AmRest sale de Glovo con la venta a la alemana Delivery Hero de su 7,5% del capital por 76,15 millones de euros
Glovo queda valorada en 1.000 millones de euros
El grupo de restauración AmRest sale de Glovo dos años después de entrar en su accionariado. El dueño de la cadena de restarurantes La Tagliatella ha alcanzado un acuerdo con la alemana Delivery Hero para venderle su participación en la sociedad Glovoapp 23, que asciende a un 7,5% del capital, por un importe de 76,15 millones de euros, lo que da una valoración a la empresa de reparto española de 1.015,3 millones de euros.
Delivery Hero ya era un inversor clave y de referencia de Glovo, startup fundada por Sacha Michaud y Óscar Pierre con sede en Barcelona, en la que controlaba alrededor de un 16% del capital. También son accionistas otros fondos, que tienen entre el 10% y el 15%, incluido Mubadala.
Según un hecho relevante enviado a la CNMV por AmRest, la operación está sujeta a la verificación de "condiciones habituales en este tipo de operaciones".
Los responsables de AmRest han precisado que la operación no tiene impacto financiero en la compañía, ya que la valoración contable de su inversión ascendía a 76,2 millones de euros, prácticamente la misma cantidad por la que se ha acordado la venta.
La salida del grupo de restauración se produce en un escenario de consolidación clave para el sector del reparto de comida a domicilio, donde la mayoría de empresas lucha por alcanzar la rentabilidad. Dentro de ese proceso, el pasado septiembre Glovo cerró un acuerdo para vender sus operaciones de Latinoamérica a Delivery Hero, uno de los gigantes del sector del delivery a escala mundial, por más de 230 millones de euros.
Ambas operaciones llegan en un momento delicado para Glovo. La startup cerró su ejercicio de 2019 con unas pérdidas de 188,9 millones de euros, según el informe anual de la alemana Delivery Hero publicado por Lainformación, frente a las pérdidas de 45,7 millones de un año antes. La firma también impulsó con fuerza sus ingresos el pasado ejercicio, hasta los 216 millones, frente a los 52,3 millones de 2018. Esta evolución también le llevó a cerrar el pasado año dos rondas de financiación. La primera, en abril de 2019, fue de 150 millones y participaron la firma tecnológica de capital riesgo Lakestar y el grupo Drake, propietario de la franquicia de pizzerías Papa John's, y, la segunda, por el mismo importe fue liderada por Mubadala, el fondo estatal del emirato árabe de Abu Dabi.
Con esa última ronda de financiación, la quinta de su historia, Glovo fue valorado en unos 1.400 millones de euros, lo que la convirtió en el segundo unicornio español (empresa valorada en más de 1.000 millones de dólares) tras Cabiy. De la operación anunciada este lunes se desprende que el 100% de Glovo está valorado en la actualidad en unos 1.015 millones de euros, pese a la reciente venta de sus divisiones latinoamericanas.
La salida de AmRest de Glovo también se produce tras el varapalo judicial del Tribunal Supremo a la empresa liderada por Óscar Pierre, que el pasado septiembre sentenció que existe relación laboral entre esta compañía y los riders, un fallo que da alas al Gobierno español de regular a este colectivo como asalariados y que pone contra las cuerdas el modelo de negocio de la compañía de reparto.
Glovo ha abandonado ya varios países (Turquía y Egipto, además de Latinoamérica), donde veía difícil alcanzar la rentabilidad, y no deja de diversificar su negocio (recientemente lanzó el servicio de 'Pedido en local' para impulsar las ventas del pequeño comercio) para impulsar sus ingresos. Quiere seguir en una carrera donde sus rivales son gigantes como Uber Eats, Just Eat o Deliveroo, que hace poco amplió capital por casi 500 millones de euros, en una operación liderada por Amazon.
El grupo de restauración, por su parte, lleva a cabo la desinversión en un momento delicado para la multinacional. La firma cerró el primer semestre del año con pérdidas de 162,3 millones de euros, frente a los 11 millones de beneficio registrados en el mismo periodo del año anterior, y ha tenido que renegociar con los bancos tras incumplir alguno de sus compromisos financieros en un contexto marcado por el covid-19, que ha perjudicado su negocio.
A principios de octubre, el grupo anunció que había amortizado parcialmente el préstamo sindicado que tiene con sus bancos financiadores mediante el abono de 56,8 millones. Pese a la situación, la empresa señaló que "mantiene una sólida posición financiera para atender co suficiencia sus distintos compromisos financieros".
El auditor de AmRest, KPMG, ya advirtió en su útimo informe de la difícil situación que atraviesa la compañía al apuntar que había incumplido determinados compromisos financieros vinculados a las cifras a 30 de junio de este año. "En estas circunstancias, el pasivo corriente del grupo excede el activo corriente en 770,8 millones de euros. Esta situación indica la existencia de una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad del grupo para continuar como empresa en funcionamiento", señaló en un informe remitido a la CNMV.