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Contante y Sonante
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Fusiones, sí, pero mejor entre un banco grande y otro más pequeño

El BCE presiona para que la banca se fusione. El Banco de España también, pero prefiere que las operaciones sean voluntarias

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, y el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar.
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, y el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar.DAVID CAMPOS (AFP)

Ya lo comentó el viernes José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia y futuro presidente de CaixaBank tras la fusión de las dos entidades. “Esta operación será un revulsivo” para el sector. Y es que ya nadie lo duda, habrá más fusiones en los próximos meses. La autoridad supervisora ha tocado a combate, y a combatir se ha puesto el sector. El objetivo es conquistar la rentabilidad perdida, y para ello hay que buscar a la mejor pareja. Solo los más fuertes podrán salvarse, aunque solo por el momento, ya que parece que los más grandes y solventes están reservados para la siguiente batalla, la que se llevará a cabo en el frente europeo y que busca crear gigantes transfronterizos. No queda otra.

La presión que ejercen ahora los supervisores es tan machacona que parece imposible resistirse. De hecho, salvo las excepciones, que siempre tiene que haberlas, todo el sector se ha puesto firme a buscar su pareja para compartir en un futuro riquezas y penurias, para bien y para mal.

Y si no que se lo digan a los responsables de CaixaBank y Bankia. “Para casarse en tiempos difíciles es importante elegir a la pareja correcta y nosotros estamos convencidos de tener a un buen compañero”, declaró el viernes el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, tras presentar el proyecto de fusión de ambas entidades.

Pese a la presión del Banco Central Europeo (BCE) y de las autoridades nacionales, como el Banco de España o incluso Economía, hay ciertas diferencias entre cómo planean unos y otros los procesos de integración.

Mientras que el supervisor europeo sube el tono para que la banca impulse las operaciones corporativas, en España, según explican fuentes financieras, aunque se piden procesos de fusión, no se eligen a las parejas, ni se fuerza para que las entidades se unan. El Banco de España es partidario de que los bancos busquen sus propias parejas, “no fuerza a que se fusione una entidad con otra”, asegura un directivo de un banco que no descarta en el futuro su fusión, como le ocurre a gran parte de los ya cada vez menos grupos bancarios que no han emprendido una integración en los últimos años.

Eso sí, el supervisor nacional, según explican fuentes financieras, prefiere que las operaciones que se lleven a cabo “no sean entre iguales”. Considera que la unión de dos entidades similares no resuelve el problema de fondo, la baja rentabilidad. De ahí que prefiera fusiones entre un banco de mayor tamaño con otro menos grande, aunque permite elegir pareja. “Una cosa es lo que le gusta y otra que te obligue y, de momento, no lo está haciendo. Todos los bancos hemos vuelto a hablar con todos nuevamente. Seguro que de estas conversaciones saldrán más fusiones, pero el compañero de baile lo estamos buscando nosotros”, insiste un banquero.

De momento, Sabadell sigue deshojando la margarita de
las fusiones; hay presión, pero no obligación

Una de las uniones más cacareadas en los últimos dos años es la de Liberbank y Unicaja, pero “parece el cuento de nunca acabar. Ya no sé si es una buena operación porque parece que está ya muy desacreditada”, comentaba el jueves un conocido ejecutivo del sector financiero.

Este ejecutivo aplaude el acuerdo de Bankia y CaixaBank: “Es una operación que me gusta, al contrario de la de Bankia y Sabadell porque son dos entidades similares en tamaño, y su unión no parece que supusiese la creación de una entidad más fuerte y rentable”, añade la misma fuente.

El mercado apuesta desde hace semanas por una absorción de Banco Sabadell por parte de BBVA. Pero, de momento, no hay conversaciones. De hecho, si hacemos caso a otras especulaciones, Sabadell encontró recientemente otro posible compañero de viaje, pero tampoco ha llegado a cuajar en nada, y la vía de BBVA sigue abierta.

Lo que no ve el mercado, ni las autoridades, es una fusión de Santander con BBVA, según asegura un banquero muy conocido, que insiste en que el banco que preside Ana Botín podría buscar una pieza para crecer en algún tiempo, pero en Europa.

Mientras, el mercado hace cábalas de los ajustes que tendrán que llevar a cabo Bankia y CaixaBank para acometer su fusión. Podría ser el mayor ajuste de plantilla realizado hasta ahora por la banca en una operación, si finalmente se confirma que las salidas programadas se elevan a 7.000 u 8.000 empleados.

Por cierto, los tres protagonistas de este proyecto de fusión son tres banqueros de tres generaciones diferentes, pero curtidos en operaciones corporativas. Isidro Fainé, el más veterano del sector financiero, tiene 78 años de edad, y desde que llegó a CaixaBank (ahora es presidente de la Fundación La Caixa, dueña del 40% del capital del banco de origen catalán) ha pasado por 18 fusiones de cajas, y cinco de bancos, todos integrados en la firma catalana. José Ignacio Goirigolzarri, de 66 años de edad, también ha pasado por varias fusiones en BBVA, además de la compra de varios bancos en Latinoamérica, y la absorción de BMN por parte de Bankia.

Precisamente fue en la compra de Bancomer en México por parte de BBVA cuando el banquero vasco trabajó codo con codo con Gonzalo Gortázar, el tercer protagonista del proyecto de fusión de Bankia con CaixaBank.

El consejero delegado del banco catalán, de 55 años de edad, diseñó en su etapa en Morgan Stanley la operación de adquisición del grupo mexicano por parte de BBVA, cuando Goirigolzarri era el responsable de Latinoamérica.

Gortázar, que será el primer ejecutivo de CaixaBank tras su fusión, es un hombre procedente de la banca de inversión, experto en las operaciones de compra y venta de empresas y de fusiones. Todo un tiburón que ha sabido adaptarse a la perfección a la banca minorista. Y no es para menos.

Bajo su mando tendrá ahora la mayor cartera hipotecaria de España, y uno de cada cuatro euros en depósitos y en créditos serán gestionados por la firma que dirige. Esta no es la primera integración que realiza en CaixaBank. En 2018 Gortázar dirigió la compra del portugués BPI, integrado desde entonces en el grupo catalán.

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