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Inversión

Las 10 claves para este año: guía de inversión

Los mercados se moverán al calor de las noticias sobre la inmunidad ante la pandemia, es decir, sobre la fortaleza de la prevista recuperación económica

Getty Images

El año que acabamos de estrenar está cargado de esperanza después de la pandemia del Covid-19 que provocó el colapso de las principales economías mundiales, salvo China. La recuperación económica es la gran apuesta para este ejercicio que puede verse truncada por los retrasos y dificultades en la vacunación de la población. Sobre este eje principal rondarán otras incertidumbres como el resultado final del Brexit, el fin de la era Merkel, la mejora de los beneficios empresariales, el devenir de los gigantes digitales, la política de Joe Biden en Estados Unidos, la debilidad del dólar y el repunte de las materias primas al calor de una mayor actividad. También en 2021 volverán a la palestra los problemas del cambio climático y el impulso a las nuevas energías. Y como termómetro de la pandemia, un nuevo intento de los aplazados Juegos Olímpicos en Tokio.

Recuperación económica y vacunación

Las previsiones de los principales organismos mundiales apuntan a que 2021 será el año de la recuperación económica después de las fuertes caídas del producto interior bruto (PIB) en todos los países, a excepción de China. La estimación apunta a que la economía mundial crecerá en torno al 4%, destacando la evolución del gigante asiático para el que el FMI, la OCDE o la CE sitúan a la cabeza con un aumento de su PIB en torno al 8%. Mejoría mundial que, sin embargo, difícilmente devolverá la riqueza destruida a los niveles de 2019. En estos primeros compases de enero ha saltado la duda sobre la evolución de la vacunación, estrechamente ligada a la mejoría esperada. Esta misma semana el Banco Mundial advertía de que si se producían retrasos y nuevos confinamientos, las economías mundiales solo crecerán el 1,6%. Esta es la gran incógnita para los mercados. Como indica Juan José Fernández-Figares, director de análisis de Link Securities: “Si el impacto económico es menor de lo esperado y se alcanza la inmunización de la población antes del verano, cumpliéndose el escenario que contemplan la mayoría de inversores, creo que el año para las Bolsas puede ser muy positivo”. Una idea que comparten los gestores de Natixis Investment Managers: “El optimismo continuado sobre la eficacia de la vacuna y su distribución son necesarios para mantener el apetito por el riesgo en condiciones robustas”. Por ello, las Bolsas, sus empresas, sus resultados, sus deudas, los precios de las materias primas… dependerán totalmente del éxito de la vacunación contra el Covid-19.

Los bancos centrales garantizan tipos bajos

Si de algo no debe preocuparse el inversor es de la marcha de los tipos de interés y de los mercados de deuda pública y renta fija de grandes compañías. Tanto el BCE como la Fed estadounidense siguen comprometidos en mantener unas tasas bajas y su intervención en los mercados de deuda. Continuará un escenario de tipos negativos. Eso sí, aunque los expertos no esperan revalorizaciones de los bonos, estas previsiones han sido superadas los años anteriores. Los tipos negativos lo pueden aún ser más y, por tanto, los bonos pueden seguir subiendo. Tranquilidad para los bonos donde el escenario puede complicarse más allá de 2022.

Manos libres para el nuevo presidente Joe Biden

Para muchos analistas, el año comenzará el próximo 20 de enero cuando el demócrata Joe Biden tome posesión de la Casa Blanca como nuevo presidente de Estados Unidos. Despejada la incógnita sobre el control del Senado, que cae también en manos demócratas, los mercados cotizarán temores y esperanzas del programa de Biden. Según el experto de Link Securities, la ola azul demócrata supone subir los impuestos a las empresas, a las rentas más altas y a las rentas del capital, decisiones que no están bien vistas en Wall Street. También está previsto que Biden sea más generoso en política fiscal para mantener el impulso en la economía y ampliar la cobertura social. Una apuesta que incrementará el gasto público y debilitará su divisa. Los analistas creen que las energías renovables, infraestructuras y consumo serán los sectores más beneficiados con la nueva presidencia. Mayor predictibilidad en las relaciones internacionales y multilateralismo marcarán la agenda de un Biden que, sin embargo, según los expertos, mantendrá el pulso contra su mayor rival económico, China.

Un año de dólar débil

El euro se revalorizó casi un 10% frente al dólar en el pasado año. Los expertos apuntan a que el billete verde siga debilitándose desde los actuales niveles de 1,22. Una previsión muy a tener en cuenta a la hora de realizar cualquier inversión denominada en dólares, como las acciones y bonos estadounidenses o en materias primas (petróleo u oro) que se negocian en esta divisa. Los analistas de Bankinter esperan una subida del euro que alcanzaría un máximo de 1,25 dólares este año y hasta 1,27 dólares en 2022. Eso sí, apuntan que la preocupación del BCE por la reducción del crecimiento económico y la inflación importada por un euro fuerte evitarán movimientos más bruscos. Además, la victoria total de Biden favorecerá un dólar más débil por el mayor endeudamiento de su economía.

