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La ‘coronacrisis’ añade presión al seguro, abocado a digitalizarse

El nuevo modelo de trabajo y la atención online continuarán

Getty

La sanidad privada, igual que el resto de la sociedad, ha tenido que adaptarse de un día para otro a un cambio radical en el modo de vida con la aparición del Covid-19. De la noche a la mañana todo el mundo tuvo que permanecer encerrado en su casa. En estas circunstancias, el principal reto al que hicieron frente las aseguradoras fue el de seguir dando servicio con todas sus plantillas teletrabajando.

El segundo desafío, tal y como apunta Alberto Puente, socio de Mercer, fue decidir si la pandemia estaba cubierta o no. “Algunos condicionados la excluían y otros no, y no había un punto de vista único”, recuerda. Pero, como no podía ser de otra manera, el sector decidió de forma consensuada dar cobertura al coronavirus, y ahora prevén incluir una cobertura específica de pandemias. Con ello se presenta un nuevo reto, el de la colaboración público-privada. Una alianza que, según Unespa, será fundamental a partir de ahora “para lograr algunas de las protecciones integrales que hoy, en lo que podemos llamar la era Covid, demandan las sociedades”.

Tampoco se puede olvidar la transformación digital a marchas forzadas a la que tuvo que adaptarse el sector. Aunque muchas aseguradoras ya venían ofreciendo servicios de videoconsulta, en los primeros meses de la pandemia esta pasó a ser la única opción, tanto para las consultas psicológicas como físicas. Pese a todo ello, y a una situación de crisis económica beligerante, con una caída del PIB de doble dígito, el seguro de salud ha logrado salir airoso. De hecho, su crecimiento ha permitido paliar la bajada del sector. En total, los ingresos de las aseguradoras por primas al cierre de 2020 se situaron en 58.850 millones de euros, un 8,3% menos que hace un año atrás, frente a un crecimiento del 5% de la rama sanitaria.

Sin una nueva legislación, los cambios serán más lentos

Pero, una vez que la pandemia ha ido avanzando y la vacunación permite vislumbrar un futuro sin Covid-19, ¿qué retos de los asumidos han llegado para quedarse y qué otros habrá que enfrentar? “Parece evidente que el nuevo modelo de trabajo y de atención al asegurado ha venido para quedarse”, afirma Puente. “La pandemia ha sido un acelerador de esa tendencia, y el uso de la tecnología para dar servicio a los asegurados es claramente el futuro de los seguros de salud”, continúa.

De los que habrá que enfrentar, el más relevante, según Pedro Díaz-Leante, socio responsable de seguros de PwC, hace referencia a su modelo de negocio. En su opinión, es imperativo realizar “un análisis que contemple una revisión detallada de la estructura de costes con el objetivo de optimizar la productividad, de potenciar y consolidar ecosistemas digitales dentro y fuera de sus ámbitos de actividad, y que permita identificar nuevos negocios, nuevos modelos de gestión de un talento diferente y adaptativo y, finalmente, un análisis de optimización de la eficiencia del capital”. Eso sí, según el experto de PwC, conviene destacar que la industria ha afrontado el desafío de la pandemia con una ratio de solvencia superior al 200%.

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Datos, 5G y robótica

Sin embargo, hay otros muchos frentes que el sector deberá abarcar también en el futuro próximo. Por ejemplo, el uso del dato obligará, según Díaz-Leante, a definir una estrategia en la que su uso será fundamental para mejorar la retención, el valor y la relación con el cliente, o la calidad del servicio, entre otros. Una partida que, al igual que la inteligencia artificial, será uno de los capítulos de inversión de todas las aseguradoras, considera Víctor Zambrana, socio de Roland Berger, a la hora de diseñar discursos comerciales, de ajustar la oferta de manera automática, para valorar riesgos, o en la gestión de siniestros, entre otros.

Y, por supuesto, la próxima llegada del 5G va a cambiar la forma de usar las coberturas de salud. La penetración de esta tecnología dará acceso a médicos de cualquier lugar del mundo sin tener que desplazarse. Además, permitirá, la instauración de la robótica y las intervenciones a distancia.

“Desde una perspectiva de la oferta, la industria también va a evolucionar a productos más adaptados a la necesidades de los clientes, en los que el pago por uso se va a empezar a consolidar tras varios intentos frustrados de implantación”, señala el socio de PwC. Además, resalta, desde una perspectiva más corporativa, la incorporación progresiva de los factores ASG (ambientales, sociales y de gobierno corporativo) en las estrategias de inversión y de negocio.

Para Amalio Berbel, socio responsable de seguros de KPMG en España, el principal reto será “la gestión de la pandigitalización y de la entrada, pacífica o beligerante, de nuevos jugadores, ya sea en forma de grandes gorilas, tipo Amazon o Google, o en forma de pequeños, pero muy ágiles, mandriles, a través de las insurtech”.

En todo caso, tal y como han señalado en varias ocasiones desde Unespa, todos estos cambios no podrán llevarse a cabo eficientemente sin una reforma de la legislación. “El seguro es una actividad fuertemente regulada y el cliente goza de una protección reforzada, lo que es bueno; pero también supone que las entidades no seamos completamente libres a la hora de desplegar nuestras estrategias”, afirma su presidenta, Pilar González.

Por ejemplo, añade que “no se puede desplegar una estrategia ambiciosa de digitalización si se sigue exigiendo manejar contratos en papel. Por ello, desde hace ya tiempo propugnamos que se lleve a cabo una labor sistemática de revisión y expurgado en nuestra legislación, que nos libere de elementos que tal vez en su día fueron importantes y necesarios, pero que hoy no son sino obstáculos para una relación adecuada y ágil en el marco de una sociedad crecientemente digitalizada. El futuro no puede ser solo un futuro de mercado; ha de ser, también, un futuro legal”.

¿Subirán las primas?

Demanda. El colapso del sistema público ha aumentado la demanda del privado. Pero no será esa la causa de un alza de precios, sostiene la consultora Roland Berger, sino el incremento de los costes sanitarios por la consolidación del sector prestacional y hospitalario, el acceso a nuevos tratamientos y el incremento de la edad de los asegurados. Sin olvidar, como apunta PwC, la concentración de la oferta hospitalaria.

IVA. La subida del IVA sanitario acabará repercutiendo en el cliente y encarecerá las primas, según Acierto.com.

Tarifas. El precio medio en España (600 eu­ros al año o 50 euros al mes) es más bajo que en otros países. Aun así, no subirá, mantiene, por su parte, Mercer.

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