El sector de componentes prepara a sus pymes para Next Generation
El programa prevé destinar 1.200 millones a industria 4.0 Sernauto colabora con EOI en un programa de inmersión digital
De los 10.000 millones de euros procedentes de los fondos de recuperación europeos que el Gobierno pretende inyectar en la industria de automoción en los próximos tres años, más de 1.200 millones servirán para financiar proyectos de transformación digital y energética, dos de los pilares de Next Generation.
El gasto eficiente de este dinero dependerá en buena cuenta de la capacidad de las compañías para presentar iniciativas que cumplan los criterios del programa. Se confía en que las fábricas que ensamblan vehículos no tendrán problema, ya que pertenecen a grandes marcas. La preocupación se centra en sus proveedores de equipos y componentes.
La industria auxiliar española está liderada por cinco campeones nacionales que tienen filiales en muchos países –Gestamp, Antolin, CIE Automotive, Ficosa y Mondragón– y multinacionales extranjeras como Bosch, Valeo, Continental y Schaeffler; no obstante, en su ecosistema hay más de mil empresas, parte significativa de las cuales son pymes.
Estas compañías son la base de un sector que, según previsiones de la patronal Sernauto, en 2020 podría haber perdido entre un 6% y 10% de sus 225.400 empleos directos y entre un 20% y 30% de sus 35.822 millones de euros en facturación. Los datos definitivos no se conocerán hasta inicios de junio.
La patronal ha presentado al Gobierno tres proyectos tractores
Consciente del papel clave de las pequeñas empresas en la recuperación de la actividad, Sernauto trabaja en varios frentes para facilitar su acceso a los fondos europeos. Por un lado, a través de su plataforma de colaboración abierta Move to Future (M2F) ha identificado tres proyectos tractores que ha presentado al Ministerio de Industria. Por otro, colabora con EOI en un programa de industria 4.0 dirigido a pymes del sector.
Las propuestas presentadas al departamento el 20 de enero pasado, al cierre del proceso de consulta pública convocado por este para identificar líneas de actuación, son tres y abordan sendos temas de interés común: baterías y pila de hidrógeno, movilidad sostenible e industria inteligente. En este último han participado 16 grandes empresas, entre ellas Renault, Siemens y Minsait (filial de Indra), 16 pymes y 18 centros tecnológicos y universidades.
María Teresa Linaza, directora de promoción y desarrollo institucional del centro de investigación vasco Vicomtech, que ha coordinado el proyecto, explica que si bien se trata de un sector muy internacionalizado –no en vano España es el cuarto productor europeo de componentes– y en el que la automatización y robótica están muy presentes, “no todos los eslabones de la cadena de suministro, desde los Tier 3 [proveedores de piezas] hasta los OEM [fábricas que montan coches] están digitalizados al mismo nivel, incluso en los Tier 1 [sistemas y subsistemas terminados] quedan ciertos flecos” por atar.
Independientemente de si los fondos llegan o no, la estrategia acordada en este ámbito contempla una serie de proyectos de I+D para los próximos tres años en los que los 50 participantes prevén invertir entre 600 y 800 millones de euros.
En tecnología propone invertir entre 600 y 800 millones en tres años
“Muchas empresas no disponen de un roadmap tecnológico claro o se encuentran detenidas en una fase continua de experiencia piloto. Otras han hecho importantes inversiones en sensores, capturando y almacenando grandes volúmenes de datos, sin embargo, el reto es analizarlos para descubrir patrones ocultos o correlaciones desconocidas que permitan mejorar la productividad y la innovación”, dice Cecilia Medina, responsable de I+D+i de Sernauto y coordinadora de M2F.
Precisamente, uno de los objetivos del programa de inmersión digital de EOI, que arranca este martes, es que las empresas participantes concluyan las siete semanas de formación online con una hoja de ruta, el primer esbozo de un plan de negocio más detallado que guíe el proceso de transformación.
