemes, es convertir el centro en una referencia de innovación y tecnología aplicada a la educación, teniendo en cuenta los criterios de sostenibilidad y máxima eficiencia energética en la construcción.
Otro de los retos, explicó Güemes, es aprovechar al máximo la diversidad de procedencia del alumnado. “Nuestro sistema promueve que haya diversos enfoques cognitivos, y ante un mismo problema se encuentran diferentes soluciones, dependiendo muchas veces del origen de los alumnos. Se trata de que haya una mirada de 360 grados”, explicó durante la parada en una de las cuatro plazas, en forma de ágora, del edificio, pensadas para que los alumnos puedan interrelacionarse. Lo que no podrán hacer será imprimir papel, ya que es un espacio donde no hay cabida para las fotocopiadoras y donde no es bien recibido este material, salvo para aquellos que cursen la carrera de Arquitectura, que podrán utilizarlo reciclado.
El alumnado ocupará 23 plantas, con 64 aulas de configuración flexible y 30 espacios que favorecerán la interacción, la innovación y la creatividad, como parte del modelo de formación liquid learning impulsado a raíz de la pandemia por la institución académica. Esto significa que los alumnos de grado, posgrado o executive education podrán asistir a clase presencial en el campus o conectarse online a las aulas. Se trata de un modelo desarrollado por la citada institución, que asegura que la experiencia educativa, tanto presencial como online, está garantizada, de manera simultánea “con la misma experiencia inmersiva y excelencia académica”.
La IE Tower, asegura Santiago Iñiguez de Onzoño, presidente de IE University, “marca un hito en nuestra historia, dado que la nueva sede, innovadora y sostenible, promoverá una nueva manera de relacionarse dentro y fuera de nuestra institución, y enriquecerá la experiencia de los alumnos”.
En cuanto a la precaución y posibles temores debido a la crisis sanitaria del Covid, Iñiguez de Onzoño tranquiliza con este mensaje: “Contamos con un campus seguro. Este año hemos diseñado protocolos sanitarios que han ido más allá de las recomendaciones de las autoridades, ya que desde el inicio del curso académico hemos realizado más de 40.000 pruebas, hemos monitorizado la salud de alumnos y profesores a diario a través de nuestra aplicación, contamos con un pasaporte sanitario para controlar el acceso a nuestros edificios, y nuestra nueva sede contará con los mismos protocolos de seguridad sanitaria, que revisaremos de manera continua”.
En el edificio todo está medido, no se ha dejado ningún detalle al azar: el sistema de circulación en el campus ha sido analizado mediante inteligencia artificial. Por ejemplo, cada uno de los 22 ascensores, de los cuales 10 serán usados por los alumnos que acudan al campus cada día, previo reconocimiento facial a la entrada, recorren seis metros por segundo, de manera que se empleen 40 segundos como máximo en subir hasta la planta del aula que corresponda.
La tecnología, junto con la sostenibilidad, son los puntos fuertes del edificio. Todas las aulas de clase llevan incorporadas monitores, con tecnología Samsung –118 en total– de nueve metros cada uno, y 52 pantallas de 55 pulgadas repartidas por las aulas de trabajo, así como una pantalla LED de 50 metros cuadrados que ocupa el escenario del auditorio, revestido este con policarbonato ondulado, un material que favorece la acústica del espacio, y en el que se han instalado 600 butacas.
Otro espacio a destacar es el destinado a la restauración, en cuya oferta están todavía trabajando, pero donde la base está dibujada. “Queremos ofrecer una comida orgánica, con proveedores cercanos, lo más de proximidad que sea posible, con variedad de propuestas, en las que tengan cabida la cocina halal o kosher, debido a la diversidad cultural que tenemos, y con un tique medio de unos ocho euros”, explica Güemes.
En la nueva sede no solo hay aulas, pupitres de madera reciclada o sillas ergonómicas diseñadas por la empresa española Enea, también hay espacio para otro tipo de actividades lúdicas. Cuenta con 7.000 metros cuadrados destinados a zonas verdes e instalaciones deportivas, con una pista multidisciplinar, con cabida para un millar de personas, en la que se puede practicar baloncesto, bádminton, fútbol sala o voleyball; dos piscinas climatizadas, una de 25 metros, y otra de unos 10 metros, pensada para hacer deportes acuáticos, además de una sala en la que se impartirán clases de yoga, pilates, boxeo o entrenamiento de suspensión. Dispone también de zonas para ensayos, micro-conciertos, áreas de lectura o de meditación.
La nueva sede se suma a los edificios de IE University, repartidos en la calle de María de Molina de Madrid y alrededores, donde se imparten los programas de master y executive education, y al histórico campus de Segovia, en el Convento de Santa Cruz la Real, del siglo XIII. Con la nueva torre, el IE abre un nuevo camino en la formación superior: además de comprometerse con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), creará dos laboratorios, uno, para acelerar la creación de startups, y otro, para desarrollar proyectos de arquitectura y diseño.
En este sentido, el IE ha lanzado una competición de ideas sobre el tema Imaginando la vida estudiantil en IE University: más allá del campus vertical. El plazo finaliza el 30 de junio y los ganadores obtendrán una beca del 50% si buscan hacer un programa de grado, y del 40% si desean hacer un máster.
El nuevo rascacielos, en cifras
Miles de sillas. Apenas faltan tres meses para la apertura del campus, diseñado en una forma de T invertida, y que tendrá como vecinos en una de las bases al centro de medicina deportiva, de diagnóstico y tratamiento de alto rendimiento del grupo Quirón. Todo huele a nuevo en el edificio, en el que se trabaja a destajo y se pulen los últimos detalles. Las sillas ya están colocadas.
En total: 600 butacas en al auditorio, 3.584 en las aulas en las que se impartirán las clases, 664, en las destinadas a áreas de trabajo, 454, en el área de oficinas y 200 en el de personal académico. Por todo el edificio se colocarán estratégicamente 42 máquinas de alimentación y bebidas.