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Noticia patrocinada

Microsoft y su compromiso para un mundo más sostenible

La empresa ha puesto en marcha varias iniciativas para acabar con su huella de carbono, ser una compañía “cero desechos” y lograr un impacto positivo en el agua

La sostenibilidad y el cuidado del planeta ha dejado de ser una moda para convertirse en una prioridad estratégica de las empresas. Microsoft ha destacado por liderar este compromiso con la protección de la Tierra.

“Para que una sociedad como la nuestra esté sana, necesita de un planeta sano”, es uno de los lemas de la tecnológica. Mantener la naturaleza y la biodiversidad en beneficio de las generaciones actuales y futuras es ya uno de los mayores desafíos de la humanidad y desarrollar tecnología para lograrlo es uno de los retos de la compañía.

Microsoft tiene como objetivo crear soluciones sostenibles en cuatro áreas clave para la salud del planeta y el futuro de la humanidad: la agricultura, el agua, la biodiversidad y el cambio climático.

La compañía trabaja en cuatro áreas clave: agricultura, agua, biodiversidad y cambio climático

Entre los compromisos más importantes de la compañía es convertirse en una empresa Carbon Negative,.un plan para reducir y, en última instancia, eliminar su huella de carbono. Microsoft será negativo en emisiones de carbono para 2030, y para 2050 habrá eliminado del medio ambiente más carbono del que ha emitido en toda su historia desde su fundación en 1975. Se trata de un ambicioso programa para reducir progresivamente sus emisiones directas de CO2, las que se derivan de sus compras a través de proveedores y las de la energía que utiliza, hasta que lleguen a desaparecer completamente a mediados de la década.

Este plan va aún más allá, ya que Microsoft pondrá su tecnología a disposición de sus proveedores y clientes en todo el mundo para ayudarles a reducir su propia huella de carbono. Además, ha anunciado un Fondo para la Innovación Climática de 1.000 millones de dólares (unos 855 millones de euros) que invertirá en el desarrollo de tecnologías que permitan eliminar, capturar y reducir las emisiones contaminantes.

Responsable de su huella ecológica. Microsoft opera directamente en casi 4.500 hectáreas de tierra en todo el mundo, equivalente a tres cuartas partes del tamaño de Manhattan, en Nueva York. Como parte de su compromiso, para 2025 quiere proteger más terreno del que utiliza.

Además, cada año se producen más de 11.000 millones de toneladas de desechos en el mundo, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Microsoft reconoce la necesidad urgente de proteger los ecosistemas de todo el planeta y reducir las emisiones de carbono procedentes de la creación, distribución y eliminación de desechos. Su objetivo es, como ya ha anunciado, lograr cero desechos en las operaciones directas, productos y embalajes para el año 2030. Un primer paso tiene el horizonte puesto en 2025, cuando la compañía prevé acabar con los plásticos de un solo uso en sus operaciones y en el embalaje de sus productos, así como los relacionados con embalajes de activos de TI en sus centros de datos.

Su proyecto AI for Earth financia y apoya dos programas en Euskadi

Otro de los propósitos de Microsoft es no solo reducir su consumo de agua, sino reabastecer más agua de la que consume para el 2030. El mundo se enfrenta a una crisis en lo que a sequía se refiere que se está intensificando por el cambio climático. Se prevé que para el año 2050 una de cada cuatro personas podría estar viviendo en países afectados por una escasez crónica de agua dulce y, en algunas regiones, esto puede tener un impacto directo sobre el PIB, que podría disminuir hasta un 6%.

Mares y océanos actúan como sumideros de carbono y su calentamiento, en tan solo 1,5 grados, podría tener consecuencias catastróficas. De ahí el objetivo Microsoft de conseguir un impacto positivo para el agua en sus operaciones directas de aquí a 2030 y su compromiso de avanzar en el programa AI for Earth para recoger y digitalizar datos sobre el agua y así comprender mejor dónde se encuentra el estrés hídrico y optimizar el reabastecimiento.

'AI for Earth', Inteligencia Artificial para salvar el planeta

La innovadora iniciativa AI for Earth, en marcha desde 2017, pone tecnología cloud y de Inteligencia Artificial (IA) de Microsoft en manos de expertos que trabajan para hacer frente a los mayores desafíos en material medioambiental, para mejorar los ecosistemas y, en definitiva, salvar el planeta. La iniciativa de Microsoft cuenta con un fondo de 50 millones de dólares (unos 42,7 millones euros) durante cinco años, además de asesoramiento técnico y de especialistas de la compañías. Se trata de apoyar a las organizaciones que aplican la tecnología de IA a los desafíos ecológico, ayudándoles a sacar el máximo provecho de la computación en la nube de Azure.

En España y, en concreto, en Euskadi, Microsoft AI for Earth impulsa dos proyectos en colaboración con el Gobierno vasco: MarIA, para la optimización de las turbinas aéreas flotantes, y AlonForest, para conocer mejor las enfermedades de los pinares de esta comunidad autónoma. 

Planetary Computer para la biodiversidad

En cuanto a biodiversidad, la compañía trabaja en la recopilación de datos medioambientales de todo el mundo y los procesará, gracias a tecnología de computación y machine learning en una plataforma que ha denominado Planetary Computer. Esta plataforma proporcionará respuestas a las preguntas críticas de científicos y organizaciones de conservación medioambiental, a los que aportara información, datos por satélite y algoritmos de predicción que permitirán adoptar decisiones sobre, entre otras cosas, el cambio climático.  

Microsoft entiende su estrategia de sostenibilidad de una forma global y por ello trabaja y desarrolla planes, proyectos e iniciativas en los que están involucrados clientes, socios, ONG y otras organizaciones en todo el mundo. “Trabajando juntos, podemos construir un futuro más sostenible”, señala Lucas Joppa, director Mundial de Medio Ambiente de Microsoft. 

Datos bajo el mar

Una de las iniciativas más novedosas de Microsoft es la viabilidad de los centros de datos submarinos alimentados con energía renovable. En este sentido, el proyecto Natick, tras dos años de pruebas, ha revelado que el futuro de los centros de batos bajo el mar es fiable, práctico y sostenible. Este tipo de servidores han experimentado una tasa de fallos ocho veces inferior a lo esperado en un centro de datos convencional, gracias, entre otras cosas, a la atmósfera de nitrógeno empleada en la cápsula sellada en el fondo marino de las Islas Orcadas (Escocia).

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