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Política monetaria

La banca española rompe su hucha en el BCE para dar liquidez a la economía

Baja el importe en el Banco Central hasta 1.962 millones, mínimos desde agosto de 2017; la cuantía total del sector europeo suma 495.000 millones

Dinero de la banca española en el BCE

Las entidades financieras españolas se han puesto las pilas. Están trasladando a la economía real la liquidez que les proporciona el BCE a través de las subastas a largo plazo dirigidas a conceder crédito, la tercera generación de las TLTRO. En agosto, habían recibido del Banco Central 256.598 millones, y solo habían guardado en su hucha (la facilidad de depósito) 1.962 millones, según el Banco de España. Es el importe más bajo desde agosto de 2017. En cambio, el conjunto del sector de la zona euro tenía en la caja fuerte de Christine Lagarde 495.354 millones de euros el viernes pasado.

Las dos grandes armas del BCE para evitar que la infección del Covid-19 en la economía vaya a más son los programas de compra –el antipandemia, por 1,35 billones de euros hasta al menos junio del próximo año– y las megainyecciones de liquidez a los bancos, para que lleven ese dinero a la economía real. El pasado junio, la institución monetaria les prestó 1,3 billones que deben devolver en 2023, a los que se sumaron otros 174.000 millones en septiembre. Quedan además otras dos subastas: en diciembre y en marzo de 2021.

El problema es que ese dinero, en muchas ocasiones, vuelve al mismo lugar del que procede: el BCE. Las entidades financieras han hecho un uso masivo de la facilidad de depósito que les ofrece Christine Lagarde, pese a que tener el dinero depositado ahí les supone pagar un 0,5%. El viernes, tenían depositados cerca de medio billón de euros, frente al entorno de los 250.000 millones que mantenían hasta entonces. La banca se cubre así las espaldas, con liquidez extra por si la necesitan más adelante. Pero ese no es el objetivo de Lagarde.

En las actas de la reunión del BCE celebrada los pasados 15 y 16 de julio, el equipo de la presidenta resaltó el éxito de la subasta de junio. Pero, al mismo tiempo, dejó claro que el dinero no iba, al menos en el grado en que debería, a la economía real. “Se considera que la transferencia de préstamos a la economía real requiere una estrecha vigilancia” y añadían que es necesario realizar “un análisis más detallado para tener una mejor idea del uso que se hace de los fondos de las TLTRO III, incluida la medida en que la liquidez proporcionada se traduce en préstamos a empresas y hogares”.

Lagarde quiere que el dinero del Banco Central vaya a empresas y particulares

Esta por ver si tomaron alguna medida en ese sentido, lo que se revelará en las actas de la reunión que celebró del 9 al 10 de septiembre. Se publicarán el jueves día 8 de octubre.

Dinero trabajando

Los datos de las entidades españolas muestran que estas sí han puesto a trabajar el dinero que les ha prestado el BCE. En agosto tenían menos de 2.000 millones en la facilidad de depósito. El dato es mínimo desde agosto de 2017, y supone que la banca nacional ha ido retirando dinero de la denominada caja fuerte del BCE en los últimos meses, pese a que ha hecho un uso intenso de la ventanilla de Lagarde. Solo en junio las entidades el Ibex pidieron unos 180.000 millones.

Fuentes financieras señalan que una gran parte de ese dinero se ha destinado a los créditos con el aval del ICO. A 15 de septiembre, ya se habían concedido avales por 76.000 millones, que suponen una inyección de liquidez de 100.000 millones. Y estas cifras sin contar con la nueva línea de 40.000 millones de avales para empresas y pymes y los 1.200 millones destinados a préstamos para pagar el alquiler.

Las entidades del Ibex pidieron en junio unos 180.000 millones de liquidez

Fuentes financieras apuntan que, en todo caso, no todo el dinero de la banca española se ha destinado a conceder crédito. Las entidades también han comprado deuda soberana. Los bancos, de entrada, cobran un 1% por coger el dinero del BCE y pueden adquirir deuda soberana. Eso sí, para recibir ese porcentaje deben cumplir con un requisito: que mantengan el nivel de crédito que tenían asignado en el periodo de cómputo.

Los préstamos del ICO en cada entidad del Ibex

 

Santander. El banco que preside Ana Botín reforzó en el Gran Confinamiento el seguimiento de su situación de liquidez; incluso mantuvo reuniones diarias con el BCE en las primeras semanas. Hasta junio, había concedido 50.000 millones en créditos, 23.900 de ellos con avales del ICO.

BBVA. La financiación con garantía pública rozaba los 14.000 millones a cierre del primer semestre.

CaixaBank. Otro de los más activos en llevar la liquidez del BCE a la economía real. A cierre de junio, tenía concedidos 10.572 millones en España con el blindaje del banco público.

Bankia. El banco que preside José Ignacio Goirigolzarri tenía operaciones por 7.450 millones con el aval estatal anti-Covid.

Sabadell. La cuantía de créditos con el escudo a cierre de junio era de 7.804 millones.

Bankinter. En su presentación a junio señala que los créditos totales con garantía asignada sumaban 6.600 millones de euros.

 

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