Los activistas se hacen fuertes en el sector biosanitario
El despilfarro y las ineficiencias del mercado son sus puntos flacos
Las farmacéuticas están cada vez más bajo la lupa de los activistas. Parecen una combinación extraña: las grandes lo son demasiado para que los inversores puedan hacer oír su voz. La rentabilidad depende de la inversión a largo plazo, no de trucos como las recompras o la ingeniería financiera. Ha habido fracasos: Elliott fracasó en su intento de reformar el consejo de Actelion en 2011.
Pero las campañas activistas en esta área casi se doblaron de 2015 a 2019: de 15 a 28, según Lazard. Elliott se acaba de apuntar dos victorias, al impulsar con éxito una venta en Alexion, y haber conseguido una reorganización en Alkermes. Starboard Value, Casdin Capital y Davidson Kempner lanzaron sendas campañas el año pasado.
Puede que el despilfarro sea la mayor vulnerabilidad del sector. El retorno del I+D está cayendo. El rendimiento medio anual de la inversión se ha desplomado desde más del 10% en 2010 a menos del 2% en 2019, según Deloitte. Eso crea oportunidades para que los activistas exijan recortes de costes o elijan a miembros del consejo con la experiencia necesaria para evaluar bien las nuevas inversiones.
Luego están las ineficiencias del mercado. Los inversores suelen premiar a las farmacéuticas de rápido crecimiento, pero descuidan a las que se enfrentan a la expiración de patentes o a una mayor competencia. Alexion, que va a ser comprada por AstraZeneca, vio languidecer su acción en torno a los 100 dólares durante años, pese a que los analistas la valoraban en 147. Al final, AstraZeneca ofreció 175.
El constante movimiento de fusiones también ayuda. Ante la caducidad de las patentes, los grupos suelen recurrir a ellas para reforzar sus carteras, lo que aumenta las posibilidades de los activistas de obtener una salida rentable. Elliott pidió a Allergan que se dividiera en dos, pero no hizo falta, pues AbbVie la compró por 63.000 millones en 2019, con una prima del 45%.
La tecnología médica podría ser la siguiente: Phillips, o Fresenius, que ha visto cómo su cotización se reduce casi a la mitad en cuatro años. Los éxitos recientes animarán a los activistas a buscar su próximo objetivo sanitario.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías