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Tobías Martínez: “Cellnex ve oportunidades muy importantes de crecimiento en los próximos años”

Afirma que la operación con Hutchison ha abierto a la empresa el norte de Europa Cree que Polonia ofrece oportunidades de consolidación Destaca la capacidad de Cellnex de integrar las adquisiciones

Marta Jordi

Tobías Martínez dirige Cellnex, líder europeo de torres de telecos, con 103.000 emplazamientos y 86.000 millones en contratos. Acaba de comprar las torres de Hutchison en Europa por 10.000 millones, en su mayor transacción, acelerando la configuración de uno de los grandes proyectos industriales de la historia empresarial en España. Con unas inversiones cercanas a 25.000 millones desde 2015, Cellnex se ha convertido en uno de los grandes valores del Ibex 35.

Acaban de anunciar una operación multimillonaria, ¿cómo va a ser la nueva Cellnex?

Todavía hay que cerrar la operación, que abarca a seis países, y lleva un tiempo. Hay una parte importante de consolidación donde ya estamos, como Italia, Irlanda y Reino Unido; y nos da entrada en tres países muy importantes como Austria, Dinamarca y Suecia. Entramos en el área de los países nórdicos, lo cual abre una nueva región, y pensamos en próximos pasos en la zona.

¿Se plantean ya más movimientos en estos países?

Nunca damos un paso en un país si no pensamos que podemos dar alguno más para crecer. Luego los procesos competitivos y las oportunidades aparecen o no, pero siempre es porque creemos que podemos dar un paso adicional.

Además, Cellnex se ha reforzado en Europa del Este al entrar en Polonia de la mano de Iliad…

Polonia, aunque no forma parte de la transacción con Hutchison, es un proyecto que nos abre un país nuevo, de la mano de un socio como Iliad. Es un mercado con tamaño, dimensión y oportunidades de integración.

¿Qué suponen estas operaciones para la compañía?

Vamos a pasar de ocho a 12 países. Cuando un cliente como Hutchison te externaliza el 100% de sus torres en Europa, más de 30.000, después de una relación de cinco años en Italia, es una satisfacción. No solo por el tamaño, sino porque es con nuestro primer cliente internacional. Que hayan querido dar este paso en una negociación bilateral, sin hacer un proceso, significa que los aspectos industriales y técnicos a largo plazo y la confianza cuentan mucho. Además, confirma el modelo de acercamiento de Cellnex con los clientes, de que esto no es solo monetizar unos activos. Son infraestructuras esenciales. Nos llena de satisfacción, pero es una gran responsabilidad.

¿Está Hutchison en sus manos?

No me gusta esa expresión, porque parece que están sujetos. Siempre he defendido estos contratos a largo plazo que regulan el servicio. En este caso, estamos hablando de seis contratos diferentes. Cada país tiene su propia problemática, retos, oportunidades de eficiencia y, por tanto, diría lo cómodo que se siente un cliente con nosotros, para dar ese paso, y no sentirse que está en manos de alguien. Siente que tiene un partner que camina con él, invierte en su nombre, le ayuda a crear valor, y le hace tener un clima de confianza que le permite dar un paso tan importante.

¿Pasará a ser el primer cliente?

Sí, lo será. No tenemos ningún cliente que le gestionamos 30.000 sites, con un programa de construcción de nuevos emplazamientos y contratos a largo plazo. Es un paso que nos vincula industrialmente en estos países. Es la mayor transacción que hemos hecho hasta ahora, en torres y en el importe de la inversión.

También ha entrado Cellnex este año en Portugal...

Estamos muy satisfechos de haber entrado en Portugal, con dos inversiones. La primera con Altice, que consideró que éramos el partner adecuado para gestionar el 100% de sus infraestructuras. Poco después, fuimos capaces de dar el segundo paso, con otro gran cliente, como NOS.

¿Han roto el mito de que Portugal es difícil para las empresas españolas?

