El gusto de moverse en una bici que no es propia
El alquiler a largo plazo se ha extendido desde hace dos años
La bicicleta vive su momento. La conciencia cada vez más extendida de la necesidad de una movilidad sostenible, la comodidad de un mantenimiento menos costoso y más práctico que el de un automóvil y el miedo al contagio de coronavirus han convertido al vehículo de dos ruedas en el preferido de muchos ciudadanos para desplazarse y también para hacer deporte. La versión eléctrica se ha convertido en reina, como lo atestiguan los datos de la Asociación de Marcas y Bicicletas de España: las ventas en 2019 aumentaron un 28,3% respecto al año anterior en lo que se refiere a esta tecnología. Las de montaña subieron un 16,3%.
La irrupción en la vida actual de la bicicleta, sobre todo de la eléctrica, que ofrece una mayor comodidad física, ha dado lugar a la extensión en tiempo récord del renting de estos vehículos para poder disfrutarlos. “Creamos la empresa a primeros de septiembre de 2020 y nuestro crecimiento está siendo bastante positivo”, asegura Carlos Aguado, socio y fundador de Wifly Mobility.
Conciencia ecológica y costes menores auguran un futuro óptimo
“Ofrecemos nuestros servicios de renting de bicicletas desde julio de 2019 y ahora estamos diseñando un plan de expansión que se apoyará preferiblemente en inversores privados y que esperamos que pueda atender la creciente demanda”, declara por su parte el director de marketing de Renting Ebike, Jesús Navarro. Entre los grandes operadores, la veterana Arval incluyó el año pasado el renting de bicicletas en su iniciativa Movilidad 360º, por la que deja de ser una empresa centrada en el automóvil para abrir sus servicios. Muchos de sus clientes son empresas que ofrecen a sus empleados desplazarse al puesto de trabajo a pedales e incluyen el renting de estas como retribución en especie o como descuento en la nómina.
Diversas formas
El renting está adoptando diversas formas. Wifly opera bajo suscripción. Por el pago de una cantidad fija, el cliente accede a su bicicleta eléctrica. Averías, mantenimiento, seguros antirrobo y un vehículo de sustitución corren a cargo de la firma. “Somos la primera compañía en España en ofrecer renting por suscripción, al estilo de las plataformas audiovisuales”, afirma Aguado. La empresa, que se encuentra en su segunda ronda de financiación, ha abierto recientemente su primera tienda física en Madrid y se dispone a dar el salto a Valencia, Málaga y Barcelona.
En Renting Ebike, el periodo de alquiler es exclusivamente de 24 meses, “ya que es el plazo que dura la garantía oficial de dos de sus componentes principales, que son el motor y la batería”, explica el director de marketing. El desgaste de ambos elementos es el que explica que muchos clientes “prefieran alquilar antes que comprar”.
Hay varias modalidades y la última en aparecer ha sido el pago por suscripción
Las bicicletas llevan incluido un servicio de mantenimiento, sustitución de neumáticos, frenos y cadena, más un seguro de responsabilidad civil y accidentes y un servicio de asistencia en ruta. En Renting Ebike sí existe opción a comprar el vehículo pasados los dos años de alquiler.
En Arval hay posibilidad de utilizar un automóvil eléctrico combinado con una bicicleta eléctrica o del uso compartido de esta. Todos auguran un crecimiento de esta modalidad para las dos ruedas en un futuro cercano. Además de los factores de movilidad menos contaminante y coste, Navarro señala que la eléctrica o ebike ofrece “una mayor seguridad a la hora de circular entre el tráfico urbano por la ayuda del motor, ruedas más anchas y suspensiones mejores”. Y añade “que ahora se puede circular por la ciudad con una bicicleta diseñada para la montaña, por lo que muchos usuarios se animan a seguir usándola los fines de semana como vehículo de deporte y ocio”.
Para Aguado, la pandemia ha acelerado la expansión de este vehículo “porque permite circular al aire libre y en solitario”, aunque el fenómeno ya venía siendo imparable desde hace unos años, en especial en las franjas de edad entre 30 y 50 años. “El perfil es el de una persona que necesita moverse a diario y que quiere un vehículo que siempre esté disponible y en perfecto estado”.
Los servicios municipales
Bicimad. El alquiler de bicicletas también es un servicio municipal que puede contratarse a largo plazo. En Madrid existe el Bicimad, por el cual el usuario puede ser ocasional o abonado. Los abonos son anuales (25 euros o 15 si se tiene la tarjeta del Consorcio Regional de Transportes). Además de su pago se aplican unas tarifas por tiempo de uso más baratas que las aplicadas a los no abonados.
Bicing. En Barcelona, el ayuntamiento ofrece el Bicing, que permite adquirir abonos con una tarifa plana de 50 euros anuales. En Bilbao, el derecho anual es de algo más de 20 euros.