Soltec cede un 37% desde abril ante la posibilidad de que su mayor accionista haga caja
El compromiso de permanencia de José Moreno Riquelme finalizó el mes pasado
El espectacular estreno de Soltec en Bolsa el año pasado se está viendo ensombrecido en 2021 por la corrección de las firmas de energías renovables y por posibles ventas de su principal accionista, el empresario José Moreno Riquelme, tras el fin del lock up, el periodo tras la salida a Bolsa en el que tenía vetado reducir su posición en la compañía. Desde el cierre del 1 de abril sus títulos ceden un 36,8%.
Soltec, dedicada a la fabricación y venta de seguidores solares (trackers), se convirtió el año pasado en la única empresa que apostó por debutar en la Bolsa española tras dos años de sequía. Y lo hizo por todo lo alto. La empresa de energías renovables se estrenó a finales de octubre a 4,82 euros por acción en una operación en la que captó además 150 millones de euros para potenciar su crecimiento. Sus acciones lograron revalorizarse un 174% el año pasado.
Antes de su salida a Bolsa, Soltec y sus accionistas firmaron un acuerdo de no transmisión, que en el caso de su mayor accionista, José Moreno Riquelme, era de 180 días. Este controla a través del grupo Sefran un 42,3% del capital tras la salida a Bolsa en la que vendió acciones valoradas en 15 millones de euros. Es decir, desde finales de abril esta firma puede desprenderse cuando lo desee de parte o de la totalidad de sus títulos de la compañía. Mientras, su consejero delegado, Raúl Morales Torres, que controla un 19,6% a través de la sociedad Valueteam; Pablo Otín, que ostenta un 0,7% y es CEO de la filial dedicada a diseñar proyectos solares Powertis, y otros accionistas, tienen un compromiso de permanencia en el capital de 365 días, que vence a finales de octubre.
Junto a ellos, en su debut en Bolsa recalaron en el capital de la empresa gestoras como Santander Asset Management y la gestora del banco sueco Swedbank Robur, con participaciones que en la actualidad son del 3,44% y 3%, respectivamente. Entretanto, Schroders afloró en enero un 3,39% e Invesco hizo lo propio en marzo al anunciar una participación del 2,46%. Por su parte, Norges Bank, el fondo soberano de Noruega, tiene una posición inferior del 3%.
La firma acaba de refinanciar su deuda hasta duplicar su capacidad de inversión y su contrato entre préstamos y avales se ha doblado desde los 100 a los actuales 200 millones.
Un reciente informe de Berenberg –que participó en la colocación en Bolsa junto con Santander y CaixaBank y JB Capital– eleva el precio objetivo de la compañía a 10,4 euros por acción, desde los 8,5 previos, ante la mayor contribución de su filial Powertis ante la “fuerte recuperación en el segundo trimestre del año”, a medida que los retrasos en la construcción de parques solares fotovoltaicos se solventen. “Estamos convencidos de que la estructura verticalmente ingrada de Soltec debería crear en última instancia un valor significativo para sus accionistas”, apunta el informe.
El consenso de analistas recopilado por Bloomberg –integrado por las cuatro entidades que participaron en su colocación en Bolsa–mantiene un precio objetivo sobre Soltec de 9,45 euros por acción: la mitad aconseja su compra y la otra mitad, mantener en cartera.
Pinchazo renovable
El año pasado el furor por las energías renovables desató la euforia entre los fondos de inversión, lo que impulsó las cotizaciones de todo el sector y animó a no pocas empresas a acelerar sus planes para acudir al mercado. Planes que poco a poco se han frenado, o apagado, ante una mayor selección de los inversores frente al “todo vale” previo y que han provocado que Opdenergy paralizara su estreno tras las dudas vistas en el de Ecoener.
Previamente, Capital Energy había congelado también su estreno al detectar que el apetito de los fondos de inversión por el sector se estaba moderando y que las tasaciones preliminares que recibía se situaban por debajo de las expectativas iniciales de unos 2.000 millones. Mientras que Repsol ha decidido cambiar el paso y buscar primero un socio para su filial de renovables y luego, en segundo lugar, sacarla a Bolsa, Acciona prosigue con sus planes para su filial verde.