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Alejandro Izquierdo: “América Latina saldrá de la pandemia más endeudada, más pobre y más desigual”

El economista del BID asegura que más de 80 millones de personas estarán en situación de pobreza en 2020

Alejandro Izquierdo, director de investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Alejandro Izquierdo, director de investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Más pobre, más endeudada y más desigual”. Este es el futuro previsto para América Latina después de la crisis del Covid, según Alejandro Izquierdo (Buenos Aires, 55 años), director del departamento de investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Licenciado en Económicas por la Universidad de Buenos Aires (Argentina), ha sido asesor económico regional para México y Centroamérica y economista principal en el BID. 

La entidad publicó este viernes el estudio La crisis de la desigualdad. En él se avanza que la región podrá alcanzar en 2020 un total de 83,4 millones de personas en situación de pobreza. “Los hogares pobres sufren tres veces más el desempleo que los ricos”, según el informe. Izquierdo, en videoentrevista, aumenta las alarmas: “No es ya un tema de pobreza, sino de clase media”. Las preocupaciones de la entidad se unen al debate sostenido esta semana en la conferencia anual del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), sobre la recuperación económica post Covid-19 y el futuro del contrato social en las Américas. 

P. ¿Cuáles son los mayores retos para América Latina en los próximos meses?

R. La región entró en un túnel pandémico lleno de incertidumbres, pero hay tres certezas para América Latina: va a salir más endeudada, más pobre y más desigual. A pesar de que hemos reducido la desigualdad, seguimos con los mismos niveles de África Subsahariana y, después de la crisis, América Latina va a empeorar estos índices.

Los Gobiernos de la región se han endeudado mucho desde el inicio de la pandemia, acumulando un gran déficit en el sector público. En este contexto, a diferencia del mundo desarrollado, vamos a estar mucho más limitados en los tipos de políticas y las herramientas que podremos utilizar. Las respuestas políticas van a ser distintas en cada país.

P. En una región con economías tan distintas, ¿cuáles son los países con una mayor capacidad de respuesta?

R. No es posible afirmar qué países saldrán mejor o peor. La cuestión es cómo entraron en el túnel pandémico. Aquellos que lo hicieron mejor posicionados van a tener muchas más opciones, con posibilidades de aplicar paquetes de transferencias de renta y ayudas económicas más amplias. Cómo van a salir de esta crisis depende mucho más de las condiciones iniciales que de la actitud política.

Con la crisis del Covid, un 70% de los pobres ha perdido el trabajo y un 20% de los ricos

P. ¿Cuál es el peso de las respuestas de los Gobiernos en la recuperación económica?

R. Cómo se trata la pandemia es crucial. La mejor política económica es un buen tratamiento de la crisis, con una buena coordinación a nivel federal. Cuanto más grande es el país, más difícil resulta esto.

Las tensiones sociales pueden subir porque la clase media no se conforma solo con sobrevivir, pide salud, educación y seguridad

P. ¿Cuáles son las políticas recomendadas por el BID para los países latinoamericanos?

R. El BID propone una estrategia común. Que dentro del túnel pandémico se realicen políticas de preservación y de crecimiento; es decir, armonizar la conservación del empleo y de la capacidad productiva con un crecimiento económico e inclusivo. Con esto me refiero a una serie de reformas que nosotros llamamos un nuevo pacto social [y laboral], en las que se incluyen opciones más eficientes de gasto público, así como bajar costes a la entrada de empresas, los costes de capital y empleo.

Es un contrato de dos patas. Por un lado, hay que adoptar una serie de políticas que hagan más eficientes las economías nacionales y, por otro, tiene que haber una mayor equidad, con inclusión y formación del capital humano. Un conjunto de políticas de crecimiento económico sin el equilibrio de la inclusión y equidad no tendría efecto. Si los gobiernos de la región garantizan tanto las políticas de preservación como las de crecimiento inclusivo, podremos llegar a un círculo virtuoso.

P. La crisis del coronavirus provocará que América Latina regrese a niveles económicos de hace 30 años. ¿Cómo se justifica el incremento de personas en situación de pobreza?

R. A lo largo de las últimas décadas miles de personas han salido de la pobreza, pero han continuado en una situación que llamamos vulnerabilidad social. Con la crisis del coronavirus, la región se enfrentará a una regresión muy importante en los niveles de vida, con mayor incidencia en los grupos más vulnerables. Volver al punto de partida con las políticas sociales previas no será suficiente. No es ya un tema de pobreza, sino de clase media.

La crisis del coronavirus va a empeorar mucho la desigualdad social. Entre la población más pobre, un 70% perdió su empleo durante la pandemia. Y entre los más ricos, solo un 20%. Esto ya refleja el enorme problema social que ha generado esta crisis.

P. ¿Por qué es un problema de la clase media? ¿Existe alguna relación con las protestas sociales que incendiaron América Latina en 2019?

R. Sí. Cuando la clase media sale de la pobreza, ya no se preocupa solo por sobrevivir. Pasa a buscar otras cosas como educación, salud o seguridad. Ahí se generan una serie de demandas y los Gobiernos de la región están lejos de conseguir satisfacerlas. La pandemia podrá complicar aún más las tensiones sociales y, si además se suma la crisis económica, el escenario puede ser explosivo.


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