Para nosotros, todo han sido facilidades. Del regulador Anacom al Gobierno. Siempre hay un poco de leyendas en los países, pero nosotros solo tenemos buenas experiencias en todos los mercados. Solo el mero hecho de ser una empresa muy intensiva en inversión, que lo que busca es abrir el mercado de infraestructuras, acelerar la digitalización y facilitar el despliegue de nuevas tecnologías, nos ayuda. Somos una compañía promercado, procompetencia y protecnología. Es un viento de cola que nos ayuda a ser bien reconocidos.

Cellnex ha cumplido cinco años desde su OPV, ¿Se imaginaron las cifras alcanzadas?

Es una buena pregunta. Creemos que la oportunidad la habíamos identificado y cuantificado, pero sirve de poco tener grandes estrategias si no se es capaz de ejecutarlas. La ejecución es más importante que la definición en sí misma de la estrategia. Vimos el mercado, teníamos las capacidades en lo que era entonces Abertis Telecom, teníamos experiencia y el apoyo de nuestro accionista, pero si dijese que había visualizado una ejecución de estas características, sería falso. Pecaría de petulancia, lo digo claramente. No es el caso. No nos lo habíamos imaginado. La verdad es que hemos conseguido los objetivos con mucha mayor rapidez de lo que habíamos imaginado.

¿Hay sensación de vértigo?

Puedo decir que no hemos autolimitado nuestra ambición, en el sentido anglosajón de ver el mercado y la oportunidad. No hemos tenido vértigo. Pero eso no significa que no sintamos el peso de la responsabilidad. No sentimos miedo por el ritmo de crecimiento, sentimos atractivo por un mercado que crece, con oportunidades. La compañía está haciendo una ejecución magnífica de los proyectos, porque tiene el apoyo de clientes y accionistas.

¿Cómo se han articulado las numerosas integraciones?

La integración es muy importante. No se trata solo de comprar compañías, sino de integrar equipos y personas de culturas muy diferentes. Es la parte menos sexy y menos visible, pero es muy importante. Son los señores que empiezan el trabajo el día después de la firma del acuerdo de adquisición. Además, han de mantener una actividad a largo plazo en un país, con exámenes trimestrales de una compañía que cotiza en Bolsa. Tenemos un equipo extraordinario.

¿Cómo es ahora la plantilla?

Sin Hutchison, estamos en una plantilla de 2.000 personas. Vamos a integrar 500 o 600 personas más. No somos una empresa muy intensiva en capital humano, en número de personas. Pero, el impacto en puestos de trabajo indirectamente es muy alto en cada país, porque tenemos un modelo industrial con partners, que son los que tienen la capilaridad geográfica. Nuestro impacto en la economía real de un país es muy alto.

¿Cómo se plantean los próximos tiempos?

Venimos de un 2020 muy difícil. La compañía ha demostrado que ha podido hacer grandes proyectos y hay que valorar lo realizado. Hay mucha actividad en Europa, creo que ha habido un proceso de maduración del mercado en el entendimiento de que las infraestructuras pasivas podían ser una vía por la que las telecos materializan un valor que estaba ahí. Y lo cristalizan gracias a un grupo neutral como Cellnex que, como cotiza en Bolsa, visibiliza el valor de las redes y su propuesta industrial. Gracias a esa visibilidad, los inversores valoran positivamente el negocio. Dicho esto, necesitamos hacer más proyectos en Europa, queda mucho por hacer.

¿Hay oportunidades?

Vemos, no solo en 2021, sino en los próximos tres o cinco años, oportunidades muy importantes de crecimiento. Es un mercado muy activo, muy demandante de monetizar y externalizar infraestructuras, y de trabajar a largo plazo con un partner. Habrá oportunidades que encajen con la proposición industrial de Cellnex, y otras que no encajarán.

¿Siguen descartando la compra de participaciones minoritarias?

En esto soy muy claro, no podemos perseguir proyectos de participaciones minoritarias, porque no tienen sentido industrial, no podemos gestionar ni consolidar.

¿No ha habido oportunidades en Alemania?

