Más de 10 millones de viviendas esperan el dinero europeo para su rehabilitación
Entre el 50% y 75% del parque español es previo a la normativa energética europea
Desde que los socios europeos aprobaron el fondo de recuperación para reactivar la economía tras el Covid se venía especulando, de forma más o menos oficial, con que parte del dinero iría destinado a la puesta a punto del parque residencial europeo. La pasada semana, en la guía que presentó para asesorar a los países en sus planes de inversiones, la Comisión terminó de confirmar que una de las siete áreas de actuación será la rehabilitación de los edificios, principalmente en lo que atañe a su eficiencia energética. Esta directriz abre un importante abanico de oportunidades, y es que en España, según los cálculos del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos (CSCAE), más de 10 millones de viviendas presentan necesidades de rehabilitación.
La razón, esgrime el presidente del Consejo, Lluis Comerón, se encuentra en lo que podría definirse como la edad del parque inmobiliario español. “Aproximadamente, entre el 50% y el 75% de los 25,7 millones de viviendas que forman el parque del país se construyó antes de la entrada en vigor de la primera directiva europea sobre eficiencia energética, en el año 1979, y el 92%, antes de la entrada en vigor del Código Técnico de la Edificación, en 2006”. El resultado es que solo un 4% de los edificios cuentan con la certificación energética óptima, y la mayoría, sin aislamientos térmicos en su envolvente, “se han convertido en auténticos depredadores de energía”.
En España, según el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), redactado antes de la pandemia y con vistas al periodo 2021-2030, se preveía un ritmo anual medio de rehabilitación energética de 120.000 viviendas empezando con 30.000 el primer año y ascendiendo progresivamente hasta las 300.000 en 2030. Estas cifras cerrarían la década con 1,2 millones de inmuebles rehabilitados, que ascenderían, si se siguiese el mismo ritmo de intervención, a los 3,6 millones en 2050, cuando la Comisión ha fijado el objetivo de emisiones cero. Hay un salto evidente hasta esos 10 millones de viviendas.
Una de las fórmulas para rellenar esta brecha, propone Comerón, es fijar un ritmo sostenido de 300.000 actuaciones integrales al año entre 2021 y 2023 y, a partir de ahí, incrementar el número de intervenciones al 3% del parque anual, “tal y como recomienda la UE, y así alcanzar los niveles de otros países de nuestro entorno”.
Según las estimaciones recopiladas desde el CSCAE, la tasa de gran rehabilitación en Europa está entre el 1,5% y el 2%, principalmente en países del entorno como Francia, Portugal, Alemania o Bélgica. “En España, la estadística oficial, que seguramente infravalora el dato, oscila entre el 0,2% y el 0,4%, muy por debajo del 2% del entorno y del 3% que recomienda la UE”, explica Comerón.
Que se alcancen o no estas cifras dependerá del peso que tengan todos estos proyectos en el reparto final de las ayudas europeas, de las que España recibirá un total de 140.000 millones de euros con cerca de un 52% en forma de transferencias a fondo perdido, según los cálculos del Ejecutivo. El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), José Luis Ábalos, ya adelantó hace dos semanas que su cartera “tendrá gran protagonismo” en el reparto de estos fondos, con el ojo puesto, entre otros puntos, en la reforma de viviendas y edificios y en la instalación de sistemas inteligentes en los inmuebles, aunque sin concretar un número aproximado de intervenciones.
Efecto en el empleo
Un impulso en el sector tendría un efecto rebote en el empleo de casi medio millón de puestos de trabajo, calculan desde el Consejo. Así, explica Comerón, “el promedio de trabajadores ocupados en rehabilitación en vecinos como Francia, Bélgica, Portugal, Italia o Alemania es del 3,9%, frente al 2,2% español”. Solo con llegar a esas tasas, “España podría generar 400.000 empleos”.
Estas estimaciones están algo por encima de las que manejan en el Ministerio, que cifra en unos 220.000 los puestos de trabajo que se crearían a partir de un plan de rehabilitación y restauración de viviendas de dos años. La idea preliminar es promover para estas partidas la movilización de aproximadamente 2.000 millones de euros que se canalizarían a través de los fondos europeos.
Más de un 35% de las emisiones
Existe cierto consenso, avalado por los estudios de la Unión Europea, en que entre los socios, de media, los edificios son responsables de aproximadamente el 40% del consumo de energía y del 36% de las emisiones de CO2. De media, además, el 35% de los edificios tiene más de 50 años y casi el 75% del parque inmobiliario es ineficiente en términos de sostenibilidad. La puesta a punto energética es, por ello, indispensable si se quiere lograr el objetivo de emisiones cero de aquí a 2050, ya que más del 85% del parque residencial de entonces ya está construido a día de hoy.
El presidente del CSCAE recuerda, con todo, que a la hora de abordar una rehabilitación conviene fijarse en todos los elementos estructurales, y no únicamente en las calderas, las ventanas, las paredes y tejados o los aislantes del edificio, puntos que conforman el aspecto meramente energético. También es necesario analizar todos los déficits del edificio en términos de habitabilidad, seguridad, accesibilidad o digitalización. En España, por ejemplo, cerca del 50% del parque inmobiliario tiene problemas de accesibilidad, según datos recopilados por el Consejo.