Beneficios empresariales y dividendos

Las tasas de crecimiento de los beneficios empresariales según los datos del consenso de los analistas se sitúan entre el 20% y el 30% para este 2021. Unos aumentos que, según explica David Cano, socio director de Afi Inversiones Globales, no serán suficientes para cubrir la caída de las ganancias experimentada en 2020. Nuevamente, todo dependerá del vigor en la recuperación de las economías, muy ligada a la inmunidad de la población. Las empresas cíclicas serán de las más favorecidas en este contexto positivo. Para Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta 4, su apuesta es clara por la Bolsa frente a los bonos y prefiere Europa a Estados Unidos. Mejoría que se trasladará a los dividendos, aunque persistirán algunas anormalidades como la limitación del BCE a los abonos de la banca.

Nueva tecnología frente a las FAANG

Las grandes tecnológicas del mundo, las conocidas como FAANG (Facebook, Amazon, Apple, Google, Netflix…) se han visto reforzadas durante la pandemia. Su positiva evolución explica que el índice tecnológico Nasdaq se haya revalorizado el 40% en 2020 en pleno derrumbe de las economías. Sin embargo, para 2021 se espera un relevo en un sector tecnológico que seguirá pujante, impulsado también por la nueva presidencia estadounidense proclive a una regulación más estricta a estos gigantes. Las medidas antimonopolio de las autoridades europeas y estadounidenses contra estas empresas pueden suponer un punto de inflexión. Roberto Scholtes Ruiz, director de estrategia de UBS en España, apunta a una nueva revolución tecnológica con las comunicaciones 5G. Habrá que estar atentos a los negocios que surjan del 5G, así como a las tecnologías verdes (hidrógeno, baterías), el impulso de la genómica en la farmacia o las nuevas fintech. En opinión de este experto son negocios que se pueden triplicar a corto plazo.

Una Europa sin Merkel y otras elecciones

Después de 15 años de Angela Merkel al frente del Gobierno alemán, este 2021 supondrá su retirada con las elecciones que se celebrarán en septiembre. Ha liderado Europa en dos importantes crisis –la financiera de 2008 y la provocada por el Covid-19– y su determinación ha sido clave para mantener una Europa cohesionada y solidaria, pese a los titubeos a principios de la crisis financiera. Una incógnita importante para los mercados, a falta de líderes sólidos en el panorama europeo. Otras elecciones importantes para los intereses de las empresas españolas son las de México en el mes de junio y las de noviembre en Chile. También Rusia celebrará comicios en septiembre.

La resolución final del Brexit

Los analistas del banco suizo Julius Baer explican que el acuerdo del Brexit firmado in extremis en diciembre pasado es escaso en sustancia pese a sus 1.200 páginas de grosor. La prevención de aranceles y cuotas en el comercio de bienes entre el Reino Unido y la UE (aproximadamente 438.000 millones de libras el año pasado) es la mayor de las emociones. “Aparte de eso, el acuerdo sigue las características duras del Brexit al dejar fuera el comercio de servicios. Esta brecha mantiene al sector de servicios financieros en el limbo”, explican. El banco suizo espera un crecimiento del PIB del Reino Unido en 2021 del 2,9%, considerablemente más bajo que el de

EE UU (3,5%) y el de la eurozona (4,0%). Un menor crecimiento que desincentiva las compras en la Bolsa británica. En el caso de España, también tendrá efectos en el mercado inmobiliario de la costa donde son los principales compradores. Además, la libra se mantendrá débil, acuciada por una posible ruptura de Escocia con el Reino Unido que podría empezar a tomar cuerpo en las elecciones escocesas del 6 de mayo.

Las renovables, en la agenda de los mercados

Es claramente uno de los sectores favorecidos por la victoria electoral de Joe Biden. El cambio climático pasó en 2020 a un segundo plano debido a la importancia de la pandemia. El principal evento será la conferencia sobre el cambio climático convocada para noviembre en la ciudad de Glasgow, pero antes habrá otros encuentros en los que se establecerán plazos para una nueva economía neutra en carbono que puede ayudar a la reindustrialización en tiempos de pospandemia. A la pujanza de las renovables (eólica y fotovoltaica) se suma la nueva tecnología del hidrógeno que al precisar de mucha energía es complementaria. Los expertos apuestan por estas empresas para 2021 y ya en los primeros días de este año han ofrecido grandes rentabilidades.

El resurgir de las materias primas

El precio del petróleo sigue un 20% por debajo de los niveles marcados hace un año y eso pese al rally vivido después de la fuerte caída en marzo tanto por la pandemia como por la guerra comercial entre Rusia y Arabia Saudita. La calma ha vuelto al seno de los productores (OPEP) y si se cumplen los pronósticos de reactivación económica su precio subirá, empujando al resto de materias primas. Las empresas productoras o las transformadoras de primer nivel subirán con fuerza este 2021, beneficiando también a países emergentes, especialmente a Latinoamérica. UBS espera que el petróleo se sitúe este año en los 60 dólares el barril, mientras que el banco estadounidense Goldman Sachs lo coloca en 65 dólares para final de año, frente a los 54 dólares actuales del Brent.

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