Juan Miguel Poyato, director del programa de EOI, recuerda que el mundo del automóvil está en plena transformación: “Ya no vamos a comprar coches sino servicios de movilidad conectada y sostenible”.
Una muestra patente de esta revolución es el reciente anuncio del director general de Renault, Luca de Meo, quien ha dicho que la marca francesa "dejará de ser una empresa de automóviles que trabaja con tecnología para convertirse en una empresa de tecnología que trabaja con automóviles". Con esta consigna, el grupo pretende que en 2030 al menos un 20% de sus ingresos procedan de servicios, datos y venta de energía.
Los fabricantes de componentes, sostiene Poyato, deben adaptarse a este cambio de paradigma apostando por tecnologías que les ayuden a integrarse de manera más eficiente con sus clientes.
El programa de EOI, que gracias a la financiación del Fondo Social Europeo y del Ministerio de Industria es gratuito para las compañías participantes, está dirigido a los principales directivos de pequeños fabricantes de componentes con actividad fabril en España. Las pymes deben demostrar, además, que poseen "una estrategia clara de digitalización".
Poyato comenta que la mayoría de los 40 candidatos que ha entrevistado durante las pruebas de selección dirigen empresas que están "razonablemente automatizadas" y en fase digital, pero que necesitan "dar un paso más" y explotar mejor la ingente cantidad de datos que están recogiendo de sus líneas de montaje, para aplicar esa información en el mantenimiento predictivo de sus factorías y la venta de nuevos servicios a sus clientes, los grandes grupos automovilísticos.
Brecha entre grandes y pequeñas
Avance desigual. El internet de las cosas y la inteligencia artificial son tecnologías que “ya están presentes en casi todos los fabricantes de componentes líderes, aunque todavía tienen muchísimo recorrido”, mientras que el gemelo digital, la impresión en 3D y la realidad aumentada son las menos avanzadas, precisa Jorge Pereira, director de desarrollo de negocio de la consultora Vector ITC.
"La robótica colaborativa, ya bastante desarrollada, se puede ver en empresas del sector de casi todos los tamaños y empieza una etapa de uso generalizado muy gradual", puntualiza.
A partir de su experiencia, Pereira puede afirmar que las compañías que lideran la implantación de estas nuevas tecnologías "son pocas": "Hablamos de unas 10 grandes, 30-40 de tamaño mediano y otro grupo de tamaño pequeño o muy pequeño, que han sabido ver y aplicar las ventajas de estas aplicaciones". Entre todas ellas, estima que probablemente representan entre el 8% y 10% del tejido industrial del sector y más del 75% del volumen total de facturación.
En el conjunto del sector, “la digitalización es baja”, refiere, observándose “una gran brecha entre las grandes empresas y las pequeñas, que no ven tanto beneficio en su aplicación y no cuentan con los perfiles y el conocimiento para acometerla”.
Aplicaciones. En cuanto a los usos que podrían darse a estas tecnologías, Pereira sostiene que pueden ayudar a los fabricantes de componentes a reducir o mejorar los tiempos de entrega y la gestión de los inventarios. "Lo que llamamos la planificación de la demanda y la optimización de toda la cadena de suministro son dos focos de rentabilidad que aún están poco explotados en el sector", mantiene.
Pereira invita a seguir el ejemplo del sector de gran consumo, ya que este lleva muchos años trabajando en mejorar la planificación de la demanda y la gestión de la cadena de suministro, a fin de mejorar su rentabilidad y el servicio al cliente.
"El caso más significativo es la optimización del ciclo completo de producción con los gemelos digitales y la inteligencia artificial. Aquí hay mucha mejora de la rentabilidad, pero es una iniciativa muy compleja y de largo recorrido, ya que abarca la utilización de equipos, procesos, operarios, limpiezas, cambios de línea, paradas, mejora de la calidad, energía, consumos", puntualiza.
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