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Economía

Europa bajo la tercera ola: tres posibles escenarios de futuro

La rapidez con la que se administren las vacunas y el regreso de la movilidad son las claves La aparición de un tratamiento eficaz contra el virus también podría marcar la diferencia

Getty Images
Fernando Belinchón

En medio del renovado ímpetu que muestra el coronavirus tras las fiestas navideñas, Europa sufre. Nada se puede hacer para cambiar los acontecimientos que ya han sucedido, pero la forma en la que se desarrollarán los próximos meses todavía está en juego. El futuro sigue en manos de la evolución del virus y es realmente complicado saber cómo se desarrollará la situación. Pese a la ya acostumbrada incertidumbre, dentro del abanico de posibilidades, los expertos coinciden al señalar cuáles son los puntos claves a la hora de marcar el rumbo.

La rapidez con la que se administren las vacunas, la posible aparición de tratamientos para aquellas personas que ya lo hayan contraído, la hipotética desa­parición de las medidas de restricción a la movilidad o la aparición de nuevas mutaciones son los elementos que pueden determinar si los próximos meses se convierten en los de la recuperación, o, por el contrario, si todavía queda travesía por el desierto. Cada experto consultado tiene su propia visión de qué nos espera.

Fin de la pesadilla

Ignacio de la Torre, economista jefe de la firma de inversión y análisis económico Arcano Partners, considera que el final de lo peor está más cerca de lo que mucha gente piensa. “Sería importante tener en cuenta que la gente que ha pasado la enfermedad está inmunizada. Se llama inmunidad natural. A día de hoy, las reinfecciones son muy inusuales. En términos prácticos, el primer nivel para calcular la inmunidad de grupo es la gente que ha pasado la enfermedad”.

Los datos oficiales en España muestran que hasta el pasado jueves se habían producido 2,7 millones de contagios, es decir, el 5,7% de la población del país. El experto cree que la afectación real ha sido muy superior y eleva el número de personas que han pasado la enfermedad en España al 24% de la población, o, en cifras absolutas, 11,35 millones de personas. “También hay que mirar los calendarios de vacunación y la fabricación de dosis y de ahí posicionarte sobre si los objetivos de la UE, que son los de España, el 80% de la gente de más de 80 años vacunada al 30 de marzo y el 70% de la población vacunada hasta el final de agosto, son realistas o no”.

Teniendo en cuenta los calendarios de producción de las tres vacunas que cuentan con la autorización de la UE, el experto cree que las metas son bastante realistas. Todavía sin autorización de la Agencia Europea del Medicamento, Janssen anunció el viernes que su vacuna unidosis tiene una eficacia media del 66%. La UE comprará 200 millones de esta vacuna y puede adquirir otros 200 millones. “Yo sí creo que los calendarios europeos son razonables”.

A partir de esa vacunación, de la Torre cuenta lo que ocurriría. “En marzo estarán vacunadas las personas de más de 80 años y de las residencias. Esa población es la que genera el 66% de las muertes, con lo que en abril va a haber una reducción masiva de fallecimientos, lo cual va a quitar bastante alarma social, en mi opinión. En abril se vacunará la gente de más de 70 años, lo que provocará una reducción masiva de las hospitalizaciones tanto por los vacunados del mes anterior como los de más de 70 años. Si sumas la gente que ya ha pasado la enfermedad más la que será inmunizada, hacia junio-julio vas a tener inmunidad de grupo”, prevé.

De producirse, la alarma social se reduciría, lo cual, según el experto, espolearía la economía. “Los españoles hemos ahorrado de más frente a lo que normalmente ahorramos todos los años. Entre marzo y septiembre de 2020 fue el equivalente al 3,1% del PIB. Ese dinero, por definición, va a acabar gastado o invertido. Solo se ha quedado ahorrado por miedo o por imposibilidad de gastarlo. ¿Cuándo se va a gastar? Cuando se reduzca la alarma social”, concluye.

Exceso de optimismo

El analista de la firma de inversión XTB Joaquín Robles explica cómo el mercado pecó de exceso de confianza. “Los inversores a finales del año pasado descontaron que con el desarrollo de tres nuevas vacunas contra el coronavirus esto podía generar un punto de inflexión en la economía que iría poco a poco desactivando las restricciones y acelerando la reactivación económica. El problema es que hemos empezado el año y no ha sido así, por lo que las previsiones que se pusieron encima de la mesa están siendo revisadas a la baja porque se encontraron con una tercera ola de contagios muy superior a la segunda, lo que genera nuevas restricciones más duras de las que se estimaban. Una cosa es tener vacunas y otra poner en práctica ese plan. Distribuirla, inyectar a todo el mundo, ver que no hay efectos secundarios… El mercado no contó con todo y dio por hecho demasiado rápido que ya hay vacuna y, por tanto, solución”.

Como línea de acontecimiento más probable, Robles ve un escenario muy incierto. “Lo que se está sopesando es si las vacunas van a controlar la pandemia o van a tardar más de lo que se pensaba y vamos a tener que seguir conviviendo durante más tiempo con nuevos casos y nuevas restricciones, aunque sean parciales. Ahora hemos vuelto a un entorno un poco más hostil que el del segundo semestre de 2020 donde se están intensificando las restricciones y se están generando nuevas trabas al crecimiento, y lo que pensamos es que esto se va a mantener durante los próximos meses”, aventura el experto de la inversión. “Ha empezado la campaña de vacunación, para hacer balance vamos a ver a mediados de año qué porcentaje de la población está vacunada y que las vacunas sean efectivas. Con gran parte de la población vacunada vamos a ver cómo la tasa de contagios va disminuyendo. Vamos a seguir conviviendo con el virus de cara a final de año, pero de una manera más leve, que es lo que descuenta el mercado y lo que podría ayudar a cumplir las previsiones que tenemos de crecimiento”, añade.

Entre los riesgos que podrían hacer que todo empeore, Robles habla de serias demoras en las vacunas o la posible aparición de mutaciones del virus que puedan generar cierta incertidumbre y nuevos bloqueos. “Eso sería lo peor, porque los bancos centrales han tomado todas las medidas, pueden seguir comprando deuda, pero poco más pueden hacer para estimular la economía. Los Gobiernos también. Pueden retomar las ayudas directas, pero eso profundizaría aún más su endeudamiento, con lo que cada vez tendrían menos maniobras y muchas empresas no podrían aguantar durante tanto tiempo”.

Verano a medio gas

De cara a entender cómo será la recuperación económica, Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas de España (CGE), apunta que la clave es cómo responderá el sector servicios, la parte de la economía que peor ha sobrellevado la pandemia. “El sector turismo no puede levantar cabeza si la recuperación no es sincronizada en todos los países de la Unión Europea, que mayormente son los que suministran turistas a España. En este escenario, la esperanza que teníamos de una recuperación para Semana Santa se esfuma. ¿Qué es lo que podría pasar para verano? El otro gran hito va a depender del desarrollo del virus”.

Pedraza cree que ya es tarde para el mejor de los escenarios. “La Semana Santa está descartada y el segundo hito, el verano, lo veo muy complicado porque tenemos únicamente cinco meses por delante y se necesitaría una recuperación sincrónica de la pandemia. Tendría que avanzarse rápidamente en la vacunación, domar el pico de la pandemia y tratar de mantener los contagios controlados. No hay seguridad ninguna. Ese escenario optimista es hipotético, casi imposible, y consistiría en que en verano comenzaran a venir turistas y que ese ahorro preventivo que la gente está deseando gastar respondiese para resucitar el consumo. Yo lo veo muy difícil”, sostiene.

El escenario intermedio, el que maneja la institución de economistas, sería uno de un 40% de la población vacunada a final de año, que apareciese un remedio para los que ya estén contagiados como los que parece que están surgiendo, y de alguna forma, con el verano sin estar perdido del todo. “Tendríamos un año muy parecido al anterior, nada más que partiendo de unas bases muy negativas en las que tocamos suelo en 2020”. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, el PIB español bajó un 11%.

Debido al efecto que produce en la estadística partir de un punto muy negativo (efecto base), los economistas vaticinan un crecimiento para España de entre el 4% y el 6,5%, y ello sin que sea un año especialmente positivo. “Todo lo que no sea recuperar el turismo en un 30% o un 40% en 2021 sería catastrófico para el crecimiento”, advierte Pedraza. 

Sobre la firma

Fernando Belinchón
Madrid. 1994. Máster en periodismo económico por la Universidad Rey Juan Carlos. Redactor de la Mesa Web de CincoDías. En el periódico desde 2016.

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