De verdad, no es que quiera huir de un nombre u otro. Claro que nos gustaría estar en toda Europa Occidental. Hay un país importante, como Alemania, en el que no estamos. De la misma forma que digo que nos gustaría estar, tampoco pasa nada si no encontramos la oportunidad. No tiene sentido estar a cualquier precio o condición. Ahora, claro que nos gustaría estar en Alemania, como cualquier otro país.

¿Qué va a aportar 5G? ¿Cómo se va a alinear Cellnex con nuevos negocios como la fibra?

Vemos otros activos como la fibra, desde el punto de vista de la complementariedad con el negocis principal de las torres, como hemos hecho en Francia con Bouygues. No lo planteamos de otra manera. El 5G va a producir una mayor densificación de las infraestructuras, urbanas y rurales, y habrá una demanda adicional de small cells y DAS.

Cellnex ha sacudido en el mercado, ¿Cómo ve los movimientos de las telecos en este área?

Con absoluto respeto. No todos los proyectos maduran a la misma velocidad, ni todos pueden encajar a Cellnex. Vodafone, Telefónica y Orange, lo primero son clientes. Si han decidido hacer un carve out y crear un towerco, absoluto respeto. Si han decidido monetizar una parte minoritaria de su capital, absoluto respecto. En el crecimiento orgánico competiremos. En el sector se ha llegado a un punto de no retorno en la separación de las torres de infraestructuras de los servicios.

“A medida que vayamos creciendo, seguiremos emitiendo deuda y capital”

Apoyo. Cellnex cuenta con un fuerte respaldo del mercado. Según Martínez, la compañía ha planificado desde el primer día un crecimiento ordenado, con una componente de deuda y otra de capital. “Ambas son importantes. No podemos sobrecapitalizar la compañía y no tener deuda, porque sería absurdo en este contexto económico financiero, y sería una barbaridad solo endeudar la compañía porque tiene mucho crédito y credibilidad en el mercado”, dice el directivo, que añade que se trata de tener una estructura de capital equilibrada. “Cualquier ola de crecimiento, viene siempre con una estructura de capital equilibrada. A medida que vayamos creciendo, seguiremos emitiendo deuda y capital, para que el equilibrio se mantenga”, dice el ejecutivo, que indica que la referencia serán las agencias de rating. “Queremos crecer, manteniendo el rating, y eso nos obliga a emitir capital y deuda, y lo seguiremos haciendo, cuando sea necesario”, indica.

Recursos. Cellnex cerró este verano una ampliación de capital de 4.000 millones de euros, la segunda mayor en Europa desde 2008, al margen de las capitalizaciones de la banca. “Hemos levantado la respetabilísima cantidad de 7.700 millones en equity desde febrero de 2019 en tres ampliaciones. Cómo no vamos a sentir el apoyo del mercado”, dice el directivo, quien añade que el 99% de los accionistas han participado. El directivo dice que no hay que pedir más que lo que se necesita, porque si no, el retorno para el accionista no es el más eficiente. Y recuerda que los costes de deuda de Cellnex están entre el 1,5% y el 1,7%.

Accionistas. La empresa tiene como primer accionista a la familia Benetton, por delante de los fondos soberanos de Singapur y Abu Dhabi, y las gestoras Lisson Grove, Wellington y Blackrock. Entre los grupos españoles destaca Criteria Caixa, con un 4,77% del capital. Los títulos, que en 2019 duplicaron su valor, suben este año un 34%, hasta 51 euros, aunque bancos de inversión como Goldman han situado el precio objetivo por encima de 80 euros. “Mantengo una interacción fluida con los inversores porque siempre son una fuente de información. Puedes pulsar qué piensa el mercado, lo que preocupa”, dice Martínez, quien señala que los accionistas están contentos.

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Sobre la firma

Santiago Millán Alonso
Es periodista de la sección de Empresas, especializado en Telecomunicaciones y Tecnología. Ha trabajado, a lo largo de su carrera, en medios de comunicación como El Economista, El Boletín y Cinco Días.

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