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IAG planea poner a Aer Lingus a competir en Reino Unido por el tráfico a EE UU

El reto es plantar cara a Virgin Atlantic, desde el aeropuerto de Manchester, con mejor estructura de costes que British

Avión de la aerolínea irlandesa Aer Lingus, una de las firmas integrantes del holding IAG.
Avión de la aerolínea irlandesa Aer Lingus, una de las firmas integrantes del holding IAG.
Javier Fernández Magariño

La batuta del consejero delegado de IAG, Luis Gallego, se percibe ya al frente del holding de aerolíneas, donde está tomando decisiones que recuerdan a su paso por Iberia. Entre los primeros movimientos de calado, va a poner a Aer Lingus, cuando comience a superarse la crisis, a competir con la propia British Airways en Reino Unido.

La irlandesa tendrá oferta, que se entendería como natural de su hermana de grupo, allí donde puede hacer más competitiva la operación. Pero sin alterar a los poderosos sindicatos que representan a los más de 40.000 trabajadores de la aerolínea británica.

IAG ultima la obtención de permisos para que Aer Lingus vuele de forma directa entre las islas británicas y Estados Unidos. El plácet para comercializar la oferta se espera de forma inminente, mientras que las licencias de vuelo tardarían aún varias semanas. Las primeras operaciones podrían activarse el próximo verano si la situación sanitaria lo permite. En este proyecto cuentan con voz y voto tanto el Departamento de Transportes de Estados Unidos como la Autoridad británica de Aviación Civil.

Manchester tiene el tercer mayor aeropuerto de Reino Unido por tráfico de viajeros, tras Heathrow y Gatwick

“Como parte de un proceso continuado para ver si existen oportunidades de que Aer Lingus opere rutas del Atlántico norte desde los aeropuertos regionales del Reino Unido, se envió una solicitud al Departamento de Transporte de EE UU. No se ha tomado una decisión final en relación con el lanzamiento de estos servicios, sujetos a la concesión de distintos permisos”, reconoce la aerolínea.

Aer Lingus no irrumpe en Heathrow, donde sí generaría el recelo de la plantilla de British Airways y los slots están contados, sino que busca volar desde Manchester a Nueva York, Boston y Orlando.

Observadores del mercado aéreo explican que IAG trata de ocupar el espacio dejado por Thomas Cook con un producto más competitivo en costes que el que puede ofrecer British Airways. El rival a batir en el tercer mayor aeropuerto de Reino Unido por volumen de tráfico es Virgin Atlantic.

Sin ruido

La apuesta por la irlandesa es uno de los primeros pasos de Luis Gallego como consejero delegado de IAG

El proyecto de implantar a la referencia irlandesa de IAG en Reino Unido para viajar a destinos de larga distancia no es nuevo. La novedad es que Gallego lo va a sacar adelante, con todas las cautelas a que obliga el Brexit y la propia pandemia, sin que se haya producido el más mínimo conato de protesta en la aerolínea estrella del holding.

La iniciativa cuenta con el respaldo de los sindicatos de pilotos británicos (Balpa) y también el de los irlandeses (Ialpa).

El reciente relevo del consejero delegado de British Airways, Alex Cruz, tras la batalla política y laboral desencadenada por el anuncio y negociación de severos recortes, y la posterior reducción del citado ajuste, pueden explicar el ambiente de tensa calma en British Airways.

Para Aer Lingus, por su parte, volar desde Reino Unido puede suponer un acicate por cuanto IAG empieza a usar su flota y equipos como pieza para competir fuera de Irlanda por mantener el liderazgo en el corredor del Atlántico Norte.

Aer Lingus, a través de la filial británica de nueva creación Aer Lingus UK, planea que la ruta a Nueva York sea diaria y durante todo el año, según ha trascendido en la prensa irlandesa. Las que enlazarán con Boston y Orlando serían operadas durante la temporada de verano.

Al parecer, la compañía se reservó el espacio para operar desde el aeropuerto de Manchester a finales de 2020 y daría el salto con dos aeronaves A330 y otra pareja de A321 LR, estos últimos con llegada prevista a la flota el próximo verano.

Como paso previo, y no menor, la aerolínea del trébol acaba de conseguir el permiso del Departamento de Transportes de Estados Unidos para unirse a la alianza trasatlántica de negocio conjunto de la que forman parte British Airways, Iberia, American Airlines y Finnair.

Entre los movimientos de IAG con Luis Gallego ya al frente se encuentran la ampliación de capital del holding por 2.741 millones de euros para lidiar la actual crisis; el cambio del primer ejecutivo en British Airways, y la reestructuración de las estructuras nacionales de control de las aerolíneas comunitarias del grupo para mantener los certificados de vuelo tras el Brexit.

Cuando aún no se puede asegurar con certeza el momento en que volverá a repuntar el tráfico, el ejecutivo mueve ficha en Reino Unido para tomar parte en la recuperación.

Dudas sobre la norma de propiedad de las aerolíneas

El primer ejecutivo de Wizz Air, Jozsef Varadi, salió ayer al paso de un informe de HSBC en el que se pone en duda que la supresión de los derechos políticos a accionistas británicos sea suficiente para que las aerolíneas cumplan con la normativa de la UE en materia de propiedad y control tras el Brexit. “Personalmente, creo que esta es una propuesta sostenible”, dijo Varadi a Reuters.

Un 80% de los partícipes de Wizz tienen nacionalidades no comunitarias. Otras empresas expuestas son Ryanair o IAG, las dos con una amplia base de partícipes de Reino Unido. El informe señalaba la necesidad de un cambio regulatorio para validar la estrategia de dejar a estos inversores sin derechos de voto. De modo contrario, sostiene HSBC, se verían obligadas a hacerse con las acciones o a reestructurar el capital.

La UE obliga a sus aerolíneas a tener al menos un 50,1% del capital en manos de inversores del bloque comunitario, incluidos los de países alineados con el Espacio Económico Europeo.

El acuerdo de aviación entre la UE y Reino Unido posterior al Brexit no ha flexibilizado la norma, pero reconoce “los beneficios potenciales de la continua liberalización de la propiedad y el control” y se compromete a la revisión de la regla este año.

Sobre la firma

Javier Fernández Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.

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